Más de una veintena de ciudades de todo el país celebraron este sábado movilizaciones bajo un espíritu renovado del “no a la guerra” –rechazando la respuesta militar a la masacre terrorista de París-, en respuesta al manifiesto ‘No en nuestro nombre’, iniciativa impulsada por un grupo de destacados rostros de la cultura, activistas y alcaldes ‘del cambio’. Unas 200 personas secundaron la convocatoria en Cádiz, en la plaza de San Juan de Dios.
Más de una veintena de ciudades de toda España celebraron este sábado 28-N movilizaciones bajo un espíritu renovado del “no a la guerra” –rechazando la respuesta militar a la masacre terrorista de París del 13 de noviembre-, en respuesta al manifiesto ‘No en nuestro nombre’, iniciativa impulsada por un grupo de destacados rostros de la cultura, activistas y alcaldes ‘del cambio’, entre ellos el de Cádiz, José María González ‘Kichi’; documento al que en menos de una semana se han adherido casi 35.000 personas, conocidas y anónimas (AQUÍ se puede apoyar todavía).
La concentración principal de la jornada tenía lugar en Madrid a mediodía, en la plaza Reina Sofía, en la que coincidían el alcalde gaditano –camino de A Coruña para participar en un encuentro de ‘Ciudades por el bien común- y la parlamentaria y líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. Paralelamente, unas 200 personas secundaban la convocatoria en la capital gaditana, en la plaza de San Juan de Dios, respondiendo a la llamada de la plataforma ciudadana ‘Cádiz contra las guerras’.
‘No a las guerras. Derechos y libertades’, ‘Por la paz. No a la guerra. No a las maniobras de la OTAN’ o ‘No en nuestro nombre’, fueron alguna de las pancartas y carteles de la concentración gaditana en la que estuvieron representantes de colectivos, del Gobierno municipal de Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común (como Martín Vila o Ana Camelo), cargos de IU (como sus cabezas de lista al Congreso y al Senado por Unidad Popular, Santiago Gutiérrez –quien ha evidenciado que experiencias como las de Iraq, Afganistán o Libia demuestran que las intervenciones militares “no resuelven los problemas en los países de origen, sino todo lo contrario”- y Gonzalo Alías, respectivamente) y de Podemos de la ciudad y otros puntos de la provincia (como el número dos al Congreso, Juan Antonio Delgado, o el parlamentario andaluz Jesús Rodríguez).
Con esta protesta simbólica se ha reclamado un cambio en las políticas internacionales en las que prime “la cooperación, la paz y donde se dialogue para buscar soluciones reales a un problema que nos afecta a todos”. “Si las bombas fuesen la solución a los problemas en Oriente Próximo y en Oriente Medio no existirían ya esos conflictos, cuando lo que hemos visto ha sido justo lo contrario”, se ha insistido desde IU.
Estas movilizaciones en ciudades de todo el Estado, también en Sevilla, Zaragoza, Barcelona, Bilbao, Salamanca o Valladolid, surgen a raíz del manifiesto que impulsan, entre otros, alcaldes ‘del cambio’ como Ada Colau (de Barcelona), Xulio Ferreiro (A Coruña) o Pedro Santiesteve (Zaragoza), además del de Cádiz, activistas, destacados rostros del mundo de la cultura, y colectivos pro-derechos humanos, como: Juan Echanove, Antonio de la Torre, Pilar Bardem, Nacho Vegas, Alberto San Juan, Juan Diego Botto, Angel Cappa, Carlos Bardem, Aitana Sánchez Gijón, Emma Suárez, el ‘Gran Wyoming’; escritores y periodistas como Sukeina Aali-Taleb, Belén Gopegui, Marta Sanz, Isaac Rosa, Roberto Montoya, Javier Laso o Cristina Maristany; o los políticos Alberto Garzón, Teresa Rodríguez y Manuela Carmena.
#NoEnNuestroNombre es una reacción ciudadana frente al horror de los atentados del pasado 13-N en París (Francia) y de los bombardeos masivos sobre población civil con los que han respondido las potencias occidentales. Los firmantes consideran que “ni los recortes de libertades ni los bombardeos traerán la seguridad ni la paz” y se niegan a que en su nombre “se justifique el terrorismo, la islamofobia y la guerra”.
“NOS NEGAMOS A SER REHENES DEL ODIO, EL TERROR Y LA INTOLERANCIA”
Los promotores de este renovado movimiento antibelicista en España entiende que “en estos momentos la ciudadanía no solo no puede esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el terror, y mostrar nuestra repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Bush-Blair-Aznar”, se subraya en este texto trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, que se sentencia con un claro: “ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz”.
“Los brutales atentados perpetrados en París –señala este manifiesto- buscaban instaurar un clima y un régimen de terror entre la población, levantando muros de sospecha y odio entre vecinos, quebrando la vida en comunidad e instaurando la política del miedo en nuestro día a día. Si la respuesta a la barbarie pasa por suspender derechos, recortar libertades y encerrarnos en casa, la victoria del terrorismo será total. Si al dolor por las víctimas inocentes se responde provocando más dolor a otras también inocentes, la espiral será imparable. Si buscamos culpables entre nuestros vecinos y vecinas por el simple hecho de vestir o pensar diferente, si criminalizamos a quienes huyen precisamente de ese mismo horror, estaremos contribuyendo a apuntalar los mismos muros que el fanatismo quiere crear. No podemos permitirlo”.
“El fanatismo terrorista del Daesh (ISIS) es funcional y retroalimenta al fanatismo racista europeo, mientras nuestros gobiernos practican recortes de derechos sociales y libertades fundamentales, xenofobia institucional y bombardeos indiscriminados, que se han demostrado ineficaces”, continúa el escrito, remarcando que “nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad. Aquí, en París, en Iraq o en Siria, son los pueblos los que ponen las muertes mientras unos y otros trafican con influencias, armas e intereses geoestratégicos. El odio fanático de unos no puede esgrimirse como justificación para nuevos odios. Nos negamos a ser rehenes del odio, el terror y la intolerancia, eso sería claudicar ante el terrorismo”.
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