La Asociación de Autores del Carnaval de Cádiz (AACC) ha mostrado su “más enérgica repulsa y bochorno” por lo vivido en el Gran Teatro Falla en la noche del lunes 3 de febrero, con ocasión de la actuación de ‘Abre los ojos’ en la duodécima sesión de clasificatorias del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2025).
La ya conocida como chirigota negacionista, con premeditación (su particular promotora y autora, Catalina Balber, que ahora se pasea por televisiones nacionales haciéndose la víctima, ya anticipó el contenido “alternativo” de su propuesta) y sin nivel artístico alguno, trató de usar el altavoz del mediático Concurso del Falla para lanzar sus mensajes ultraderechistas, antivacunas y conspiranóicos, pero el público lo impidió boicoteando de principio a fin los veinte minutos de mamarracho sobre el escenario. Un día después, el jurado oficial descalificaba a la agrupación por incumplir las bases (“por exceder el número máximo de componentes”).
Al respecto, la Asociación de Autores considera que “es inaceptable que un concurso con la solera, la repercusión y la importancia del nuestro, tenga que soportar escenas tan dantescas como las vividas con la presencia de este grupo de personas (nos negamos a llamarla agrupación), sin el más mínimo respeto por todos lo que engloba la palabra chirigota”.
“No se trata de censurar, ni de coartar la libertad de expresión de nadie, simplemente se trata de entender que hay un respeto mínimo que hay que guardar sí o sí”, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Desde la entidad ahora presidida por Francisco Javier Sevilla Pecci se incide en que “hay muchos años y mucha lucha detrás de la historia de este concurso para conseguir que pudiéramos tener lo que hoy tenemos y mucha gente que se dejó su vida en el camino, como para tener que aguantar que se use nuestro escenario para un despropósito de esta envergadura”.
“El problema puede venir en los próximos años por el altavoz sin filtro que suponen veinte minutos en ‘prime time’ en televisiones y redes. Por tanto hay que poner remedio sea como sea, y facultar al jurado o a la organización (actualmente, el Ayuntamiento) para que pueda tomar medidas en el momento en que estas situaciones se produzcan”, se termina reflexionando desde la AACC, que emplaza a abordar el asunto próximamente y “que no caiga en el olvido lo que ha pasado en nuestro templo”.