JORNADA 32. El Camp Nou con un ambiente enrarecido tras la reciente y dolorosa derrota de los de Xavi en Europa League, acogía en la noche del lunes cerrando la jornada un desigual duelo a priori entre este FC Barcelona que persigue no caer del segundo puesto de la tabla como premio de consolación, y el Cádiz, peleando por volver a sacar la cabeza de la zona de descenso cuando resta poco más de un mes de campeonato, y siete finales por delante, incluida esta.
Y Sergio González sorprendía (y enfurruñaba a más de uno) de entrada planteando un equipo titular que sonaba a estar más pendiente del choque del jueves en el Nuevo Mirandilla ante el Athletic Club, un once plagado de suplentes desde la llegada del técnico catalán, todos salvo Ledesma, Luis Hernández y Pacha Espino. En defensa, Espino, Raúl Parra (del filial), Hernández y Fali; en el centro del campo, Álex Fernández, Jonsson y José Mari; y como hombres más adelantados, Sobrino, Salvi y Lucas Pérez.
Desde el pitido inicial, los blaugranas se hacían con el control y dominio total de la situación, y a los de amarillo les tocaba aguantar las embestidas precipitadas de los visitantes, que con todo en el primer cuarto de hora apenas acumularon un disparo lejano desviado de Memphis Depay, y sendos lanzamientos consecutivos de Dembelé y Memphis. En el otro lado, el Cádiz gozaba de su (casi) ocasión más peligrosa en el 13, en una combinación entre Lucas y Pacha, que no pudo culminar por poco el uruguayo.
Con el avance del crono, los gaditanos lograban minimizar al rival y comenzaban a salir con cierto peligro en varios amagos de contragolpe; el Barça ya no se veía tan eléctrico y fresco, y empezaba a respirar desesperación. Y encima la oportunidad más clara hasta el momento la fallaba en el 26 Lucas Pérez con todo a favor, asistido por Sobrino tras jugadón personal. ¡Sólo había que empujarla! En el 38, eran los de casa los que tenían el 1-0 cerca en las botas de un chupón Dembelé que no veía a un compañero solo a la derecha, disparo raso bien atajado por el argentino, que también sacaba una buena mano poco después ante un equipo culé que volvía a apretar.
Cumplido el descanso, la segunda mitad se iniciaba con los catalanes estresados y para más inri, en la primera estirada del Cádiz llegaba el 0-1, en un centro de Álex al área que cabeceaba de aquella manera Sobrino y que bloqueaba en dos ocasiones Ter Stegen, aunque el tercer rebote lo aprovechaba Lucas Pérez para, esta vez, no perdonar.
Alegrón para el cadismo, pero quedaba un mundo por delante en un escenario impresionante con una afición (unas 57.000 personas) encrespada con los suyos, con un extra de nerviosismo en el cuerpo ante la posibilidad de caer con un modesto. Xavi Hernández movía banquillo sacando al peligroso Aubameyang por Memphis, y Sergio González insuflaba aire con San Emeterio y Alejo por José Mari y Salvi.
El Barcelona, cuando no estaba protestando decisiones arbitrales, tocaba y tocaba sin encontrar huecos. Conan repelía con los puños una falta directa de Dembelé en el minuto 67, y en la siguiente otro disparo lejano del activo y persistente francés. Y en el 75, el Cádiz desaprovechaba una contra clara con Iván Alejo galopando, centrando y Álex definiendo sin acierto.
Para la recta final, más cambios entre los de la Tacita, ya con defensa de cinco: Chust por Jonsson, Akapo por Parra (y un ratillo después, Arzamendia por Sobrino). Y el Barça incorporaba al que no quiso vestir de amarillo en enero, Luuk de Jong, y disponía de una ocasión en su primera intervención. Como réplica, Rubén Sobrino tenía de nuevo el 0-2 en sus botas, pero el disparo alto lo tocaba el portero para mandarlo a córner. En el otro lado, Conan también desviaba a saque de esquina un fuerte disparo de Eric García.
Un centro raro de Alejo en el 88 que rebotaba en Jordi Alba iba al palo, y en la siguiente acción Ledesma, providencial, salvaba el empate ante un remate de Aubameyang. Y el árbitro decretaba hasta siete minutos de tiempo extra. Descuento en el que Alejo ponía en aprietos al meta culé, aunque la jugada quedaba invalidada por fuera de juego. Quedaban todavía dos minutos… se superó el 98, y llegó la fiesta en el bando amarillo con el pitido final.
Histórica primera victoria del Cádiz en el Camp Nou ante un Barça que ni en la pasada campaña ni en la presente ha podido ni sabido ganarle a los gaditanos. Tres puntos competidos y ganados, además, por los jugadores menos habituales en los últimos meses, que sacan de la zona de descenso a los amarillos, con 31 puntos a falta de seis jornadas; por debajo quedan Granada y Mallorca con 29, y Levante y Alavés con 25.
“No sé si es justa o no, pero la victoria nos viene de maravilla, y pasara lo que pasara hemos hecho un esfuerzo descomunal, competimos”, reconocía Sergio González tras el choque. “Nos ha salido todo, no es fácil ganar aquí, hemos sufrido, pero nuestro plan nos ha salido y hemos tenido situaciones para marcar más goles”, insistía subrayando que “además de estar solidos defensivamente, tenemos el portero ahí, hemos estado bien sin balón y con balón también hemos hecho nuestras cositas. Esta victoria nos tiene que reforzar para lo que nos queda de liga”. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF