La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) celebró haber alcanzado, el pasado ejercicio 2023, unas cifras récord de cruceristas: 679.000 turistas ‘de horas’ que llegaron a la capital gaditana en 347 escalas de cruceros (suponiendo un crecimiento con respecto a 2022 de un 15% en escalas y del 72% en pasajeros).
Y para el presente año, las previsiones iniciales apuntaban a cifras parecidas, unas 330 escalas. En este contexto, y si no hay contratiempos, por ejemplo este 31 de julio se espera que coincidan en el muelle gaditano hasta cuatro cruceros (el Aidastella, el Norwegian Viva, el MSC Virtuosa y el Queen Anne) con alrededor de 15.000 personas, “que se sumarán a las otras 15.000 que pueden pernoctar diariamente en la ciudad entre viviendas turísticas legales, hoteles y apartamentos”, y sin tener en cuenta los pisos turísticos ilegales existentes. “Todo ello mientras el casco histórico apenas supera los 30.000 residentes”, se anota desde la plataforma Cádiz Resiste.
Estos números anuales (en el caso de que todos esos cruceristas pisaran la ciudad) supone multiplicar por veinte en un año la población del centro, “incurriendo en una saturación evidente y en un desequilibrio que provoca una realidad insostenible para los habitantes de la propia capital y, especialmente, de intramuros que es donde se concentran los principales reclamos turísticos”, se alerta.
De hecho, este colectivo ciudadano concluye en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que la ciudad ya es, de todo el Estado español, la que recibe “más cruceristas por habitante”. Así, según cifras oficiales, “llegan cada año seis cruceristas por cada residente en la ciudad”.
“Esta proporción triplica la de Barcelona, tercera en España en esta particular clasificación sobre saturación turística asociada al turismo de cruceros, y por detrás de la ciudad condal se sitúan Valencia y Málaga”. A Cádiz le sigue el puerto de Palma de Mallorca, en segunda posición de este ranking elaborado por Cádiz Resiste a partir de datos oficiales tanto del INE como de Puertos del Estado.
SE PIDE “VALENTÍA” PARA “FRENAR EN SECO EL INCREMENTO DE TURISTAS”
En este punto, se pide “valentía” para regular y limitar esta sobreexplotación turística, y que además se incrementen las tasas y herramientas fiscales que permiten a la ciudad obtener beneficios, para lo público, de este excesivo flujo turístico.
Además, se pone el foco en la “notable contaminación” que supone la actividad de más de 300 cruceros al año en la ciudad, “una contaminación que soportan los residentes de Cádiz todo el año, en una consecuencia más de la turistificación asociada al turismo de cruceros”.
Los portavoces de Cádiz Resiste, Jesús Ruiz y María Sánchez, inciden en que estas cifras “revelan la saturación turística que sufre la ciudad, que no sólo viene de las viviendas turísticas y los hoteles, sino también de los cientos de cruceros que llegan al año y que son además muy contaminantes”.
En definitiva, se urge a las administraciones a analizar “adónde están llevando a Cádiz” y afrontar medidas para proteger al residente de la turistificación. “Es indispensable que se pongan en marcha ya medidas que contribuyan y logren frenar en seco el incremento de turistas que soporta una ciudad tan limitada geográficamente como Cádiz y que está expulsando a las vecinas y vecinos al provocar que, por ejemplo, acceder a una vivienda para residir o comprar a precios acordes a sus salarios en la propia ciudad sea cada vez más complicado”, apostillan desde Cádiz Resiste, joven movimiento que el pasado 29 de junio promovía su primera gran acción, notable manifestación contra este turismo insostenible y la gentrificación.
Frente a estos números, la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), Teófila Martínez, sostenía meses atrás (en alusión a 2023) que en hasta 149 jornadas de los 365 días del año no se registra ninguna escala de crucero, para defender que “Cádiz no está masificada” de este tipo turismo.