El Instituto Municipal del Deporte ha aprobado, pese a la abstención del PP, la instalación de una barandilla de protección para dos tramos del circuito deportivo urbano de carrera del paseo marítimo de Cádiz, ante el peligro de caídas a la playa desde una altura considerable. Se demolerá el actual murete y la nueva valla, acristalada, se colocará entre las calles Condesa Villafuente Bermeja y Padre Guillermo Chaminade y frente a Granja San Ildefonso.
El Consejo Rector del Instituto Municipal del Deporte (IMD) de Cádiz ha aprobado el proyecto básico y de ejecución de la obra de instalación de una barandilla de protección para dos tramos del circuito deportivo urbano de carrera que va desde El Chato hasta la playa de La Caleta.
Concretamente, se levantará entre los tramos comprendidos entre las calles Condesa Villafuente Bermeja y Padre Guillermo Chaminade y también frente a la calle Granja San Ildefonso, a fin de evitar los peligros que pueden suponer la existencia de la actual muralla, de 52 centímetros de altura y una profundidad de unos 60 centímetros, que colinda entre el paseo y la playa.
La iniciativa planteada por el bipartito ha sido respaldada por el PSOE, mientras que el PP se ha abstenido y Ciudadanos ha excusado su ausencia en este Consejo Rector del IMD.
Este proyecto, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, responde a la necesidad de ofrecer seguridad en el paseo marítimo, ya que esta zona de la ciudad está siendo cada vez más transitada por deportistas y peatones, “lo que deviene en situaciones de potencial peligro de caída en esos tramos en los que la muralla tiene más de seis metros de altura y además el pie de la misma es una zapata de hormigón”.
La barandilla que se colocará en esos tramos será acristalada, similar a la instalada en su momento en la renovada plaza de Santa María del Mar. El ámbito de actuación de la obra comprende desde la calle Condesa Villafuente Bermeja hasta la calle Padre Guillermo Chaminade, lo que hace un total aproximado de 430 metros lineales de nueva barandilla. Y asimismo, también se incluye el tramo de la muralla situado frente a la calle Granja San Ildefonso, donde la muralla tiene una fuerte pendiente y una altura de caída superior a los seis metros. En este espacio hay una zona de entrenamiento y tiene una longitud de 80 metros lineales. Por tanto, la barandilla se colocará en una longitud de 510 metros en esas dos zonas discontinuas.
Para tal fin, se demolerá el murete desde la cota de acabado de la solería actual hasta la albardilla, con cuidado de recuperar la piedra ostionera que termina el muro. Estas lajas de piedra se colocarán en el suelo, junto a la solería existente. Y se demolerá también la parte proporcional de muro necesaria para la recolocación de la piedra ostionera de remate actual, que tiene un espesor de entre 12 y 20 centímetros.
La nueva valla estará formada por postes de acero galvanizado, que se instalarán cada metro y medio, y entre ellos se colocarán entrepaños formados por tres láminas de vidrio monolítico, de seis milímetros cada una, unidas mediante sendas películas intermedias de butiral transparente. Dichas láminas tendrán los cantos pulidos en su parte superior para evitar cortes. La barandilla se quedará a una altura total de 115 centímetros.
El presupuesto del proyecto básico y de ejecución de obras de instalación de esta barandilla de seguridad es de cerca de 324.000 euros y el plazo máximo previsto para su colocación es de tres meses a partir de la firma del acta de replanteo. Se estima que dicha obra podría licitarse a mediados de mayo.
El pliego de cláusulas administrativas que rige, junto con el proyecto de obra, la contratación de la obra incluye cláusulas sociales con la finalidad de favorecer la inclusión de las personas con discapacidad, así como la contratación de parados con especiales dificultades de inserción laboral o de exclusión social y también la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres.
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