JORNADA 15. Rayo y Cádiz pasaron la aciaga noche electoral empatando en un entretenido partido que, a los puntos, debía haber caído en el lado de los amarillos. Se adelantaron haciendo gala de su habitual juego de presión, defensa y contra ataque; recibieron el gol del empate cuando los locales pusieron empeño de verdad y pudieron ganar al final haciendo gala de un más o menos amplio surtido de suertes en el ataque
Álvaro Cervera planteó el partido dejando en el banquillo al inicio a Garrido y Choco Lozano, y alineando en su lugar a Alejo, que correría por la banda derecha, y al canterano Sergio González, que flanquearía al roteño José Mari en el centro del campo. La banda izquierda la gastaría Salvi Sánchez, y algo parecido a la punta de ataque la asumiría Nano Mesa, otra de las novedades de inicio ante la baja del habitual Perea. El resto de la alineación no deparó sorpresas, ni tampoco la manera de asentarse el equipo en el verde tapete de Vallecas. Como siempre, la cosa consistiría en esperar, dejar jugar al rival, robar o esperar su fallo y salir desmelenado al ataque.
De esta manera, antes de los 10 minutos, ya tuvieron los amarillos dos oportunidades claras, en sendas subidas de Iván Alejo que no encontraron rematador, una porque a Nano le faltaron unos milímetros y otra porque Álex Fernández quiso rizar el rizo y aplicar un poco de fantasía al estojanovista trabajo de los amarillos. Y los locales, en cierto modo, creaban ciertos problemas a la zaga visitante cuando se dejaban de rasear la pelota y lanzaban pelotazos y balones largos, provocando malos despejes y segundas jugadas que, tímidamente, provocaron alguna incertidumbre al líder.
Mediada la segunda mitad, los madrileños ya movían la pelota, muy orgullosos de sus cifras de posesión, pero como el que tiene un bocata y no se lo come: sin sacar nada provechoso. El Cádiz seguía replegado, dejando a los de casa menear la bola y amenazando su bocata con mordiscos furtivos en cuanto podían. Y de esta forma, en el minuto 40 Nano Mesa se escapa por la izquierda y centra para que Alejo, solo en el área, remate a placer. Con el beneplácito de ese Gran Hermano que es el VAR, el tanto subió al marcador.
La segunda mitad comenzó con una decoración parecida a la primera, aunque los hombres de Paco Jémez se decidieron a dejar de masticar tanto la jugada y plantearon de nuevo los desplazamientos largos para descolocar un poco la defensa cadista. Aunque con el entusiasmo, siempre dejaban algo de espacio detrás que el Cádiz, sobre todo Alejo, aprovechaba para crear un poco de incertidumbre.
En el minuto 55, Sergio González recibe una tarjeta amarilla por un agarrón a un rival, lo que fue el desencadenante de su cambio en el minuto 63 por Garrido. Un poco antes, coincidiendo con que el partido se empezó a poner un poco tosco, Marcos Mauro recibió otra cartulina amarilla por una dura entrada en defensa. Y un poco después, Iván Alejo, trabajador e insistente durante todo el partido, pero también embarullado como es él, dejó el campo para que saliera el Choco Lozano.
En el 68 un resbalón de Carcelén dejó solo al añorado Álvaro García, que hizo el pase de la muerte para Trejo y el remate fuerte de este fue parado espectacularmente por el cuarentón Cifuentes, que demostró que también juega. Y en la siguiente jugada, Nano Mesa respondió rematando tras un extraño regate donde el guardamenta local también mostró sus cualidades. El partido estaba más abierto, con el Rayo intentándolo como hay que hacerlo y sin chorraditas a lo Guardiola del Aliexpress. Y por eso empató a falta de un cuarto de hora, aunque también con la mala suerte para los visitantes de que el remate de Trejo rebotó en la pierna de Mauro, descolocando a Cifuentes, tras una buena jugada por la izquierda de su ataque.
Tras la igualada, Cervera puso en el campo a Jurado y sacó a Mesa. El Cádiz estaba un poco en shock, y recibió incluso un remate al palo en un córner, pero aún así, se rebeló y Jurado tuvo el 1-2 en sus botas en el 80 tras una fantástica maniobra de Álex Fernández, y luego Choco de cabeza en un córner en el 83. El hondureño, por cierto, había recibido una amarilla como resultado de una tangana que tuvo lugar un poco antes. En el 87 nuestro querido VAR anuló un gol de José Mari por un fuera de juego microscópico de Lozano. El Rayo también pudo marcar en el 89 con un gran disparo desde la frontal, y también Garrido en el 92 pudo dar la victoria a los amarillos al rematar con el coco un corner.
Al final, el encuentro acabó en empate, que en cierto modo, se puede considerar un poco corto para el Cádiz. El Rayo Vallecano lo intentó realmente solo durante media hora del segundo tiempo, y los gaditanos tuvieron muchas oportunidades, sobre todo al final, que hubieran podido desequilibrar la balanza de su lado. En definitiva, fue un partido no muy aburrido para lo que suele ser la media de la Segunda división, y que sirve a los amarillos para seguir puntuando, desde la tranquilidad del liderato consolidado. Y pese a no ganar, el equipo demostró un buen nivel, capacidad de reacción y algunas armas en ataque de las que no exhibe habitualmente. Hay que tener en cuenta que el campeonato es muy largo, y que cuando no se pueda ganar, siempre está bien conseguir un empate. DIARIO Bahía de Cádiz