El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz ha propuesto en la Mesa que analiza la viabilidad de las barbacoas del Trofeo Carranza, en su segunda reunión tras constituirse en abril, realizar una consulta popular con el objetivo de conseguir el mayor respaldo a la decisión que finalmente se adopte, bien apostando por su continuidad o bien por su supresión.
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz ha propuesto en la Mesa que analiza la viabilidad de la celebración de las barbacoas del Trofeo Carranza, en su segunda reunión tras constituirse en abril, realizar una consulta popular con el objetivo de conseguir el mayor respaldo a la decisión que finalmente se adopte, bien apostando por su continuidad o bien por su supresión.
En esta reunión participaron miembros de las asociaciones de vecinos más afectadas por la celebración de las barbacoas, representantes de los hosteleros, colectivos ecologistas y técnicos municipales de las áreas de Sanidad, Policía Local y Medio Ambiente.
El concejal de Medio Ambiente, Manuel González Bauza, ha explicado sobre la misma en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “se definieron con más precisión los argumentos, tanto a favor como en contra” de este evento. Dentro de dos semanas se volverá a reunir la mesa con el objetivo de tomar una determinación y realizar una propuesta que se elevará a pleno.
En este sentido, se propuso también realizar una consulta popular con el objetivo de que la decisión que finalmente adopte el pleno cuente con el mayor respaldo posible de los vecinos.
González Bauza resaltaba semanas atrás, tras la constitución de la Mesa, que “por fin se afronte con valentía y naturalidad desde el Ayuntamiento un debate que está en la calle, en la ciudad, desde hace tiempo”, y confiaba en que esta mesa “sirva para definir, desde el consenso, si resulta adecuado en distintos términos seguir convocando la celebración de esta fiesta”.
UNAS 30.000 PERSONAS EN 2015
La afluencia de público a la noche de las barbacoas del Trofeo del pasado verano fue finalmente “más o menos la misma” de las últimas ediciones, “alrededor de 30.000 personas”, pese a que la mitad del nuevo Gobierno municipal decidió sorprendentemente ampliar 200 metros la zona acotada de la Victoria donde estaba permitida la fiesta.
Las horas bajas en la que se ha instalado este controvertido evento es más que evidente, si se atienden a sus cifras, pese a que 30.000 personas, siguen siendo muchas. Pero es que hace algo más de una década, en 2005, se llegó a hablar hasta de 300.000… y a principios de siglo el entonces Gobierno local de Teófila Martínez promovía la asistencia con el objetivo de alcanzar algún record Güiness al olorcito de pinchitos y choricitos al fuego.
A partir de informes de la Demarcación de Costas señalando la importante contaminación del litoral posterior al evento, y de fotos vergonzosas de sofás y otros bártulos abandonados en la arena, el Consistorio cambió radicalmente sus simpatías al respecto y optó por minimizar todo lo posible esta fiesta vinculada a la final del Trofeo, acotando un espacio de la playa para las barbacoas e imponiendo un límite horario, todo ello con el pretexto de facilitar la limpieza.
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