DÍA 13 (13ª CLASIFICATORIA)
Hoy medio Cádi ha almorzado a la hora de la merienda. Es lo que sucede cuando, a lo Isabel Gemio, te sacan a la venta las entradas de la final del Falla a las dos de la tarde. ¿Final?, pero si todavía vamos por la décimo tercera función de las preliminares de este Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2020), ¡qué bulla tenéis, niña!
Una sesión de sábado sabadete con prisas, y un nivel mejorable, salvándose del tedio las actuaciones dignas de la comparsa de bichos de David Carapapa ‘La canción de la laguna’ y del coro celesital de Chapa-Procopio ‘Gloria bendita’.
Y este domingo ya tienes plan: di ‘No a la caza’ sumándote a la manifestación que saldrá desde San Antonio… pero ¿no a la pesca con caña del país, también? Pedro, Pablo, dadle al carrete. Maripili, quítame las espinas y dale a la palanca, que se zambulla en el mundo mundial este cronicón en falso diresto. Pero antes, ¿quién me subvenciona la carná?
‘LA CANCIÓN DE LA LAGUNA’, CON CONCIENCIA Y CORASÓN
Las 20.07 horas. Arriba el telón. Érase una vez. Ve buscando el fli fli, que la historia va de bichos, una banda de insectos humanizados que le canta sobre nenúfares a Cádi… “ella me inspira, ella me encela, y pase lo que pase siempre nos quedará el carnaval… entre nosotros un pacto tenemos, yo puse la sangre y ella el veneno, este venenoooo”. David Márquez Mateo, uno de los Carapapa, presenta la comparsa ‘La canción de la laguna’, persistiendo en la sencillez de los marqueses. Piropillo a Cádi y al proceso creativo de otro comparsita cuando se va el verano… “y en cualquier boquete va cobrando vida esta melodía, este soniquete, cantando siempre se hace tarde y to me sabe a poco pa ti… déjame soñar otro carnaval, déjame decirte que ahora en la distancia yo te quiero más… y como te prometí, a su cuerpo de roble le arranque a mi vida otro pasodoble no sé si huele a Viña, a Cádi, o a piedra, haz con él lo que tú quieras”. Potito. Y un parto perruno le sirve para reflexionar a la segunda letrilla, “no tiene razón, conciencia ni sabiduría, pero si la tuviera se preguntaría, cómo hay seres humanos que traen al mundo a una criatura, pa tirarla a la basura”. Pacma al poder. En la tanda de cuplés, aligerada, las plagas, “a ver si tenemos una plaga to los veranos de langostinos”, y el satisfayer aquel, y oliendo a “chocho quemado”, ejem…. Y te he escrito una canción pa que sepa el mundo entero, Cádiz Tacita de plata, cuanto te quiero. Los bichitos se dejan de tanta poesía y bordan una primera fase de pupurrí sustancioso y con mensaje crítico sociá, con los ricos más ricos y los pobres más pobres, la gran enseñanza de la crisis… “viendo este panorama, entran ganas de llorar, pero en Cádiz, sin embargo, os dan ganas de cantar… Que aquí se levanta el pueblo cantando, porque un pueblo que canta, jamás es vencido… No hay en este mundo un bicho más grande que tú, tú que matas a tu hembra, tú que matas por matar, que eres como la cangrena, y tú me ganas bicho a mí…”; hasta el chimpón y la emoshión… “es ley de vida, lo que empieza se termina, ojalá mi copla fueran barquitos y encallaran en tus rocas, ojalá Tacita, sí le pregunto diga sí la margarita… para amarte y cantarte para la eternidad”. Pedro y Pablo matarían por una noche de agosto sin mosquito zumbando en la oreja. ¡La libertad!
‘CAÑA QUI, PIN, PIN, PIN’, MANO REGULERA
“Un tirón, pero en el gemelo”. A pescar con ‘Caña qui, pin, pin, pin’. Cuarteto local post-cantera sin rima en proceso de maduración todavía, con Daniel Rosales Gatica como autor. Tres notas, uno de ellos guiri, echando un rato en la Bahía a ver si pican, y soltando pamplinas inconexas y chistes trillados, provocando alguna carcajada más por lo que hacen y la pocavergüen que se les intuye, que por esa parodia, cortita cortita. Si siempre estoy con aguatapá. “El Kichi ahora es el kichicharrones”, afirma uno de los cupleses. En el tema libre se prolonga la parodia no-tengo-ná-que-contar-en-verdad, con la aparición del hermano de uno de ellos, y de la versión mini de Neptuno concediendo deseos… “¿el pin parental?, ¿pondrán otro para salir…?”. Y ajín. Ya se van, ya se vaaaan. Porque son chavales, son de Cádi, y somos güena gente… ¿Lo importante es que la gente se ría? Pedro y Pablo me miran mu malamente.
‘LOS BIENHABLADOS’, CON DOS TESTÍCULOS
Dando lecciones de lengua y habla, y pollasos gramaticales, se sube a las tablas la chirigota de San José de la Rinconada ‘Los bienhablados’, alimentada con sopa de letras… “mi dominio de la lengua, roza toda perfección, por lo que mi cunnilingus es superior…”. Curiosa. Jesús Martínez Mestre es el autor, junto al músico Alejandro Rodríguez Ferrera. Qué importan eses o zetas, “que mi acento es mi bandera”, sentencia el primer pasodoble pro-andaluz. El otro se pone en la piel de la mujer, a la que “asesinan, violan o secuestran”, “han cambiado el maquillaje por las pinturas de guerra… su lucha es la nuestra”. Del hombre, del hombre, aro aro.. Cupleses: uno pantojil y otro soñando con un Cádiz refinado “en el que la Petróleo sea gasolina…”. A buen entendedor, pocas palabras bastan. “Como yo te hablo, nadie te hablará…”, pero estas tablas “me dejan sin palabras”. Por ahí anda un pupurrí decente en el que más que hablar biiieeeen le echan catorce miraditas al diccionario de sinónimos. Olvidan la máxima evolutiva de la economía lingüística. El tigre-felpudo no se ha levantado pa echarse un bailesito, no. Ese meneo, con el Falla de hoy en día, lo hubiera petao, prima. Pedro y Pablo, mudos. No admiten preguntas.
‘LOS ENCADENAOS. XXI’, SOBANDO PANTALLAS
Saca el móvi, Juan. Desde Jaén, con amol, ‘Los encadenaos. XXI’, presos del iphone y el instagram, a la luz de la luna lunera. Con sombrero, por supuesto. Los hermanos Gutiérrez Denia, comparten letra y música, Raúl y Juan Francisco. Una oda al barrio de antaño y a la vida analógica en el primer pasodoble casi de re-presentación… “yo viví una infancia de la que nunca me voy a arrepentir…”. Una relación virtual torcía, para el otro, que acaba en ciberbuying de un nota baboso y pajero de cincuenta tacos. Repertorio metido en el tipo, ta güeno. También esos cupletillos, ajín, Ay niña si yo pudiera tocarte, besarte, ser libre sin tantas cadenas, estaría junto a ti hasta que muriera. La hipocresía y el postureo inundan ese pupo tecnofóbico pero a la vez conestado a las redes asociales, a la droga del siglo XXI para que no te muevas del sofá, comprado en el Ikea, que acaba con lamento… “quiero sentirme libre como las estrellas, quiero ser muy libre, sin caeeenaaaas”. Po apaga el móvi, pollita: es la solución que aportan Pedro y Pablo. Redentores.
‘ENLORQUECIDOS’, AGUA, ¿DÓNDE VAS?
Federico García Lorca nos acompaña esta nochesita en el shentimiento, de la mano de la comparsa portuense ‘Enlorquecidos’, “con tu obra y tu vida me enlorquecí”. Con el tipo inspirado en el Romancero gitano del poeta inmortal, fusilado por los fascistas. “Me sabe a gloria, mi Andalucía”, rematan para empezar, en la enésima letra pro-regionalista y blanquiverde. Y el segundo pasodoble aplaude la existencia del Cádi Genuine, uno de los equipos amarillos conformado por jugadores discapacitados… “ellos no son diferentes, ellos son extraordinarios”. La parienta con el jigo te abre las nueces. Poesía fisna y delicada en los cuplés, rematados con dos estribillos variables. Francisco Clarés Real escribe el repertorio, y Carlos Javier Noriega Chamero firma la letra. Ian Gibson está llorando. Pedro y Pablo me vuelven a taladrar con la miradita. Broca del ocho.
‘GLORIA BENDITA’, CON ALITAS
¿El Elche le ha ganado al Huesca? ¿Ha marcao el Valencia? AlEluyYA aLElUya. Un travieso coro angelical, y celestial, “nosotros no llegamos ni a coro shungo de carnavá… que aburrida es la gloria, otra vez encerrados pa ensayar… ten cuidado si lo encuentras por la calle en carnaval, que te llevo a mi gloria, mi victoria, únete a esta fiesta terrenal, vente que te enseñe yo a volar”. Saluda, con diosa, el tercer coro del impensable tándem Chapa-Procopio, Miguel Ángel García Argüez y Antonio Procopio Baizán. De primero, un metatango que repasa la de “tonterías” que se dicen cada año de la interpretación genuina de los coros… “ni es arte noble, ni es tan ilustre, no es de sangre azul, que lo riega el sudor más común que tiene la gente, tiene la calle… tango gigante, pequeño, valiente, de fuego, dulce y amargo, tango del pueblo, tango de Cádiz, gloria bendita”. Y, marca de la casa, una segunda letra que parece que va por un lado y desemboca en otro… “cuando el concurso quiso romper fronteras, llevaron las coplas como bandera, que Andalucía escuchaba Cádiz gracias a ellos… son pa nuestra historia ya compañeros… el Melli, Quiñones, Rafael Izquierdo, Carlos Ordóñez, gente de Cádi con dos cohone que hicieron grandes los carnavales”. Canalsú, con la cara to partía. Ole las cintas de cassete, niña. Pa la tanda de cuplés, ofendiditos por todas las esquinas, perdón perdón perdón… “y los de siempre saltaron, con el Perdón no cachondearse”, jeje; y el “carácter de este tamaño” de cierta piba. Que la gloria no es un paraíso, no es el Edén, que la gloria es un moscatel. E interesante popurrit, en lo que dice y en sus formas, con su remate meloso y bullanguero… “Palabra de diosa, palabra de dios, palabra del que tiene siempre la razón, que aquí es fanático to el mundo menos yo… Hay una isla de bolsas creciendo en el mar, tiras las bolsas que un día nos van a tragar… Yo cambio esta vida eterna por comprender qué siente un ser humano, quiero saber qué se siente si estoy contigo, o cuando lloras de rabia o lloras pero de alegría, que no hay cielo ni vida eterna, ni gloria ni paraíso, comparable con vivir en la tierra, yo te doy lo quieras por vivir ahí contigo… Que vida en verdad sólo hay una, y esa vida es cortita y fugaz, agárrala bien, que es tuya na más… vive, llora, entra y sal, ama siempre y no habrá final, que esta vida es la gloria, no hay máaaaas”. Ah, ¿pero nos morimos y ya? Si sacas los instrumentos de viento, peco. Pedro y Pablo, rezan… ¡que este mundo es de la genteee!
‘LAS SUPERMAMÁS’, BÚS-CA-LO EN EL LAVAEEERO
Sigue siendo sábado a estas alturas, y ya le pone el tampón a la función la última. ‘Las supermamás’, chirigota de la localidad sevillana de Mairena del Alcor. Madre soltera, una fusión de maruja y superhéroe. En la utoría, Francisco Gabriel Escalante Cordero y Jesús Manuel Selma Martín-Murga. La madre, ese concepto tan de repertorio de la cantera, nutre el primer pasodoble, “aunque no se lo diga, ella es mi heroína… y no recibe un salario y no tiene ni una paga, porque un gobierno canalla considera que mi madre, sólo es ama de casa”. Ana, una niña huérfana, ya tiene mamá en la siguiente letra… “dicen que es adoptada, dicen que tiene dos madres… qué más da que sean dos madres, si ahora son una familia”. “¿Mamá, dónde está la gracia?, ¡en su sitio!”: de lo poco salvable del instante cupleses. Como yo vaya verá, babuchaso babuchaso babuchaso. Y un popurrí ajeno a Cádi, tan exportable y hacendado como el resto del repertorio… “y el felpudo también… y a mí la madre de José me está tocando el toto… porque mi madre es mi superheroína, la mujer me dio la vida”. Pedro y Pablo se abrazan. ¡Se acabó!
Las 00.11 horas. Baja el telón. ¿Ya? Pues sí que es breve la vida, y rutinaria, sosa, eternizada, salvo esos ratillos… como la función de este sábado sabadete. Pedro, Pablo, a comprar yelos y pa la Moncloa. Ya me quedo yo aquí barriendo mientras canturreo alguna coplilla guapa de Juancarlo: “En el norte los del sur pasan frío, en el tren en la ciudad en la gente, en el norte sale el sol escondío, el norte es rico pero aburrío, el sur es pobre pero caliente…”. Dany Rodway
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