El emblemático Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, en el que en plena Guerra de la Independencia frente al ejército francés se debatió la primera Carta Magna española, la mitificada de 1812, ha acogido en la víspera del 213 aniversario de su promulgación una reunión con carácter extraordinario del pleno del Tribunal Constitucional; y no es la primera vez, ya lo hizo en 2012, al calor de los fastos del Bicentenario de La Pepa.
Más allá de un pleno jurisdiccional extraordinario, en el que se han aprobado varias sentencias que otorgan amparo a trabajadoras madres biológicas de familias monoparentales, a quienes les fue denegada su petición de ampliación de la prestación por nacimiento y cuidado de hijo; se ha llevado a cabo un acto institucional con presencia del consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, y del alcalde gaditano, Bruno García. Todo ello en el marco del 45 aniversario de la entrada en funcionamiento del Constitucional, en julio de 1980, “y para homenajear a la ciudad que vio nacer el constitucionalismo español”.
La presencia en la Bahía del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y su comitiva (en ella se incluye al magistrado gaditano y político del PSOE Juan Carlos Campo), ha contemplado además el lunes una visita a la vecina San Fernando (donde desde finales de 1810 comenzó a cocinarse la futura Constitución de Cádiz) y ya en la tarde del martes al propio Ayuntamiento de la capital. Y este miércoles participará en un encuentro con profesorado y estudiantes de la Facultad de Derecho en el campus de la UCA en Jerez.
“LA CONSTITUCIÓN DE 1978 ES EL FRUTO DE UN PACTO PARA CONVIVIR CIVILIZADAMENTE”
En su intervención en el acto del Oratorio, recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, Conde-Pumpido ha defendido el legado de las Cortes de 1812 y la Constitución de 1978: “nos recuerdan que el pluralismo y el espíritu de diálogo pueden dar lugar al consenso y a grandes acuerdos democráticos. Un consenso que necesariamente requiere de respeto hacia las instituciones, hacia los derechos fundamentales y hacia los cimientos de nuestro estado social y democrático de derecho”.
El presidente del Constitucional ha puesto en valor sobre todo la Carta Magna vigente postfranquista, que este año cumple 47 años y está cerca de convertirse en la más longeva de las siete constituciones que forman parte de la historia de España. O lo que es lo mismo, no hay ninguna persona menor de 65 años que haya podido votar esta sacrosanta Constitución.
“Es el fruto de un pacto político y social alcanzado entre todos para convivir civilizadamente. Que no excluye que se produzcan los desacuerdos propios de una sociedad avanzada; pero sí excluye, radicalmente, la violencia en todas sus formas y, al cabo, los enfrentamientos civiles. Es un pacto en el que todas las personas pueden y deben participar. Un pacto que garantiza, de forma indiscutible, la unidad indisoluble de la nación española y la fortaleza del estado social y democrático de derecho”, ha subrayado Conde-Pumpido.
Así, en su perorata ha reivindicado el imperio de la ley “democráticamente aprobada e imparcialmente aplicada” y el estado de derecho; y ha ponderado la relevante función del Tribunal Constitucional que preside para la efectiva vigencia de la Constitución, dado su triple papel de juez de las leyes, juez de los conflictos y juez de los derechos fundamentales: “es el último bastión de las garantías constitucionales, en su papel de máximo intérprete de la Constitución. Un último bastión que le permite configurarse como el último guardián de las libertades”.
“Dado que la Constitución es la razón de ser de nuestra institución, no había mejor lugar para celebrar el 45 aniversario del TC que Cádiz, la ciudad del constitucionalismo español”, ha resaltado.

“TIENE UN PAPEL DETERMINANTE PARA LA PRESERVACIÓN DE LA UNIDAD DE ESPAÑA”
Por su lado, el consejero de Justicia José Antonio Nieto, ha reiterado en su turno que, igual que hace más de doscientos años Cádiz se convirtió “en el último bastión de la soberanía española y en el refugio de las Cortes que redactaron la primera Constitución del país”, “Andalucía sigue hoy comprometida con los valores constitucionales de 1812 y 1978, a los que seguimos leales a pesar del lastre de los populismos, la polarización y el sectarismo”. Populismo, polarización y sectarismo en los que tiene mucho que ver un partido como el suyo, el PP, y sus alianzas con la ultraderecha.
Nieto ha incidido en que el TC, como máximo garante de la supremacía de la Constitución, “ha sido esencial en la consolidación de la democracia, la defensa de los derechos fundamentales y en la interpretación y desarrollo de nuestro sistema constitucional”, contribuyendo así a construir un sólido marco jurídico “que debe proteger a todos los ciudadanos sin distinción, asegurando la convivencia y la estabilidad institucional”.
Asimismo, se ha referido a su papel “determinante para la preservación de la unidad de España y, en un contexto complejo y en continua evolución, el Tribunal Constitucional tiene la obligación de actuar con rigor y prudencia, garantizando el respeto a los principios y valores que nos cohesionaron como sociedad”.
Con todo, este político de derechas ha considerado que “no son tiempos fáciles para el constitucionalismo, España se encuentra en una etapa crítica de su transformación administrativa, la consolidación de nuestra estructura territorial y del reequilibrio del peso entre los poderes del Estado”. “Justo ahí el TC tiene un papel crucial defendiendo, como ya lo hicieron los padres de la Constitución del 78, que por fin España tenga una Constitución de todos, sin adjetivos que excluyan a una parte de los españoles”, ha interpretado.
El consejero ha terminado felicitando a los miembros del pleno del Constitucional “sus 45 años de servicio a la democracia y a la legalidad y su compromiso con la justicia, la libertad y la igualdad, principios que hace más de doscientos años vieron la luz en esta tierra y hoy siguen guiando nuestro camino común en la democracia”.

“EL OBJETO DEL GOBIERNO ES LA FELICIDAD DE LA NACIÓN…”
También ha tenido su momento en este acto institucional el alcalde de Cádiz, Bruno García, que ha regalado al presidente del Constitucional un pequeño ejemplar de la Constitución de 1812, tras leer su artículo 13: “el objeto del Gobierno es la felicidad de la nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el de bienestar de los individuos que la componen”.
“Nuestra historia constitucional (la de Cádiz) es un legado que asumimos con orgullo en favor de la democracia, la libertad y la modernidad de España”, ha remarcado el primer edil del PP, quien ha reflexionado que uno de los retos de la Carta Magna vigente es “ser abrazada por los jóvenes”.