JORNADA 20. El Carlos Tartiere, este domingo a la hora de la sobremesa, ha sido testigo del Oviedo-Cádiz, un choque nada fácil para los de amarillo que desde que regresaron a Segunda nunca han puntuado en este campo, ahora con el excadista Ortuño entre los suyos. El primero de los tres últimos envites del año para los de Álvaro Cervera, incluyendo el partido copero del miércoles también en Asturias, frente al Lealtad de Tercera.
En el once visitante, para tratar de volver a la senda de la victoria (después de dos empates consecutivos): Cifuentes, en portería; Iza, Espino, Fali y el canterano Sergio González, en defensa; Garrido y Edu Ramos en el centro del campo, con Álex más adelantado y libre; y arriba, Salvi y Perea en los extremos y Caye Quintana de delantero. Choco Lozano no aparecía en la lista por sanción, al acumular cinco cartulinas amarillas.
El líder se ponía por delante en el marcador en el minuto 32, con una buena jugada que acababa con asistencia medida de Salvi Sánchez a la cabeza de Álex Fernández. Era prácticamente el primer remate a puerta de un Cádiz más que efectivo y que hasta el momento se había mostrado bien plantado frente a un conjunto carbayón que trataba de llevar la iniciativa, pero sin generar peligro verdadero.
En el 39, lo intentaba con un zapatazo lejano Tejera, que obligaba a Cifu a emplearse a fondo. Poco más, salvo una trifulca en el área ovetense en un saque de esquina amarillo en el que Fali parecía golpear a Christian Bolaño y este también al defensor cadista. Tras minutos de revisión del tostón del VAR, el árbitro siguió sin ver nada. Y al descanso.
Todavía más movida se presentaba la segunda mitad, que se abría con una ocasión del pelirrojo, y un Oviedo dando un paso adelante, aunque de nuevo sin poder hacer daño real a los de la Tacita, más que serios atrás.
Querol salía al verde por Caye, y Garrido gozaba en el minuto 65 de una interesante oportunidad desde el borde del área, bien atajada por Champagne. Era un aviso: dos minutos después, el delantero recién incorporado cabeceaba a la perfección un centro de Perea por la izquierda. Un tanto anulado en principio, que el VAR revisaba por fuera de juego inexistente, y que se convertía en el 0-2, con celebración postergada.
El varapalo para los de casa convertía el partido en un tenso correcalles, aunque siempre parecía más cercano el tercero del Cádiz que el primer tanto de los ovetenses, cada ratillo más desesperados. Alejo por Salvi y Bodiger por Perea completaron los cambios por parte de los visitantes, pensando en dar refresco a dos de sus hombres claves. Y el 0-2, sin muchos más sobresaltos, se confirmó. “Este es el partido que espero siempre, el que me gusta a mí”, resumía Cervera en su rueda de prensa postpartido.
Tres puntos que certifican que este sólido Cádiz de ideas claras es el gran coco, hoy día, de la categoría: ya campeón de invierno, a una jornada de cerrarse la primera vuelta. Y a falta de jugar el Almería y el Fuenlabrada, los amarillos ven al segundo clasificado, los de Guti, a 8 puntos; y al séptimo (que marca la salida de los play off) a 14 puntitos… DIARIO Bahía de Cádiz