La Junta de Andalucía, como lo está haciendo en las ocho capitales de la comunidad autónoma, ha inaugurado este lunes en Cádiz junto al Ayuntamiento un monumento homenaje a los profesionales de los servicios esenciales que han luchado en primera línea contra la pandemia del coronavirus, en especial, los sanitarios.
La escultura se ha colocado en la rebautizada avenida de la Sanidad Pública, en los jardines situados frente a la glorieta Lebón (rotonda de San Severiano); curiosamente en el mismo sitio que hasta hace unos meses ocupaba el busto del rey jubilado Juan Carlos I, que también daba nombre a esta avenida sobre el soterramiento. El actual equipo de Gobierno local apostó (con la abstención socialista y el rechazo de las derechas) por quitarle dicho reconocimiento tras evidenciarse en los últimos tiempos la dudosa ejemplaridad del Borbón.
El flamante monumento, dos manos que aplauden, es obra del escultor sevillano José Antonio Navarro Arteaga; está hecho con el ‘oro blanco’ de las canteras de mármol de Macael, en Almería (es una donación de la Asociación de Empresarios del Mármol), y es idéntico al que se está emplazando en cada una de las ocho provincias andaluzas.
“Representan el sentir de todos los andaluces hacia el conjunto del sector sanitario. Por supuesto, hacia los profesionales del sistema de salud pública y, también, el sector privado, que el Gobierno de Andalucía puso al servicio de todos los andaluces, y donde hemos encontrado una enorme colaboración”, ha subrayado el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, en un momento de su intervención.
Casi nadie ha querido perderse la foto de este acto bajo el sol, con los invitados sentados en plena carretera cortada. La ausencia del alcalde, José María González ‘Kichi’, de baja médica, la ha suplido el primer teniente de alcalde, Demetrio Quirós, que más allá del discurso triunfalista respecto a la gestión sanitaria del popular Moreno Bonilla, ha dejado claro que el mejor homenaje a la sanidad pública “es dotarla de inversión”, y acabar con los recortes, como los que se repiten cada verano con el cierre de camas hospitalarias, por ejemplo.
Por parte del Ayuntamiento gaditano, han asistido además el concejal de Presidencia, Francisco Cano, la concejala de Salud, Eva Tubío, la portavoz del Gobierno y edil de Enseñanza, Ana Fernández, y representantes de los partidos de la oposición, PP, PSOE y Ciudadanos.
Igualmente, han estado presentes entre otros, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre; la presidenta de la Diputación, Irene García; el subdelegado del Gobierno de España, José Pacheco; la delegada del Gobierno de la Junta, Ana Mestre; el delegado del Estado de la Zona Franca de Cádiz, Fran González; la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez; el rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella; diputados, senadores, parlamentarios andaluces (sobre todo del PP); y representantes sanitarios y de los cuerpos policiales.
“UN PEQUEÑO VIRUS NOS HA DADO UNA CURA DE HUMILDAD”
En su perorata, el presidente andaluz ha reflexionado sobre el impacto del Covid-19 en la vida y en las enseñanzas que ha podido dejar esta enfermedad en la sociedad andaluza en su conjunto. Una primera lección, según ha dicho, es la de ser conscientes de que Andalucía cuenta “con los mejores trabajadores sanitarios, que han puesto por encima de todo su vocación, honestidad y dedicación para cuidar la salud de los andaluces”. Además, tal y como ha expuesto, “la pandemia nos ha mostrado como seres terriblemente vulnerables y nos ha dado una cura de humildad, para decirnos que un pequeño virus puede poner patas arriba nuestra sociedad, nuestro modelo de vida y nuestras costumbres”.
Moreno Bonilla no ha olvidado hacer campaña durante su discurso y ha puesto en valor el “avance” que interpreta ha experimentado la sanidad durante lo que va de legislatura, con gobierno de PP y Cs con el aliento de la extrema derecha. Así, ha considerado que Andalucía se encuentra hoy “a la vanguardia de la calidad asistencial” gracias al “esfuerzo” de su Ejecutivo, que ha inyectado en apenas dos años más de 2.000 millones de euros para mejorar el sistema de salud público “oxidando con el tiempo, en el que faltaban medios materiales y recursos humanos”; eso sí, sin mencionar los fondos extras que ha recibido la comunidad autónoma desde el Estado precisamente para afrontar la pandemia.
“Hemos reforzado, actualizado, mejorado y creado instalaciones sanitarias por toda Andalucía y vamos a seguir haciéndolo a través de un Plan de Infraestructuras Sanitarias”, ha agregado. Y asimismo ha presumido de la contratación de más profesionales sanitarios (algo que parece obvio en medio de una crisis sanitaria como la vigente…) y la mejora de sus condiciones laborales. De este modo, actualmente el sistema público de salud en Andalucía cuenta con 120.000 profesionales, de los que 17.800 son de Cádiz.
Desde hace unos días, estos profesionales del SAS se movilizan reclamando el pago íntegro de la productividad de 2019, que todavía se les debe. O el pasado marzo, la Marea Blanca gaditana (junto a otras en otros puntos de la comunidad) volvía a salir a la calle para protestar contra la tendencia privatizadora de este Gobierno andaluz de derechas, aprovechando además el coronavirus como excusa: “las privatizaciones son escandalosas, el destrozo a la atención primaria insoportable. No queremos que siga el silencio actual que parece cómplice de lo que está ocurriendo”, alertaban. Quizá el triunfalismo de Moreno Bonilla debería pisar el freno.
Por otro lado, el presidente conservador ha querido extender ese simbólico aplauso del monumento, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, a todos cuantos han hecho de su trabajo “un acto de generosidad en esta crisis”: desde informadores a fuerzas y cuerpos de seguridad y desde la producción hasta el abastecimiento de artículos de primera necesidad.
Finalmente, Juan Manuel Moreno Bonilla se ha referido a la situación actual de la pandemia y al avance de la vacunación masiva: “este verano alcanzaremos la inmunidad colectiva”, ha remarcado. Con todo, ha advertido que, aunque los ingresados en UCI hayan bajado de 300 en toda la comunidad hoy día, “relajarnos ahora nos puede costar muy caro en salud, en repercusión económica y en recuperación de nuestra vida social”. En este punto, ha hecho un llamamiento a los andaluces a la prudencia y a la sensatez, sobre todo, a los más jóvenes para salir cuanto antes de este gris presente.
CERCA DE 80.000 GADITANOS CONTAGIADOS
La provincia de Cádiz lleva ya una semana en este nuevo escenario llamado por la Junta “de transición a la normalidad”, sin toque de queda nocturno ni limitaciones de movilidad territorial (la mascarilla sigue siendo obligatoria, junto al resto de recomendaciones sanitarias –lavado de manos, distancia interpersonal…-) con una situación relativamente buena: la tasa de incidencia global se sitúa ahora mismo en los 85,4 infectados por cada cien mil habitantes (en el distrito sanitario de la Bahía-La Janda está en 66; mientras en el distrito Jerez-Costa Noroeste es de 87,1). En el caso concreto de la capital, la tasa acumulada por cada cien mil habitantes en los últimos 14 días es de 30,3 casos.
Desde el inicio de la crisis sanitaria hace algo más un año, se han confirmado casi 79.800 positivos por Covid-19 en toda la provincia, y hay más de 75.100 curados; ha habido que lamentar 1.471 muertes relacionadas con la enfermedad. Actualmente existen 80 ingresados en hospitales gaditanos, y de ellos, 25 en UCI (cerca de 5.600 gaditanos han estado en algún momento hospitalizados y 636 han pasado por cuidados intensivos).
Además, desde que se iniciara la vacunación a finales de diciembre y hasta este lunes 17 de mayo, en la provincia se han administrado más de 544.000 dosis (3,8 millones en toda Andalucía), y más de 179.000 gaditanos ya tienen los dos ‘pinchazos’ (más de 1,2 millones en la comunidad autónoma, casi el 18% de la población mayor de 16 años).