Penúltimo partido de la 2022/2023 y último duelo en casa. Un trascendental choque que el Cádiz supo ganarle (1-0) al Celta. El gol llegaba en la segunda mitad, pero antes del descanso el VAR evitó dos tantos más. Los amarillos, con pie y medio en Primera, no podrán celebrar nada hasta la última jornada.
JORNADA 37. El Cádiz dio un paso de gigante hacia su salvación con los trabajados tres puntos conseguidos en el Nuevo Mirandilla ante el Celta de Vigo. La victoria del Getafe evita la permanencia matemática, pero la realidad es que el descenso, aunque es posible, solo se consumaría si se produjesen las victorias simultáneas de Celta, Almería y Valladolid junto con que el Valencia puntuase en la última jornada. Así, un empate en Elche vale de sobra, y es un objetivo alcanzable. Pero también es palpable que al equipo amarillo le crecen los enanos con frecuencia, y que hasta la última partícula del rabo, todo es toro. Por ello, todavía quedan padecimientos por vivir.
El partido de este domingo, en jornada electoral, empezó con Sergio plantando en el campo lo que hay. Para la próxima temporada, el fichaje estrella debería ser un médico que evite las frecuentes lesiones de los principales jugadores cadistas. Con la corta plantilla restante, la novedad del Choco, esperada, junto con la presencia de Alcaraz en la media fueron las únicas novedades reseñables en un once que lució en la primera parte bastante más que el del equipo gallego. Aunque pese a ello, tampoco llegó a plantear un peligro excesivo.
Los visitantes comenzaron con cierta energía y un par de acercamientos a la portería de Ledesma, pero al cuarto de hora el partido ya era un monólogo de los amarillos. Deslavazado y a trompicones muchas veces, pero monólogo al fin y al cabo. Bongonda tuvo la mejor ocasión a eso de la media hora con un disparo que partió de su pierna izquierda sin éxito. Después llegó el gran espectáculo cómico del VAR, que anuló primero un penalti y luego un gol de los amarillos. No llegaron a salir los payasos pero poco faltó. Con todo esto, se llegó al descanso acabó como empezó. Y con todos los partidos de equipos implicados en el descenso en resultado de empate.
GOL DE SOBRINO
La cosa es que la segunda parte empezó igual, con el Cádiz mandando y el Celta engurrumido. Y con este decorado, en el 53, el dominio de los gaditanos desemboca en una fantástica jugada de Escalante que tras varios regates cede el balón a Sobrino que con un remate fuerte de zurda coloca el 1-0. El VAR en este caso se quedó calladito para mayor gloria del deporte.
Después del gol, lo mejor fue que el Cádiz no se vino abajo a defender de manera automática, y Rubén Sobrino tuvo el segundo gol en sus botas en un pase largo que le plantó delante del portero y que la carga de un defensa frustró.
El equipo celeste movió el banquillo y puso en el campo a su estrella, Aspas, mientras los locales reforzaron la medular poniendo en el verde a San Emeterio en vez del Choco, que peleó y demostró ser un jugador muy valioso que quizás debería haber sido más usado a lo largo del campeonato. Y a partir del minuto 65, los celestes empezaron a marear más la pelota y los de Sergio González recularon.
En el 67, Ledesma sacó un remate de cabeza de Paciencia, dando por inaugurado el período de sufrimiento en este partido, que se acrecentó, por supuesto, con la salida al campo del eternamente atolondrado Iván Alejo. También reapareció Roger, mientras abandonaban el juego Guardiola y Bongonda.
Pese a todo, se llegó al minuto 80 con el Celta más vivo que antes, pero sin provocar tampoco muchos problemas graves a la defensa amarilla, que resolvía medio bien y cuando no lo hacía, Conan se mostraba seguro. Incluso en el 83, Alcaraz y el Pacha se liaron delante de la portería cuando tenían el remate fácil para haber logrado el segundo gol de los cadistas.
En el 85, Momo saltó al terreno de juego para sustituir a Alcaraz, que estuvo serio, arisco y trabajador como de costumbre. Los de la Tacita soportaban el ligeramente inocuo dominio de los celtistas, pero de todas formas los gallegos demostraban calidad y la posibilidad de sorprender en cualquier jugada. En el 90, por ejemplo, Aspas dispuso de una falta deliciosa que estrelló en la barrera. El Cádiz respondió con un remate al poste de Roger que alargaba el sufrimiento hasta el final, más nueve minutos de propina.
El encuentro acabó con la alegría contenida de la permanencia virtual. Se va echando el telón a la campaña, y en cierto modo, considerando el potencial de la plantilla tan mal gestionada en verano, las numerosas bajas por lesión, el inicio horroroso con cinco derrotas consecutivas, el ínfimo nivel goleador demostrado por los delanteros y la falta de contundencia del equipo cuando tuvo opciones claras de alejarse de los puestos de abajo en repetidas veces durante el transcurso de la temporada, podemos concluir que lo de este año es un éxito tremebundo al que, de todas formas, hay que ponerle aún el colofón. En consecuencia, esperemos hasta el beso final de la película para la celebración. Todo puede pasar aún. DIARIO Bahía de Cádiz