JORNADA 23. Nuevo partido vital, otro más, para un Cádiz que sigue esperando refuerzos invernales (y a la vez, la salida de varios jugadores), ansioso todavía en este inicio de segunda vuelta por huir de abajo. En este caso visitando el Nuevo Pepico Amat, el campo del CD Eldense, un rival directo en la clasificación que ya le ha ganado a los amarillos en el presente curso en dos ocasiones (en LaLiga y en Copa).
“Todos los partidos son importantes. En todos hay tres puntos que ya no vuelven si no los coges y, cuando juegas con rivales que están en una posición parecida, los puntos se hacen más importantes”, reflexionaba Gaizka Garitano en la previa del choque; incidiendo en que “en el fútbol, lo único importante es la clasificación. Es ganar partidos, competir y ser un equipo ganador que no pierda partidos. El primer paso lo hemos conseguido para no perderlos. Competimos de tú a tú, pero nos está faltando ese pasito más de hacer goles y ser ganadores”.
De cara al envite de la sobremesa del sábado, los de la Tacita se presentaban en Elda con un once conformado por: David Gil, en portería; Iza Carcelén, el debutante Climent (ante la sanción de Matos), Fali y Víctor Chust, en defensa; Moussa Diakaté y Rubén Alcaraz, en el centro del campo, con Javi Ontiveros en la mediapunta teórica; Brian Ocampo y Rubén Sobrino, en los extremos, y arriba Carlos Fernández.
En los primeros diez minutos el modesto Eldense fue un vendaval y le sacó los colores a un Cádiz muy pequeñito, defendiéndose de todas las maneras, ortodoxas y heterodoxas, frente a los ataques eléctricos. Y en el 6 un paradón de David Gil en un mano a mano ante Dumić tras un saque de esquina evitaba el primero. En la acción anterior, el VAR revisaba y descartaba una pena máxima en el área gaditana.
Pasado ese arreón, los locales se tranquilizaron algo ante un equipo amarillo (de blanco) incapaz de dar dos pases. Pese a ello, tras un par de avisos inocentes, Ontiveros de la nada le ganaba la partida a una defensa aturdida y en el minuto 20 hacía el 0-1. Siete después, tras ver cartulina amarilla, Fali, con molestias desde un rato antes, era reemplazado por Kovacevic.
El conjunto alicantino, pese al varapalo, intentaba seguir merodeando el campo de los de Garitano (y reclamando penalti de tanto en tanto), mientras los visitantes se asomaban puntualmente a la portería alicantina, como el aviso de Brian Ocampo en el 36, desviado.
El mismo uruguayo, en la recta final del primer tiempo con los de casa perdiendo la confianza, luchaba una pelota, se la robaba al defensor, centraba desde la izquierda y Sobrino estaba en el sitio para empujarla y marcar el segundo. Y el 0-3 subía muy poco después, en el tiempo añadido (hasta seis de descuento), en una falta lateral botada por Ontiveros que Alcaraz desviaba levemente. Incluso Ocampo pudo anotar el cuarto antes del ecuador.
CUMPLIENDO EL TRÁMITE TRAS EL DESCANSO
La segunda mitad se ponía en marcha sin demasiada historia, hasta que en el minuto 55 el Cádiz agrandaba su ya goleada. Mario Climent desde la frontal rebañando un saque de córner hacía el cuarto, un debut soñado con su nueva camiseta para quien hace unas semanas estaba compitiendo en Primera Federación, en el Mérida.
El 0-4 daba alas al Eldense, ya sin absolutamente nada que perder, y volvía a acercarse con cierto peligro a David Gil ante un Cádiz en modo relax. Pero con emoción nula, para unos y otros, el sopor se imponía en el verde. Entre tanto, Garitano movía el banquillo y Álex, Zaldua, Chris y San Emeterio entraban en juego por Iza, Ocampo, Alcaraz y Carlos Fernández, que antes de irse al banquillo estaba más o menos cerca del gol… pero el atacante sevillano, por más minutos que juegue, sigue sin estrenarse.
Ya en la recta final, en el 86, los locales marcaban el tanto del honor, un merecido 1-4, logrado por Simo ante un portero algo impasible; y en el otro lado, Ontiveros estaba cerca de hacer el quinto. Y en el descuento, con el Cádiz pensando ya en el viaje de vuelta, encajaba el segundo en contra, aunque el VAR anulaba ese gol de Diego Collado por ayudarse con la mano en el control.
Tres puntos que había que sumar sí o sí para tomar aire y algo de distancia de la zona peligrosa, aunque este equipo más sólido atrás sigue defendiendo de aquella manera, y mostrando carencias a la hora de crear juego. La goleada es, lo dice el titular de esta crónica, engañosa; bienvenida pero engañosa. DIARIO Bahía de Cádiz
/ FOTO: Cádiz CF