El barco más grande de Greenpeace, el ‘Esperanza’, atraca en el Puerto de Cádiz este fin de semana, como parte del tour que está haciendo por distintas ciudades españolas para denunciar la urbanización masiva de la costa.
El buque, procedente de Barcelona e Ibiza, permanecerá en la capital gaditana, en el Muelle Ciudad, desde el viernes 3 hasta el lunes 6 por la mañana. Durante su estancia, las personas que lo deseen pueden subir el barco (en el horario fijado, de 10 a 14 y de 17 a 21 horas, salvo la primera jornada, sólo por la tarde) en una visita guiada.
Esta campaña en el Estado español se iniciaba el pasado 23 de julio, cuando el barco llegó a la capital catalana para presentar el informe ‘A toda costa’. En él constata el “grave problema” de la urbanización masiva y sus efectos colaterales, que están destruyendo los bienes y servicios que nos proporciona la costa y que son clave para el desarrollo económico y social de la zona.
En el caso concreto de la provincia de Cádiz, y según este estudio, el 40,5% de la línea de playa y el 15,9% de la costa (los diez primeros kilómetros) está urbanizado. Especialmente negativo es el deterioro de la calidad del paisaje, sobre todo en el tramo entre el Guadalquivir y el extremo sur de la Bahía de Cádiz, al que se han añadido 7.517 nuevas hectáreas artificiales desde 1987.
El informe de Greenpeace (AQUÍ, completo) analiza la situación de la costa española provincia por provincia, “y la fotografía general es alarmante”. Así, se remarca que el 80% de los recursos ambientales que provee la costa está degradado debido a la urbanización “masiva”. Concretamente, en los últimos 30 años (desde la aprobación de la Ley de Costas de 1988), la superficie urbanizada se ha duplicado, pasando de 240.000 a 530.000 hectáreas, lo que supone que un 13,1% de la costa del país está urbanizada frente al 2% del interior del territorio nacional.
La urbanización del suelo y la destrucción de sus ecosistemas varían entre las distintas regiones y se concentran en determinadas zonas, especialmente en el Mediterráneo y Atlántico sur, donde alcanza un 17,4%, muy especialmente en las provincias de Barcelona (40,9%), Málaga (26,2%) y Alicante (28,5%). Tampoco dentro de cada región se distribuye por igual: la transformación es más intensa cerca del mar. Así, un 36,5% de la línea de playa está urbanizada en España y más de un tercio de los ecosistemas colindantes han sido destruidos por la acción humana.
Antes de ser reciclado por esta ONG, el ‘Esperanza’ fue empleado en Rusia como barco de bomberos. Se unió a Greenpeace en el año 2002 y adquirió su nombre por votación popular. Desde entonces ha participado en numerosas campañas para proteger los océanos y la vida marina o en labores como combatir la pesca ilegal en Sierra Leona o impedir a Japón la caza ‘científica’ de ballenas.
A bordo viaja como capitán Mike Fincken, un veterano activista sudafricano que lleva dos décadas vinculado a Greenpeace: primero como oficial en el barco ‘Moby Dick’ (uno de los primeros de la organización) y desde hace doce años como capitán del ‘Arctic Sunrise’, el ‘Rainbow Warrior’ o el ‘Esperanza’, los tres barcos de la organización ecologista.