JORNADA 37. Sin tiempo para lamentaciones en esta mini-liga exprés condicionada por el coronavirus, el Cádiz, tras la derrota en Carranza del fin de semana, se plantaba este martes en Alicante para enfrentarse al Elche con una única idea en la mente del aficionado: ir a ganar (más incluso que por los puntos, por la inyección de moral necesaria para este agobiante sprint final) y despejar el bloqueo que se viene arrastrando desde que se reinició el campeonato; e incluso jornadas antes de que se interrumpiera.
“Todo es muy extraño. En una liga normal con tiempo buscaría soluciones a través de la calma y el trabajo, pero aquí los entrenadores pintamos pocos por ser fútbol exprés. Debemos tener tranquilidad”, reflexionaba Cervera en la previa de este choque nocturno en el Martínez Valero, en el que contó de inicio con: Cifuentes, bajo palos; Akapo, Espino, Fali y Marcos Mauro, en defensa; Bodiger y Álex en el centro del campo; y arriba, Perea y Jurado por las bandas y Salvi acompañando en punta a Nano Mesa. Eso, sobre la pizarra.
En línea con otros partidos (la mayoría), el espectáculo futbolístico brilló por su ausencia en una primera mitad igualada a casi nada, con el balón de un campo a otro sin un control claro. Y prácticamente sin probarse a los porteros.
Entre lo poco destacable de este periodo, en el minuto 10 un buen centro buscando a Nano de Salvi, tras un carrerón por la banda, lo cortaba un defensor en el área pequeña; en el 32, se le anulaba un gol a Nano Mesa por fuera de juego; y ya en el descuento, por parte de los de casa, un tiro del veterano Nino desde el vértice del área se iba fuera. Y a la caseta.
Con el cambio de Nano por Álvaro Giménez volvían a saltar los de amarillo al verde. Y era el Elche el que metía un primer susto pronto, un lanzamiento de Tekio repelido por Álex Fernández con el cuerpo. Pero en el 59, ese susto era mayor: Alberto Perea, tirando de su calidad individual, se inventaba una gran ocasión internándose entre defensores en el área por la izquierda. Y Jurado dejaba su sitio a Pombo.
Los ilicitanos trataban de tomar el control de la pelota y pausar el ritmo todo lo posible y los gaditanos adelantaban líneas y presionaban. O quizá era un espejismo. Seguía sin pasar nada muy allá. Sergio González y Alejo por Bodiger y Salvi ya eran de la partida, y al borde del 90 se concretaba la gran ocasión del choque, y no la firmaba el líder, que a esas alturas parecía conformarse ya con el empate: Pere Milla probaba desde el borde del área y la pelota se marchaba lamiendo el poste, por fuera.
Un 0-0 que deja al cadismo frío, y expectante de lo que hagan esta jornada entre semana Zaragoza, Huesca y Almería. La parte alta de la tabla se puede comprimir demasiado con cinco partidos por delante. Y en este contexto de lucha por el ascenso, los de Cervera pueden presumir de poco actualmente: tres puntos de los últimos doce en juego. “Somos un equipo más, no somos el mejor equipo. En esta liga anormal, nos cuesta más”, a decir del técnico en la rueda de prensa. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF