Conexión Bahía, plataforma promovida por variopintas entidades gaditanas en defensa de “un transporte público, digno y sostenible”, lo tiene claro: para que “se diluya” la problemática del aparcamiento en superficie principalmente en la capital, tan repetida en los últimos días de forma oportunista por partidos de la oposición al hilo de quejas de determinados colectivos de vecinos y de comerciantes frente a nuevas zonas verdes y naranjas implantadas por el Ayuntamiento; y para conseguir disponer de un sistema de movilidad “que genere riqueza y bienestar a la ciudadanía” del área metropolitana, “hay que apostar sin complejos por el transporte público colectivo y la intermodalidad”.
“La receta que proponemos no es original ni tiene ningún atisbo de radicalidad: es la que se termina implementando en cualquier área metropolitana del globo. Las aglomeraciones urbanas son diferentes entre sí, cada una tiene sus especificidades, pero la fórmula por la que se opta siempre es la misma: disponer de un sistema de transporte colectivo que gane al coche en eficiencia, comodidad y economía”, se subraya en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Y al respecto, se pone un ejemplo ilustrativo: en un tren de cercanías pueden llegar a Cádiz hasta 260 personas por hora, 6.000 al día; y los nuevos permitirían alcanzar hasta 900 viajeros cada hora. “No existen bolsas de aparcamiento que puedan superar estas cifras, la ventaja de movernos colectivamente es imbatible”. Claro que para ello “hay que asumir la intermodalidad”, y esta plataforma plantea las estaciones de San Fernando, Puerto Real o El Puerto como bolsas donde dejar gratuitamente el coche para enlazar con el Cercanías.
Sin embargo, si este sistema de transporte público colectivo “es ineficiente, caro e incómodo”, las oportunidades de desarrollo socioeconómico latentes en un área metropolitana como la de la Bahía de Cádiz con alrededor de 650.000 habitantes (sin contar la población estacional en verano) “terminan perdiéndose”; “es lo que ocurre cuando hacemos depender todo del coche y el aparcamiento”, apostillan desde Conexión Bahía, que reitera que las “exigencias ecológicas” frente al cambio climático deberían llevar precisamente a “un cambio de modelo en el que el transporte colectivo y la intermodalidad tomen el relevo”.
A decir de esta plataforma en pro del transporte público, “a nadie escapa que las administraciones públicas deberían intensificar seriamente sus líneas de colaboración” si se quiere alcanzar esa meta. Pero hoy día “queda mucho por hacer”: por un lado, aumentar el servicio de Cercanías en la Bahía, poner en funcionamiento la línea 1 del tranvía entre Chiclana y Cádiz atravesando San Fernando (y la Junta ya ha dejado caer que su puesta en marcha no parece que vaya a ser tampoco este 2021) y empezar a trabajar en la implantación de la línea 2 (la que iba a conectar la capital con Puerto Real por el segundo puente, y de la que no se sabe nada de nada); por otro, se insta a crear vías rápidas de circulación para los autobuses; a integrar los Cercanías, los sistemas urbanos de autobuses y el futuro tranvía en la estructura de gestión del Consorcio de Transportes; y a sacar bonos mensuales y anuales que permitan el uso ilimitado de la totalidad de la red pública de transporte colectivo del área metropolitana.
LA REDUCCIÓN DEL APARCAMIENTO EN SUPERFICIE “ES UN HECHO”
Además de plantear soluciones, Conexión Bahía ofrece su versión sobre la polémica alrededor de la falta de aparcamiento en la ciudad de Cádiz, algo que parece nuevo, pero que es un problema endémico de la capital. Pese a ello, el PP local viene repitiendo como papagayo que “Kichi ha eliminado más de 2.500 plazas desde que llegó a la Alcaldía, y a las que quedan ya no sabe que colorín ponerle porque no tienen un plan de movilidad sostenible para Cádiz y están causando un verdadero caos en toda la ciudad”. A su vez, desde el PSOE no se cortan al hablar de “despropósito continuo” al referirse a la política de movilidad que está llevando a cabo el actual equipo de Gobierno de Adelante Cádiz.
En su exposición del problema, Conexión Bahía recuerda que la reducción de la oferta de aparcamiento libre en superficie se inició a finales de los 90 del siglo pasado, y en los últimos años “sólo ha hecho que intensificarse”.
“Pese a que el discurso oficial suela afirmar que no se pierde aparcamiento, se pierde y es lógico que así sea, por la creación y ampliación de espacios de carácter peatonal tanto en el casco histórico como en extramuros; la aplicación de una legislación sobre accesibilidad cada vez más sensible con las personas de movilidad reducida; la creación de la red de vías ciclistas; y la progresiva desmotorización de los entornos escolares. Esta dinámica está bien asentada y es ingenuo pensar en una posible vuelta atrás”, se remarca.
Y claro, se añade, al ser el aparcamiento en superficie cada vez más escaso, “es inevitable que técnicos y responsables políticos establezcan prioridades en su uso, ya sea para facilitar operaciones de suministro y de carga y descarga, garantizar los derechos legalmente reconocidos de las personas con movilidad reducida o reservar plazas a los residentes”. Como consecuencia de establecer estas prioridades “se reduce aún más el espacio público disponible para aparcar libremente”.
Ante esta situación, este colectivo evidencia que la reacción más extendida consiste en defender que se habiliten bolsas de aparcamiento gratuito en solares aún sin uso, “idea que se enuncia siempre de manera imprecisa”, Pero en este punto se entiende que la medida es “cortoplacista y provisional (porque los solares libres dejan de estarlo); dilata la materialización de los usos públicos previstos en el PGOU; es inverosímil que llegaran a ser gratuitas (porque además de estacionar hay que llegar a esas bolsas de algún modo); y lo que es más importante, sólo permite absorber una parte muy reducida de los desplazamientos que una ciudad como Cádiz es capaz de generar”.
A todo ello se une que la agenda europea de descarbonización y los programas de financiación que la acompañan “no pueden amparar la creación de bolsas de aparcamiento en destino; más bien fomentan lo contrario, esto es, la reducción en el uso del coche en favor del transporte colectivo y la movilidad activa, en bicicleta o a pie”.