Ante la mirada desconcertada de turistas y visitantes, móvil en mano para grabar a los oriundos hastiados con la gentrificación, cientos de vecinos han salido en la mañana de este sábado 29-J a las calles de la capital gaditana en defensa propia, gritando “basta ya”, secundando la llamada de la plataforma ciudadana de reciente creación, Cádiz Resiste, contra la dinámica de turistificación que también sufre la ciudad y sus efectos principalmente en la vivienda (cada vez hay menos oferta y menos alquileres, al tiempo que se disparan los precios) y en la “pérdida de identidad de la ciudad”. La protesta ha coincidido con otra similar, con las mismas motivaciones, celebrada en la capital malagueña.
La marcha bajo el lema ‘Recuperemos nuestros barrios; Cádiz para vivir, no para sobrevivir’, por el centro histórico, que ha congregado a unas 2.000 personas (y ha estado arropada por PSOE y Adelante Izquierda Gaditana, los dos partidos de la oposición en el Ayuntamiento), se ha desarrollado desde la plaza del Palillero a la plaza de San Juan de Dios, donde se ha leído el correspondiente manifiesto; pasando además por El Pópulo, uno de los barrios que más está padeciendo la fiebre de las viviendas turísticas: según datos oficiales, Cádiz ya es la capital andaluza con más con más Viviendas de Uso Turístico (VUT) por habitante, 21 por cada mil, y sin contar las viviendas turísticas ilegales y las de alquiler por temporada.
De hecho, el pasado día 26, El Pópulo se movilizaba con otra concentración contra los desahucios por parte de propietarios y especuladores avariciosos que optan por el negocio de los pisos para turistas frente al alquiler residencial. El caso más mediático de los últimos tiempos es el de una anciana de 88 años a la que iban a echar de su casa de casi toda la vida junto a la Posada del Mesón, desahucio paralizado tras intervenir la Fundación Cádiz CF, que ha comprado la modesta vivienda y permitirá que María siga en su barrio, y pagando la renta antigua.
Las consignas escuchadas en la protesta hablan por sí solas: “Capitalista, fuera de mi vista”; “Que no se eche otra baraja, Cádiz pa el que la trabaja”; “Cádiz, espabila, que mi casa no se alquila”; “Si te pago el alquiler, me quedo sin comer”; “No es turismo, es neocolonialismo”; “Hay muy poca Caleta para tanta maleta”; “Socorro, auxilio, Cádiz en peligro”; “Qué pasa, qué pasa, que nos quedamos sin casa”; “Cádiz no se vende, se ama y se defiende”; “Por culpa de los pijos, me quedo sin un piso”; “No queda calle pa tanto turismo”, o “¿De quién es Cádiz?, de los gaditanos ¿Quién paga Cádiz?, los gaditanos”.
“HAY QUE PONER LÍMITES AL TURISMO Y HAY QUE PONERLOS YA”
Cádiz Resiste, colectivo intergeneracional e interseccional “sin pines ni banderas” integrado por vecinos “hartos” del turismo invasivo que va convirtiendo a la ciudad en parque temático “para ser contemplado y consumido por turistas” que “expulsa a los gaditanos”, con esta exitosa marcha del 29-J comienza a luchar con “acciones concretas” por el derecho a la vivienda residencial en Cádiz frente a la saturación de pisos turísticos y por un modelo basado en el comercio local frente a las grandes franquicias pensadas para el público turista que igualmente eleva los precios de los locales para emprendedores de la ciudad.
Entre las reivindicaciones de la plataforma trasladadas a DIARIO Bahía de Cádiz, principalmente mirando al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía, se encuentran la activación de una moratoria que frene la concesión de licencias para viviendas turísticas y hoteles durante el próximo año (ello incluye la oposición a la venta del suelos del antiguo Campo de las Balas para uso hotelero), la puesta en marcha de una tasa turística al objeto de financiar actuaciones pensadas para la gente que vive en la ciudad, un incremento de la tasa de recogida de basuras y del IBI para las viviendas con fines turísticos y hoteles, así como una “persecución real” de los pisos turísticos ilegales que existen en la capital.
“Llamamos a la gente de Cádiz a que se una y luche por la ciudad, porque con esta dinámica de turismo descontrolado y especulativo cada vez habrá menos gaditanas y gaditanos que puedan vivir y hacer vida en la ciudad. Hay que poner límites al turismo y hay que ponerlos ya, porque los efectos son irreversibles. Cada vez es más difícil acceder a un empleo digno en Cádiz, lograr un alquiler que no esté por las nubes y comprar en un comercio que no sea una franquicia pensada para turistas con precios para turistas”, han repetido en los días previos a la manifestación desde Cádiz Resiste, que también ha insistido en que “no estamos en contra del turismo, pero sí de este modelo invasivo que acapara todo, que acaba con las ciudades”, y que en los últimos tiempos también ha movilizado a otras ciudades del Estado saturadas del trasiego de las maletas con ruedas como Canarias o Mallorca.