En el marco del XXII Congreso Internacional del Carnaval que se ha celebrado en los últimos días en Cádiz, se le ha rendido un nuevo recuerdo a Antonio Rodríguez ‘El Tío de la Tiza’ con la colocación de una placa conmemorativa en su casa natal, en el número 7 de la calle Rosario Cepeda.
Javier Osuna, el biógrafo del autor del mítico tango de ‘los duros antiguos’, tras un arduo trabajo de investigación concluyó que el padre de los tangos gaditanos no nació en Conil, sino en la capital gaditana.
“Hoy es un día muy importante y bonito para mí, no sólo como alcalde, sino también como carnavalero porque cerramos un capítulo inconcluso de nuestra propia historia, la del Carnaval de Cádiz, con la aseveración de que Antonio Rodríguez no era de Conil, sino de Cádiz y nació aquí, en la calle Rosario Cepeda”, saludaba el alcalde, José María González ‘Kichi’, durante el acto “de reconocimiento y de justicia”.
Junto a la casa natal de ese primer gran pilar de la músicas y letras del Carnaval de Cádiz que fue Antonio Rodríguez, el primer edil ha señalado el triángulo simbólico que conforman esa finca junto con el futuro “y próximo” Museo del Carnaval y el local que en la calle Sacramento esquina con Columela ocupaba el bar La Lonja, donde el homenajeado se ganó el sobrenombre de ‘El Tío de la Tiza’.
“Este enmarcado cada vez va cobrando más fuerza. Son lugares especiales de nuestra ciudad que conforman parte no sólo de nuestra historia, sino también de nuestros registros, de nuestro lenguaje y de nuestro sentimiento más importante que es el Carnaval de Cádiz”, añadía el primer edil.
Acto seguido, compartía con el bisnieto de ‘El Tío la Tiza’, José Luis Martínez, el descubrimiento de la placa conmemorativa.
Este homenaje, con presencia también de la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, y de ediles de toda la oposición, concluía con la interpretación, por parte del sexteto de pulso y púa, de la polka de ‘Los lilas’, de 1903, y el emblemático tango de ‘Los duros antiguos’, del coro ‘Los anticuarios’, de 1905. El sexteto lo formaron: Nandi Migueles, Adela del Moral, Maribel de los Reyes, Auxi Gener, Julio Pardo y Fali Pastrana.
“LA CIUDAD DE TRES CUNAS”
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, durante el acto también intervenía Javier Osuna, compartiendo numerosos retales de la biografía de Antonio Martínez, que nació en “una calle que tiene un precioso nombre de mujer. De las pocas calles, por desgracia, que tiene nombre de mujer en Cádiz que no sea el de una santa”. Anotó que Rosario Cepeda fue una niña prodigio que encandiló a toda la sociedad del siglo XVIII, y que a esta calle hay que sumar también el nacimiento del torero José Cándido, además de la Casa de Expósito y de la sede del periódico socialista que fundó Fermín Salvochea. “Y de tener aquí, en esta calle, su casa Fernando Quiñones”, ha apostillado.
El historiador e investigador ha precisado que Antonio Rodríguez nació un 24 de diciembre en un taller de costura y bordados que en 1861 había ubicado en la segunda planta de la finca número 7 de esta calle y en el que trabajaba su madre, Ramona Martínez.
Y el presidente de la Cátedra de Carnaval de la Universidad de Cádiz, Alberto Ramos, apuntaba que Cádiz es “la ciudad de tres cunas: cuna del Flamenco, cuna del Carnaval y cuna de una Constitución. Y esto es algo que hay que reivindicar, porque pocas ciudades en el mundo son cunas de constitución: Apatzigán, Filadelfia y Cádiz; Cádiz es cuna del Flamenco junto con otras ciudades como Triana y Jerez; y Cádiz es cuna de uno de los carnavales más importantes del mundo”.
Al hilo, ha pedido al alcalde que se desarrollen en la ciudad itinerarios culturales de patrimonio sobre el Flamenco, el Carnaval y la Constitución. “Placas como ésta son uno de los elementos esenciales para que ese itinerario cultural y patrimonial exista en la ciudad. Serviría para fomentar la economía y también para que la gente deje de pensar que el Carnaval y el Flamenco son negativos, y del fútbol mejor no hablar porque también es positivo”, sentenciaba,
LA HERENCIA DE ANTONIO RODRÍGUEZ
Nacido en la ciudad en 1861, comenzó a escribir agrupaciones en 1885 con ‘Escuela taurina’ hasta que en 1905 escribió el coro ‘Los anticuarios’. Luego marcharía a Sevilla donde continuó su obra carnavalesca hasta su fallecimiento en 1912. En 1917, a los cinco años de su muerte, sus antiguos comparsistas se agruparon en antología.
Hubo que esperar a 1966 para que el Ayuntamiento le dedicara una calle. En 2007 se reescribió su biografía. En 2012 se le otorgó el Antifaz de Oro a título póstumo, y se le dedicó un congreso monográfico a su figura y se inauguró su monumento. En 2013 fue nombrado hijo predilecto de la ciudad. Y un año después, se instalaba en el paseo marítimo un busto en homenaje a su figura.
Su importancia no solo radica en cómo los cánones del tango del Carnaval en Cádiz han continuado las líneas trazadas por él ya a finales del siglo XIX, sino que también influenció a otros carnavales, e incluso a otras representaciones culturales como puede ser el tango argentino.