JORNADA 16. Último choque en el Carranza (triste con la grada desierta) del inolvidable (para lo bueno y sobre todo para lo malo) 2020, el año de la vuelta a Primera de un Cádiz (con un presupuesto nunca conocido en su centenaria historia, de unos 51 millones de euros para la vigente temporada, según se aprobaba en la reciente Junta de Accionistas) que tras un estreno de campaña impensable, buscaba en la gélida noche de este martes en plenas fiestas navideñas frente al Real Valladolid cortar la complicada racha de derrotas que empieza a intranquilizar a alguno, camino de consumirse la primera vuelta.
Partido que llegaba tras horas de cierta incertidumbre, después de constatarse un falso positivo por coronavirus entre los amarillos que ha obligado a someter a jugadores y técnicos a un puñado de test más para descartar casos.
“Moralmente estamos tocados porque hemos perdido tres partidos seguidos y porque nos han puesto en nuestro sitio. Cada uno es libre de pensar y soñar, pero la realidad es esta”: eran las palabras de Álvaro Cervera en la previa del choque, en el que se presentaba un once con dos novedades: Choco Lozano e Iván Alejo midiéndose al equipo de su tierra. Así, de inicio salían: Ledesma, bajo palos; Iza, Pacha Espino, Cala y Marcos Mauro, en defensa; con Fali y Jonsson en el centro del campo; Perea y Alejo por los costados; y arriba, Negredo y el hondureño. De nuevo el multiusos Álex Fernández al banquillo.
Con susto comenzaba a rodar la pelota, y es que no se había cumplido ni el primer minuto y Weissman de cabeza la estrellaba en el larguero. La réplica local se concretaba en el minuto 8, una buena asistencia de Fali (cómodo en su nueva posición) desde la media a Negredo, que cabeceaba algo alto. Poco después era Lozano el que gozaba de una ocasión revolviéndose en el interior del área. De momento, ni uno ni otro se imponía al contrario, aunque ambos lo intentaban, en la teoría, con arreones alternos.
En el minuto 31, Choco caía dentro del área mas nadie quiso ver penalti, ni el árbitro ni la supuesta revisión del VAR. Quizá ni lo hubo. En esa misma jugada, Álvaro Negredo probaba de nuevo con otro cabezazo tímido. Y con más frío que otra cosa, se cerraba un igualado primer tiempo.
Cervera introducía su primer cambio en el descanso, dejando en la grada a Alejo y metiendo a Álex. Y en el 60, eran Jairo y Álvaro Giménez los que se sumaban al juego por Perea (desaparecido) y Choco (fundido). En ese intervalo, Cádiz y Valladolid seguían mostrándose impotentes, imprecisos y sin demasiado criterio (pases, a lo que salga) a la hora de hacerle daño al otro.
Un disparo de Negredo en el área que atrapaba Masip sin dificultades era casi la única ocasión hasta el momento de los amarillos. Y por momentos a falta de veinte minutos, el partido se convertía en un correcalles que no deseaba nadie. Una casi ocasión de Giménez respondida minutos después por Toni Villa animaba, algo, la recta final. Y para el colofón, Bodiger y Malbasic entraban por Jonsson y Negredo.
Iza Carcelén tenía una oportunidad, desperdiciada, botando una falta; y a Jota se la paraba sin problemas Conan. Ya en el descuento, Pacha Espino ponía en aprietos al portero, que la mandaba a córner… y el de negro cortaba ahí el encuentro, sin goles.
Reparto de puntos que no deja descontento al técnico local: “la primera parte no me ha gustado, pese a que hemos tenido dos ocasiones claras, y la segunda sí me ha gustado mucho y creo que hemos estado mejor que ellos. Y dejamos la portería a cero. Seguimos aprendiendo de Primera, yo también”, reflexionaba Cervera en su rueda de prensa; añadiendo que “hay que pulir ciertas cosas, meter algo de velocidad, y ser capaces de igualar el centro del campo”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway