La concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Cádiz ha instalado un tiovivo en un lateral de la plaza de la Catedral “con objeto de incentivar el comercio durante la temporada estival”. Una iniciativa, como casi cualquier novedad, polémica.
La empresa Carruseles Ortega es la encargada de explotar esta atracción, que desde el pasado viernes 12 de julio está en funcionamiento en horario de 12 a 14.30 horas y de 18 a 23 horas.
En estos días transcurridos desde su puesta en funcionamiento, menos de una semana, son ya “unas 1.500 las personas” las que han disfrutado del tiovivo, “convirtiéndose así en un atractivo para los más pequeños y también para los mayores”, se subraya en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Este ‘cacharrito’ de diseño clásico permanecerá instalado en esta emblemática plaza del centro histórico (donde en otras fechas puntuales también se ha montado atracciones) hasta el 15 de septiembre como máximo. La empresa adjudicataria del contrato paga 1.500 euros al Ayuntamiento.
Esta iniciativa no ha contentado a todos: vecinos del centro (a los que se han sumado otros de la capital y la propia Federación 5 de Abril) presentaron alegaciones al Consistorio ya que consideran que la plaza de la Catedral, un entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC), “no es el sitio ideal” para este tiovivo, ya que además “estropearía” la estética de la Iglesia, uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Aunque la atracción se ha montado en un lateral.