El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha inaugurado las nueve instalaciones fotovoltaicas promovidas por la empresa mixta Eléctrica de Cádiz en las azoteas de sus subestaciones, en su compromiso por un modelo energético “distribuido y renovable, más eficiente, competitivo y sostenible” para la ciudad.
En concreto, se han instalado un total de 390 placas fotovoltaicas que van a evitar la emisión a la atmósfera del CO2 equivalente al que absolverían 4.286 árboles. Las nuevas plantas, situadas en las azoteas de nueve subestaciones de Eléctrica de Cádiz, ocupan 1.655 metros cuadrados de superficie y generarán 218.000 kWh de electricidad renovable al año.
“Llegamos al Gobierno municipal con la promesa de impulsar las renovables en Cádiz, y si bien las leyes nos lo han puesto muy complicado, con el impuesto al sol del Gobierno del PP y todas las trabas a las renovables que puso Rajoy, no hemos cejado en nuestro empeño”, afirma el primer edil de Sí se puede; que ha defendido las bondades de la energía solar fotovoltaica, resaltando que es una tecnología “madura, segura y muy económica”.
La inversión realizada por la empresa municipal (con Unicaja y Endesa como socios privados) ha sido de algo más de 175.000 euros. Estas instalaciones se calcula que estarán amortizadas entre 6 y 10 años, en función del destino final de la energía. Estas plantas fotovoltaicas tienen una vida útil de unos 25 años, con lo que a partir de esos 6-10 años, “la energía que se produzca en ellas será gratuita”, se remarca en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En este sentido, el alcalde ha manifestado que la fotovoltaica, “hoy con las nuevas leyes, sin trabas legales, cambia completamente nuestra manera de entender la energía y permite que las personas produzcamos la energía que necesitamos allí donde la vamos a usar”.
Por último, ha agradecido a los trabajadores de Eléctrica de Cádiz su profesionalidad, y a la Mesa de Transición Energética y a Agaden su compromiso con la defensa del patrimonio medioambiental y con la construcción de una ciudad renovable y sostenible; y también ha recodado que en 2017, “gracias al impulso del Ayuntamiento y de la Mesa de Transición Energética, Eléctrica de Cádiz pasó de comercializar energía sucia, con una calificación ambiental peor que la media española, a sólo vender energía certificada como 100% renovable”. Posteriormente, en 2018, Eléctrica de Cádiz y Aguas de Cádiz “empezaron a hacer autoconsumo o autoproducción renovable en sus oficinas”, y ahora con estas nuevas instalaciones, la primera de las sociedades multiplica por más de 15 su producción renovable en la ciudad.
Eléctrica de Cádiz ha anunciado además que está trabajando para poder ofrecer en los próximos meses a sus clientes el servicio de autoconsumo fotovoltaico, para que las empresas y familias puedan autoproducir la energía que necesitan “lo más cerca posible, de una manera económica y sostenible”.