“Si consideramos que la transmisión oral es una de las fuentes de donde ‘maman’ los historiadores, claro que es un libro de historia”. Así descubre su autor este nuevo título de Q-Book. Rescata las vivencias de una mujer iletrada, de una generación “que va desapareciendo, y si no recogemos sus relatos, se perderán para siempre”.
‘Boca a boca’ es el nuevo título de la editorial Q-Book Cultura Integral, a la venta desde este mes de mayo. Un “libro memorialista, y muy orgulloso de que así sea” firmado por Fermín Aparicio con prólogo a cargo del también gaditano Pepe Pettenghi.
La obra parte del concepto del boca a boca, la transmisión oral de lo vivido, la forma natural a través de la cual las personas han ido dejando su legado a las sucesivas generaciones. En el caso de España “ha sido mayoritariamente el conducto que los perdedores han utilizado para dar a conocer sus propias experiencias sufridas”.
En este sentido, este libro recoge los relatos contados, “la mayoría de las veces en voz baja, casi al oído”, por Lucía, durante el transcurso de toda su vida. “Es un intento de que sean incorporados a la historia formal de nuestro pasado inmediato, no tanto como historia individual, si no como auténtico relato de toda una parte de nuestra sociedad”, remarca la editorial. Además, y con el mismo objetivo, en ‘Boca a boca’ se relata la vida de un joven, Higinio, asesinado y desaparecido con 23 años en 1939; hermano de Lucía, forma parte de su propia vida, recuperándolo para la memoria.
“CLARO QUE ES UN LIBRO DE HISTORIA, DESDE LUEGO FICCIÓN NO ES”
Fermín Aparicio reflexiona para DIARIO Bahía de Cádiz que su libro (que presentará en sociedad el 18 de mayo) “no es de historia en el sentido academicista, es un libro que como veréis en su contraportada recoge los relatos, las historias, que ha ido contando durante toda su vida Lucía. Una mujer que, sin saber leer ni escribir, ha ido desgranando a través de la transmisión oral, no solamente su historia, sino la de una buena parte de su generación. Pero si consideramos que la transmisión oral, el boca a boca, es una de las fuentes de donde ‘maman’ los historiadores, claro que es un libro de historia, desde luego ficción no es”.
Por otro lado, el propio autor se pregunta si ‘Boca a boca’ es otros libro más memorialista, de recuperación de memoria democrática: “el que a partir, sobre todo, de la serie de novelas de Almudena Grandes sobre el golpe de Estado del 36 y la postguerra, parezca que estamos estamos en una especie de moda de la memoria histórica, a mí me parece que no se trata tanto de cantidad de publicaciones de esta temática, desgraciadamente, sino del impacto que ha tenido por su alta calidad la obra de Almudena. Creo que además, después de más de 90 años, sí que es creciente el deseo, el empeño de mucha gente de incorporar a la historia, la historia de los perdedores, en ese sentido sí, sí es un libro memorialista, y muy orgulloso de que así sea. Por otro lado, es una generación que va desapareciendo, y si no recogemos sus relatos, se perderán para siempre”.
El libro, repasa Aparicio, “tiene como dos partes diferenciadas, no inconexas porque es el mismo hilo que comienza en 1916, un joven que con 23 años es asesinado y enterrado en alguna cuneta en 1939, y termina en 2023”. Son dos las personas que intervienen, el relato de Higinio Sáez, desaparecido en 1939, “como intento de recuperación de la memoria de su vida”. Y por otra parte Lucía Sáez que nace en 1932 y es hermana del anterior. “Lucía, mujer a la que el golpe de Estado le deja sin padre y sin un hermano, no llega nunca a aprender a leer, pero siempre ha contado sus recuerdos a quien quisiera escuchar. Y es a partir de estos relatos, y su transmisión oral, sobre los que se construye el libro, hasta el punto que le da el título”.
“Como todos, una parte de nuestra vida puede tener tintes trágicos, y más si te ha tocado vivir los periodos que Lucía e Higinio han vivido, y me refiero al golpe de Estado del 36, la guerra y el dilatado periodo de franquismo, pero la mirada y los relatos de Lucía sobre su vida -apostilla el autor de la obra- no son ni mucho menos trágicos; es más, casi siempre les suele poner cierta dosis de optimismo, aprovechando incluso ciertas situaciones para reírse de casi todo. Una amiga me hablaba cuando leyó el libro que tenía cierta dosis de picaresca, y en verdad creo que pudiera ser así”.