La Asociación de Empresarios y Comerciantes de Cádiz está “alarmada” por el aumento de cierres en la capital en los cuatro primeros meses del año. Considera este colectivo que “no existe ya apenas motivación en los titulares de los establecimientos”, y, aprecia que “el público, por mucho que se nos hable de recuperación económica, no termina de notar esa recuperación”. “A quienes padecen esta larga crisis difícilmente se les puede hacer ver lo contrario, porque cada uno de ellos vive y padece el día a día, con cada vez más desaliento, viendo sus establecimientos vacíos y las calles más que desiertas”, se lamenta con pesimismo.
La Asociación de Empresarios y Comerciantes de Cádiz (AceCádiz) ha mostrado su preocupación por el “alarmante” aumento de cierres de establecimientos en la capital gaditana en los cuatro primeros meses del año.
“¿Hasta cuándo voy a poder aguantar con el establecimiento abierto al público?”, es la pregunta que según este colectivo se hacen la mayoría de titulares de comercios y establecimientos hosteleros en la ciudad. “Si bien el comercio en general ha tenido un pequeño incremento en sus ventas en la última campaña de Navidad-Reyes, nada que ver con los descomunales descensos de los años anteriores de esta crisis; el aumento habido no sirve para paliar la grave situación económica por la que están pasando la gran mayoría”, se argumenta.
Y en cuanto a la hostelería, “se hace muy, muy difícil mantener día a día los establecimientos abiertos, ya que el consumo sigue estando muy retraído, y obviamente el balón de oxígeno de navidades, carnavales y Semana Santa, difícilmente permiten sobrevivir el resto del año”, entienden desde AceCádiz, y refiriéndose sobre todo a los negocios del casco antiguo. Y es que, agrega, los establecimientos de la zona de playa y sus aledaños “tienen que subsistir prácticamente nueve meses para ver si durante la época estival pueden enjugar parte de las pérdidas que les supone tener abiertos sus establecimientos los restantes meses del año”. Y siempre y cuando sea un verano bueno, ya que “en la mente de todos está el nefasto resultado del pasado, que solo tuvo una quincena medianamente aceptable, la primera quincena de julio”.
Esta asociación de empresarios y comerciantes asegura que el mes de abril se ha despedido con “una veintena larga” de establecimientos que han tenido que cerrar definitivamente sus puertas, “muchos de ellos emblemáticos y otros tradicionales de toda la vida”, más los que han ido cerrado desde enero: La Galeona, La Nueva del Puerto, La Galería del Arana, Bar Alameda… “Ya el fondo del cajón está al descubierto, y sus propietarios endeudados hasta más no poder. Todo esto en una ciudad a la que no le queda otra que sobrevivir gracias al comercio y la hostelería”, se lamenta en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
“DE POCO VALEN CAMPAÑAS DE INCENTIVACIÓN O CRUCERISTAS”
A juicio de AceCádiz, “de poco valen campañas de fin de semana de incentivación de una tarde (horas), que hoy están en un lugar, mañana en otro, pasado en otro, por mucho que se quiera rotar. Ya que con unas horas que duran las actividades, difícilmente se puede impulsar y dinamizar la economía de la ciudad”.
Y de la misma forma, “de poco nos vale que seamos la tercera o segunda ciudad española que más cruceristas recibe. O quizás deberíamos ser más exactos y hablar de ‘cruce-horistas’ ya que lo que están en tierra son unas pocas, escasas, horas. Y porque la repercusión económica que la mayoría de ellos suponen para el global de los establecimientos es imperceptible o inapreciable, excepción hecha de los situados en las cinco calles o plazas por las que transitan. ¿Y el resto de la ciudad? Basta ponerse cerca de la reja del muelle y ver cuántos turistas van cargados con bolsas de compras Y decir lo contrario es faltar a la verdad”.
“Lo mismo que tampoco son significativas las nuevas aperturas que se van realizando –se agrega-, ya que en un 80% de los casos son establecimientos que cierran sus puertas pasados seis o nueve meses. Señal inequívoca de la situación”.
“NO TERMINA DE NOTARSE ESA RECUPERACIÓN…”
Entiende este colectivo que “no existe ya apenas motivación en los titulares de los establecimientos”, y, aprecia que “el público, por mucho que se nos hable de recuperación económica, no termina de notar esa recuperación”. Eso sí, se ve “con sana envidia”, las distintas campañas que se llevan a acabo en otras localidades cercanas prácticamente durante todo el año, “ofreciendo y tratando de exprimir al máximo sus excelencias”.
Mientras, en Cádiz “podemos presumir de: no tener ni una sola industria significativa; de tener un Teatro Romano cerrado; un Teatro Falla conocido en el mundo entero por las actuaciones de nuestros carnavales, pero cerrado a cal y canto sin que se pueda visitar; un patrimonio escultórico espectacular, pero cerrado a cal y canto en nuestras Iglesias; tres playas urbanas excepcionales pero sin actividades lúdicas durante el año; y por tener, tenemos hasta un Centro de Arte Flamenco que eso sí, últimamente se alquila o cede para cumpleaños…”, como ha ocurrido, presuntamente, con Sara Baras.
“Y además ahora, se nos anuncia un gran centro comercial a la misma entrada de la ciudad, para que el que venga a comprar, no necesite ni entrar en la ciudad. Compre y se marche de vuelta. ¡¡Fantástico!!”, se critica y se recuerda que cuando se presentó el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en su etapa de información pública, las distintas asociaciones de comerciantes plantearon su negativa al mismo: “se ve que como ha llovido algo desde entonces…”.
AceCádiz sentencia que “algunos opinan que manifestar la gravedad de las situaciones en épocas de crisis no ayudan a que el consumidor vaya teniendo confianza en la mejoría. Pero a todos los establecimientos que están padeciendo esta larga crisis difícilmente se les puede hacer ver lo contrario, porque cada uno de ellos vive y padece el día a día, con cada vez más desaliento, viendo sus establecimientos vacíos y las calles más que desiertas”.
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todo verdad, pero no os preocupéis, que la Teo nos abre el segundo puente en agosto, y vendrán hordas incontables a comprar y a comer ensaladilla rusa. Ella no, ella come en su Puerto, con el marido.