La UD Melilla visitaba en la mañana del domingo el Ramón de Carranza, con el mero objetivo de amarrar un punto, y acabó goleado 3-0 por un Cádiz superior –con un Salvi en su mejor forma- al que le costó abrir el marcador pese a que lo intentó con suficientes ocasiones durante la primera mitad. El primero no llegaría hasta momentos antes del descanso, y el segundo, nada más salir de vestuarios. Una victoria contundente y sin dudas con la que parece confirmarse la mejoría ya ofrecida en el campo del líder hace una semana.
Partido dominguero y matinal en el Ramón de Carranza, con ofertas en el precio de las entradas para animar al personal –unos 9.000 aficionados en las gradas- y sol pero fresquito en el ambiente, para recibir a la UD Melilla en la cola de la tabla; y sobre todo para olvidar por un rato los líos institucionales y confirmar si la meritoria victoria ante el líder en la Nueva Condomina de la semana pasada es un mero espejismo, o este Cádiz de Claudio Barragán empieza a ponerse de un vez las pilas en esta recta final de campeonato regular, con el objetivo ya no de alcanzar al Real Murcia, pero al menos de quedar subcampeón de este Grupo IV.
Y enésimo once titular de los de amarillo, con las novedad sobre todo de Xavi Carmona, otro de los fichajes invernales hasta ahora inédito, en el lateral derecho de la defensa; Nana y Abel en el centro del campo, y arriba Salvi, Álvaro García, Jandro y Lolo Plá.
Tras unos minutos de tanteo, el Cádiz tomaba las riendas del encuentro, llegando con velocidad a los dominios de Dani Barrio, sucediéndose las ocasiones, la mayoría a partir del trabajo de un activo Salvi; e incluso el debutante Carmona estaba cerca de marcar el primero en una doble oportunidad.
El mismo Salvi en el 35 ponía a prueba al meta melillense con el disparo más peligroso de este primer tiempo en el que el rival, conforme con el punto, apenas inquietó a la defensa local. Mientras, la grada se mantenía expectante y confiada –ni gritos ni pitos, pero tampoco demasiados cánticos; y Brigadas reclamando “respeto para los derechos de los aficionados”- en que en algún momento, por justicia, debía abrirse el marcador. Intentar, se estaba intentando. Y pasado el 45, en otra internada del sanluqueño por la derecha, Jandro acertaba, haciendo el más que merecido 1-0. Todos contentos camino de vestuarios.
Y más contentos todavía nada más reiniciarse la partida. Ni se cumplía el minuto 1 y en el primer acercamiento Plá remataba desde dentro del área sin piedad el 2-0, para afrontar este segundo periodo con tranquilidad y confianza. Y en el 8, en una contra, Salvi lo hacía casi todo y, generoso, dejaba el balón a Plá para que sólo tuviera que empujar la pelota: el tercero, y su segundo tanto de la mañana.
Con el paso de los minutos, la presión amarilla disminuía aunque seguía siendo el dueño del partido ante un equipo norteafricano que ofrecía nada de nada. Y en la recta final, Barragán sacaba al campo a Güiza y Despotovic por Jandro y Álvaro para refrescar la zona de arriba, en la que Salvi, ya algo más apagado, se mantenía como el hombre más peligroso.
Un triunfo sin dudas –y aplausos para despedir al equipo, aunque sin excesos- para seguir disipando las muchas dudas que lleva generando durante toda la campaña el Cádiz. Parece que hay mejoría, tanto en juego como sobre todo en sensaciones. Y el quinto clasificado ya se deja a diez puntos. Toca seguir creciendo y creyendo, la próxima jornada ante el San Roque de Lepe, otro conjunto que lucha por no descender. DIARIO Bahía de Cádiz
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