DÍA 27 (3ª SEMFINAL)
Levantarte de la cama legañoso y leer “Quinientos tractores con banderitas de EspÁña se dirigen ahora hacia Cádiz”. Y pensar… no vea, carrusel de coros gordo el que va a montar este domingo la Bea Gandullo. Nada, nada, aunque la tractorada sea “ilegal”, les dejamos cortar la avenida unas horas y que se den una vueltesita a comprarse una Cheeseburger, sin pepinillo. Menos mal que no son curritos del metal, y sin banderitas. Calla calla, que ya asoma la tercera y penúltima función de semifinales del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024).
Un martes bien despachao con letras de nivel, potentes y concurseras lanzadas por las comparsas de García Argüez y David Carapapa; los coros de Pedrosa, Fernández y Remolino y de Nandi Migueles; y por las chirigotas de Manolín y del Bizcocho.
¡Cádi, ciudad de las vallas! Ya están casi to tus jardines enjaulados, a salvo de la jauría de meones y meonas que se avecina. ¿Habrá huelga de basuras en pleno sábado de carnavá, Juan? La respuesta en el próximo episodio. Maripili, tira de la palanca y que revolotee de flor en flor este cronicón polinizador. Y no pegarse muchas mascás en la carpa: es un mensaje del Yuntamiento de Cádiz. ¡Ojo!, cuidao con los tipos disfrazados de pokemon…
“coplero, coplero, que Cádiz siempre sea lo primero”
Las 20.03 horas. Va telón. Enciende el farol, Kike. “¡Que no te apague nadie, que no te calle nadie, que la luz que llevas dentro, tu gaditano sentimiento, nunca deja de alumbrarte…, que noooo, que noOOOO!!!!”. Con brío y garra resuena el holaquéhay de estos cegatos de Pedrosa-Fernández, ‘Los iluminados’. “Con la iglesia en Cádiz hemos topado y hasta al mismo Papa las noticias le han llegado… ojalá pueda ver como vive una pesadilla igual que en su biblia, pidiéndole a Cádiz perdón eternamente en una oración, en un huerto de rodilla”, desea el primer tango con otro cosqui al obispo por homófobo, y especulador inmobiliario, también. El término ‘disminuido’ en la Constitución vigente te resuelve el otro tango, que termina llamando “disminuido” a los padres de la Carta Magna del 78 y a los políticos “raros” venideros, “que no hiciste tu trabajo”, hasta ahora. Un poco rebuscao, Juan, que la sociedad actual no es la de hace unas décadas. “Los jugadores negros del Cádi son tan malos que tienen hasta la picha chica”, revela uno de los cuplés de la tanda que ganan algo, algo, por la interacción con el Kike Remolino. Que visto lo visto, no tengo más ná que ver. Y al popurrí, consistente, viendo sin vista pero con otros sentidos…, “sígueme, óyeme, tú que tienes la suerte de ver… Coplero, coplero, coplero, que Cádiz siempre sea lo primero… Cádiz, tú eres mi faro de la eternidad, Cádiz, la luz del sur, sólo a ti, a Cádiz, mi Cádiz, te siento brillar… Mientras te acaricien los vientos, mientras suene un instrumento, mientras salga el sol de Cádiz me siento afortunado por llamarme iluminado, por sentirme, por mi Cádiz, iluminado”. Juan, apaga al salir.
“porque todos tenemos, un amigo embalao”
(las 20.44 horas) “¡Hemos llegao!”. Sacando punta a las circunstancias sobrevenidas para la presentación, que por los atascos provocados este martes por los tractores casi no llega la chirigota al Falla. Se levanta el telón, y aparecen solo las carretillas. Fale. ‘Te como tu cara’, desde Écija con amor, ya se menea. Po no. ¡Cómerme entera!, vocea una anónima desde gallinero. A la voz y al corazón del Teatro Falla se le dedica la primera letrilla, a Eduardo Bablé y a Miguel Ángel Fuertes, a punto de jubilarse ambos dos…, “este teatro tiene algo que enamora, tiene ese age natural del gaditano, y ese veneno que despierta por febrero…”. “A mí mi mare me enseñó desde chiquillo a ser feliz y atragantarme con la risa… me enseñó a comerme el mundo sin mirar atrás, a saborear esos pequeños momentos, que mis penitas nunca me las tragara… lo que nunca me enseñaste es a vivir si una madre”, apunta el otro pasodoble herbívoro, con shentimiento. “Que bien lo estamos pasando después del pase a semifinales… esto pa mí es más grande que un atasco por la autovía…”, suelta uno de los cupletillos; con más efecto el segundo: la postura escaparate de ortopedia “nos viene de lujo cuando nos van a tirar una falta”. Ajá. La gente de este teatro, es tela de güena gente y me han deseado suerte… suerte, suerte, ¡que me suerte! El popu se sustenta en tres o cuatro pildorazos con arte repartidos entre cuartetas sin mucha chicha si no fuera por el recurso de interpretar todo el repertorio tieso y maniatado; y ya se sabe, a Diego Cigala lo tienen congelao, “que después para navidad, el cigala está más caro”; “a mí me gusta el Pacoli, pero me quedo con hambre”, “porque todos tenemos, un amigo embalao”. El Hannibal Lecter astigitano ha caído en gracia. Y Juan, más callao que un cordero…, que bocao te vas a llevar.
“qué prezioza es mi Andaluzía”
(las 21.13 horas) “Y mire pa donde mire, un tesoro tiene usted… aunque tenga la llave no soy su guardián, soy prisionero de este mágico joyero”, recalca la presentación de estos cicerones brilli brilli del dios Momo David Carapapa, dispuestos a enseñarte de Cádi, de este paraíso, “sus secretos, sus milagros, sus rincones”, pero para eso te tienes que esperar al popurrí. Abre ‘El joyero’. Llamando a las cosas por su nombre en cuanto al genocidio que Occidente le sigue permitiendo al sanguinario Estado de Israel…, “ahora no busca justicia porque tiene sed de venganza, tranquilo despacio y sin prisas, se consumará la matanza… y está quedando claro que en el mundo cristiano, los niños palestinos valen mucho menos que los ucranianos… masacran con sus bombas… no le llamen guerra que es un exterminio, no les llamen defensa porque es la venganza de un viejo fascista que es igual de asesino y de miserable que los terroristas”. Pum. Y ensalzamiento verdiblanco túyajabe con girito que se ve de vení de lejos, pero bien rematao, Juan…, “hoy quiero cantar una letra para el premio de Andalucía y decirle con mi cuarteta, qué prezioza es mi Andaluzía… es que de Andalucía yo veo bonito hasta los rodaballos… aunque quizá prefiero renunciar al premio y entonces diría, qué pena más grande de mi Andalucía, los jóvenes se marchan buscando el futuro que aquí se les niega, y se quedan los viejos que se están muriendo en listas de espera”. Pum. Con más perros que niños, serán los que nos paguen las pensiones, elucubra uno de los cupleses; y peperos y socialistas no se ponen de acuerdo en nada, menos a la hora de subirse el sueldo porque son “unos hijos de… EspÁña… los hijosde…”, eeeehhh. Yo te doy una comparsa, y tú a mí me das la vida. Y “de locura” el piropo-gordo-popurrí…, “ya me marcho con mis coplas pa decirle al mundo entero que he nacido para amarte y que Cádiz es un joyero, lleno de piedras preciosas, lleno de perlas bonitas, de joyas maravillosas, y siempre esta musiquita, y siempre esta musiquita…”. Siempre, Juan, siempre. Forever.
“será porque te amo”
(21.58 horas) Con un pequeño recuerdo a Adela del Moral saluda el coro de los niños… ¡Pasajeros al treeeen! Rumbo a la final con un vagón empetao de tontos del tuite, plumillas de la prensa, grandes carnavaleros, miembros del jurado, Hércules Pierrot y hasta don Carnal…, ¿don Carnal?, “qué gran follón… han matado a don Carnal, al culpable hay que buscar”. Platillaso gordo y de par en par el misterio, aunque Juan ya se sabe cómo acaba la novela: ‘Asesinato en el Cádiz exprés’. Si Agatha Christie levantara la cabeza, y me viera aquí cantando… Aquí, pero aquí de verdad, con todo el montaje todavía más cerquita del borde del área. Los variopintos silencios llenan el primer tango con un grito fuerte de chimpón…, “cállate y escucharás, el silencio… pero el silencio que a mí me avergüenza y me hace temblar… silencio del exterminio de miles de palestinos, silencio desde Occidente por nuestra mierda de bienestar”. Bien ahí, Nandi. Y focalizado en las protestas de los pijos-fachas clamando desde los madriles igualdad…, “sólo te importa que viva España, que viva el Borbón… vergüenza de centralismo, que grita su patriotismo que olvida que Andalucía somos el culo de su nación”. Será por la disposición alborotada del coro, pero a veces se les entiende regulá, Juan. O estoy sordo. Uno de los cuplés, fresquitos, hace referencia al nuevo alcalde, de Jerez, “y se ha traído to los tractores pa el carrusel de coros”. Sube a mi Cádiz exprés… que si te subes, tú de emociones vas a morirte. En el singular popu detectivesco se busca al asesino…, “entre todos, sois todos culpables de matar a don Carnal, al concurso, a sus coplas… No se preocupen, que nadie lo ha matado, entre todos vamos a conseguirlo, que no se muera, que siga siempre vivo… que nadie quiera cambiar un carnaval verdadero, que nace del pueblo, que jamás morirá… será porque te amo”. El chacachá de este tren engancha, te cuenta algo y te lo desarrolla. Asín, sí, Juan.
“¡¡a los tractores!!”
(las 22.44 horas) A que se hunde… “suavecito para abajo para abajo para abajo, po todo el mundo para arriba… somos la banda la banda la banda que iba en el Titanic Titanic Titanic…”. Flotando, de momento, el Bizcocho, con la guitarra circunstancialmente, y su ‘La última y nos vamos’. Po no, tampoco se cayó esta vez la chimenea de trescientas toneladas. Incrustando las críticas a los recortes en educación y sanidad en esa primera letra…, “existen diferencias de clase social, hasta en los cruceros según sus plantas… si en altamar hay diferencia imagina en tierra las plantas que nos separan… recortar la educación pa que haya mulos de trabajo, y la sanidad, que es el bote salvavidas que pretende algún farsante, quitarnos a los currantes y dejarnos a la deriva”. Y con suspense y retranca el otro pasodoble más biscochero…, “hoy esta sinfonía quiero dedicar, pa acordarme de un gran chirigotero, sólo decir su nombre es decir febrero… vas más allá del carnaval y de la Tacita… todo un país se está acordando de ti, porque tus coplas necesita… resurgirás aunque ahora tú estés roto, por eso de forma noble, que suene mi pasodoble por don José Manuel Soto”, jajajaja. Bien bien esos cuplés encadenaos con ese tsunami amenazante, y ellos en su casa tienen hueco, o no…, “para ser sólo unos intrusos, nos lleva pitando el oído todo el concurso…”, pullita ahí, desde LA Rinconada con amor, Cádi; y “al que no le guste (el humor negro), qué vamos a hacerle, po que se muera”. A mí, a mí, a mí me cabe el Titanic. “Con la puntita, con la puntita ná más, con la puntita… Un bote, dos botes, ¿ya no hay más botes?… Pero Rose le dijo a Jack, no hay madeeeera… Ahora se ha caído la chimenea, en diferido, lo estaba diciendo, eaaa… Somos la banda la banda la banda que iba en el Titanic Titanic Titanic… Y, nos vamooooos”. El pupurrí naufraga y se hunde, pero es una delicia de mar, un palito de cangrejo, como poco. ¡¡Somos la banda la banda la banda que iba en el…!! Ya no hay stop, Juan.
“Cádiz, suelta el lastre”
(las 23.35 horas) Y del barco escorao del Bizcocho, al barco fantaseado del Chapa, y tiro porque me toca. “Que nos están robando Cádiz, y pa que no se la quede gente extraña, po mejor la robo yooooo… vamos a llevarnos Cádiz, que pa eso Cádiz es nuestro… vente y súbete a mi barco que Cádi esta noche ha echado a volar”. Sube a la nube, Juan, junto a ‘Los colgaos’. Un cate sin medida concentrado en la Casa de Alba, para empezar repartiendo caña: “no se fueron nunca de aquí los terratenientes, y continúan en el presente luciendo sus latifundios y robándole a mi pueblo… herencia de la serpiente, parásitos decadentes, garrapatas de la sangre azul, yo maldigo a vuestra estirpe mil veces… y sé que más pronto que tarde, mi pueblo con fuego borrará vuestra memoria, la estirpe de los vampiros, los zánganos de la escoria, para echaros para siempre de mi tierra y de su historia… son muchos siglos ya de tanta chulería y de tanta impunidad, que al fin la vais a pagar, por ladrones, por corruptos y por robar la sangre de mi Andalucía”. El otro letrón es un cúmulo de sensaciones y vivencias, con advertencia en el remate: “estas son las emociones sagradas, las cosas pequeñas y enormes que tú y yo sabemos, que le dan sentido a esto, pasiones de nuestra fiesta, secretos de este misterio, que nos unen con el lazo más bonito y verdadero… y si no entiendes a qué viene mi arrebato, entérate ya chaval, que eso es el carnaval, y no el fanatismo y la mediocridad que están pudriendo este teatro”. ¿Tú chaval, Juan? Ajolá. El Miguel Bosé está fatal de la garganta…, “cuando se coma un nabo que no le roce la campanilla”, le receta el doctor en uno de los cuplesitos; el otro viene con sherpa pa ascender la Cuesta de las Calesas tras salir de la carpa. Bueno bueeeeno. ¡Y cómo no voy a acordarme de mi capitán Veneno!… ay Cádiz del alma, que tienen tus coplas que a mí es que me llevan, me llevan al cielo. Completo y sublime popurrí para paladearlo en bucle. Sin exagerar. Conjuntando la poesía y el piropo con la crítica, la denuncia y la corgaera…, “Cádiz, suelta el lastre… por la borda… Que viene ya el maremoto, el nuevo milenio ya verás, que viene a por tos vosotros y ahora vamos a ver de ustedes, quién lo va a parar… De momento, devolveros esta ciudad yo no os la devuelvo, que nos quedaremos Cádiz hasta que se la quiera como a Cádiz hay que quererla, y sea el mundo digno de tenerla…”; hasta esa despedida marcial, en la que parte del teatro no se puede resistir y explota con aquello del ¡Hum, no ha pasado el Hum, no ha pasado el Hum…! ¡Tírate de boca, Juan!
“una ciudad se sufre, se llora”
(las 00.02 horas). El último bombaso de la sesión lo asesta la chirigota teletexto, clásica clásica clásica, ‘La chirigota clásica’, la de Manolín y Sánchez Reyes. “Y aquí está nuestra chirigota que no sabe si es barroca o rococó, el concierto comenzó”. Un pasodoble, el primero, que se convierte en un dos por uno: denunciando la pérdida de otro colegio en Cádiz con la excusa de la bajada de la natalidad, y la precariedad en el trasfondo: “cerrar un colegio supone una derrota, de una sociedad que no le importan los niños… se va todo el cariño para la privada… que cualquier pareja en verdad se lo tiene que pensar pa traer un niño al mundo… envejece mi ciudad, camino del cementerio… esa es la derrota de esta sociedad, que está perdiendo a diario el enorme privilegio de escuchar esa risa bendita de la infancia más bonita en el patio de un colegio”. Y chaparrón de chovinismo, con recadito a Santoña, un poné…, “qué fácil resulta sentirse gaditano, para los que viven lejos de la Caleta… ahora la moda es ser gaditano de la gran puñeta… da igual donde nazcas, puedes ser gaditano a la carta… pero en el resto del año, la ciudad que te enamora, ya no es esa Tacita tan bonita y triunfadora… porque una ciudad se sufre, se llora… pa suerte la mía que he nacido aquí, sólo me queda un consuelo, que por mucho que a Cádiz la sientas, no podrás nunca quererla como yo la quiero”. A los cuplés: la Ana Obregón viendo lo que cuesta un piso en Cádi, mejor se alquiló “un vientre”; y ¿comparsa de la cantera?, “con una tranca de este tamaño”, ehh. Eso va por fa, eso va por sol… ¿eso va por sí?, eso va por mí, oee. Zumba por Perales en ese popurrí cordial, atrancao en un quiero y no puedo, lastrado por la frialdad y rareza ambiental que arrastra esta chirigota desde preliminares…, “perdóname amigo mío, prefiero no cantar”. Juan, eso no me lo dices a las cinco de la madrugá después de ocho vasos y con un karaoke por delante…
Las 00.27 horas. Baja el telón. Vamos ya de recogida, Juan, sin preliminares, del tirón pa la cama, caminito a la cama; pero antes le echamos un vistazo al montaje de la carpa, por si hay que bendecirla. Dejamos que la Inteligencia Artificial le suba la cremallera a la parrafada con una de sus frases célebres de garrafón: “El fanatismo es la única pasión que puede llegar a ser más peligrosa que el odio”, dicen que dijo George Orwell. Dany Rodway
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