El PP en el Ayuntamiento de Cádiz, que no fue capaz de hacer realidad cuando era Gobierno el nuevo pabellón Portillo, pese a prometerlo y anunciarlo reiteradamente, critica ahora el menguado proyecto planteado por el actual Ejecutivo para levantar este equipamiento deportivo. La derecha cuestiona que este redibujado proyecto “cuadruplica la superficie comercial a enajenar a consta de reducir instalaciones deportivas, 2.200 plazas en la grada y 150 aparcamientos”.
El PP en el Ayuntamiento de Cádiz, ahora principal partido de la oposición, que no fue capaz de hacer realidad cuando era Gobierno el nuevo pabellón Fernando Portillo, pese a prometerlo y anunciarlo reiteradamente durante años en su machacona publicidad institucional, critica ahora el menguado proyecto planteado por el actual equipo de Gobierno para levantar este equipamiento deportivo; una iniciativa lejos de la megalomanía de la derecha, que reduce el equipamiento a un polideportivo de barrio que además le costaría cero euros a las arcas municipales al ser financiado por la empresa adjudicataria, que luego se haría con la explotación del parking subterráneo y de un local comercial.
El portavoz municipal de la derecha, Ignacio Romaní, en este sentido, lamenta que el bipartito de Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común “tan dado a defender lo público en las proclamas y los discursos”, “haya cedido ante las pretensiones de las empresas promotoras y haya modificado el proyecto del futuro polideportivo Portillo para cuadruplicar la superficie comercial: vender 2.500 metros cuadrados de suelo público para supermercado o para cualquier negocio era fácil. Eso es un negocio inmobiliario. La cuestión era hacer un polideportivo”.
Excusa este edil popular que el nuevo Portillo, proyecto cuyas obras fallidas adjudicó su entonces Ejecutivo allá por 2007, “encontró muchos problemas desde su inicio, entre ellos la poca colaboración de la Diputación de entonces que abandonó a su suerte a un funcionario suyo que tenía su casa en precario en esa parcela. De ahí a los hallazgos arqueológicos y sobre todo la pretensión de las empresas promotoras de aumentar la superficie comercial, algo a lo que nos negamos siempre porque el objetivo era construir un equipamiento deportivo para los gaditanos, no una superficie comercial privada”.
Del mismo modo, los conservadores comparan su megaproyecto con el modesto anteproyecto que se acaba de reformular: “las diferencias van a ser notables respecto a lo buscado y lo que finalmente se conseguirá. Nosotros proyectamos un polideportivo con tres salas de gimnasio, una piscina terapéutica y una cancha con graderío para 2.500 personas. Para ello se sacaban a licitación solo 600 metros cuadrados comerciales y un parking con 400 plazas que sería gestionado por Emasa para residentes. Ahora tenemos –además de la cancha para 216 espectadores- una superficie de 2.500 metros cuadrados que es ocupar casi toda la parcela con un centro comercial, 250 plazas de aparcamiento de explotación privada, una sala de gimnasia y no sabemos qué más, porque la tan cacareada transparencia se ha convertido en la oscuridad absoluta”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Romaní abunda en el “intento de engaño que nos quiere hacer el nuevo equipo de Gobierno. En el sectarismo que está instalado quizás les sea imposible entender que el anterior Gobierno de esta ciudad tenía ofertas de empresas para que aumentáramos la zona comercial, lo que significaba, evidentemente, restar equipamientos y servicios deportivos a los gaditanos y muy especialmente a los clubes deportivos. Por eso no salían las cuentas a los que venían a hacer negocio sin ofrecer la contraprestación pública que nosotros deseábamos y deseamos para esa zona de Cádiz. Ha tenido que venir un Gobierno de Podemos y de IU para que una empresa construya un supermercado o un centro comercial en pleno barrio de San Severiano a cambio de poner una pista y un gimnasio encima”.
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