Dos agentes de la Policía Local de Cádiz que al mediodía del martes patrullaban por la orilla de la playa Victoria, a la altura de la calle Brasil, rescataron a un bañista que se estaba ahogando. Percibieron movimientos extraños en esta persona corpulenta en su forma de nadar y decidieron no perderle de vista. Lograron alcanzarlo cuando se encontraba totalmente sumergido, manteniendo sólo los pies fuera del agua.
Dos agentes de la Policía Local de Cádiz que al mediodía del martes patrullaban por la orilla de la playa Victoria, a la altura de la calle Brasil, rescataron a un bañista que se estaba ahogando.
La pareja, compuesta por un subinspector y un agente, se detuvo a observar desde el vehículo policial a esa persona puesto que les llamó la atención su forma de nadar. Aunque en principio no realizó ninguna señal de auxilio, los policías pudieron percatarse de cómo el bañista realizaba movimientos descoordinados propios de una persona con problemas de flotabilidad. A pocos metros del mismo se encontraba otro bañista que se dirigía hacia él también sin solicitar ayuda. No obstante, los agentes decidieron no abandonaron la zona.
En unos segundos, comenzó a realizar movimientos bruscos y agitados, y la persona que se aproximaba trató de agarrarlo solicitando ayuda. Los agentes se acercaron rápidamente al lugar comprobando la urgencia de la situación e iniciaron el protocolo de salvamento. El subinspector solicitó la activación de los servicios de sanidad y salvamento, así como apoyo policial. Y a continuación, inició la entrada al mar, relatan desde el Ayuntamiento en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Una vez confirmado el envío de los servicios de salvamento y ambulancia, el otro agente realizó también la entrada al mar. Durante la aproximación observaron cómo el individuo dejó de agitarse, dándose la vuelta en el agua y sumergiéndose totalmente, manteniendo sólo los pies fuera del agua.
Los policías lograron alcanzarlo, encontrándolo ya inconsciente, por lo que realizaron la maniobra de giro y liberación de las vías aéreas e iniciaron la extracción. El bañista, de 47 años de edad y residente en Cádiz, es un varón muy corpulento, con un peso superior a los 100 kilos, lo que unido al estado de inconsciencia dificultó en gran medida que pudiera ser sacado del mar. Es por ello que fueron ayudados en la fase final, próximos ya a la orilla, por personal de salvamento.
Una vez fuera del agua, se iniciaron las maniobras de reanimación, comprobando el estado de conciencia. Durante dicha fase, el bañista expulsó gran cantidad de agua y espuma, recobrando el conocimiento. Se le colocó en posición lateral de seguridad facilitándole la expulsión de agua y fluidos. A continuación llegaron los servicios sanitarios, realizando la valoración inicial de la víctima, procediendo a estabilizarla. Y se trasladó al Hospital Puerta del Mar.
En el lugar se encontraban familiares de esta persona, su hermano y su cuñada, que resultó ser la persona que se aproximó inicialmente en su ayuda. Ambos mostraron a los agentes su agradecimiento tanto por la rapidez en la ejecución como por el resultado de la intervención.
Según diagnóstico facultativo, en el momento de la asistencia y traslado el bañista se encontraba en estado de semi-ahogamiento. Ya en la ambulancia manifestó que el accidente se produjo cuando, a consecuencia de un escalón, perdió pie, dejando de tocar el fondo, lo que le provocó desorientación entrando finalmente en estado de pánico.
A la finalización del servicio, esta persona se encontraba en observación, fuera de peligro, salvo complicaciones.
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