El SAS acaba de repartir el denominado Complemento al Rendimiento Profesional de 2015, los incentivos económicos que abona a casi todos sus trabajadores según hayan cumplido los objetivos de gestión. En el caso del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, según revelan Autonomía Obrera y CGT, se han invertido 5,5 millones de euros entre más de 3.100 trabajadores. Eso sí, hay personas que se llevan un extra de casi 11.000 euros, mientras que la peor retribuida “percibirá tan sólo 0,77 euros”. Más allá de esta dispar distribución, estos sindicatos entienden que estos abonos en concepto de productividad son una “inmoralidad” cuando miles aguardan en la bolsa de empleo temporal una oportunidad para trabajar, y mientras los ciudadanos “sufren los recortes presupuestarios”.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS), como todos los años, acaba de repartir en toda la región el denominado Complemento al Rendimiento Profesional (CRP) de 2015, “o, dicho de otro modo, los incentivos económicos que nos abonan a casi todos los trabajadores del SAS (dejan fuera al personal temporal que no haya estado un mínimo de cuatro meses en una misma unidad) según hayamos cumplido en mayor o menor medida los objetivos de gestión que nos establecieron el año pasado (relacionados en su inmensa mayoría con la contención del gasto o el aumento de la actividad y muy poco con la mejora real de la calidad asistencial)”, revelan desde Autonomía Obrera y CGT en el Puerta del Mar de Cádiz.
Precisamente, estos sindicatos concretan que en el caso del hospital gaditano la cantidad específica que se ha repartido asciende “a la nada desdeñable cifra” de más de 5,5 millones de euros.
“El montante global resulta algo menor de lo que por este mismo concepto se repartía en años de bonanza económica, pero aun así sigue resultando, al menos a nuestro juicio, una cifra absolutamente escandalosa e inaceptable: en primer lugar, porque nuestro rendimiento o compromiso no debería venir determinado por incentivo económico alguno, sino por nuestra mera condición de empleados públicos al servicio de la salud de la población; pero en segundo lugar, y sobre todo, porque tales pagos de incentivos tienen lugar en un escenario general de graves recortes en multitud de partidas sanitarias (especialmente en personal) y cuando en nuestros centros escasean a diario materiales básicos o cierran camas periódicamente para contener el gasto”, se quejan en un comunicado CGT y AO en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
La cifra, se añade, viene a suponer aproximadamente un 50% del presupuesto del propio Puerta del Mar para personal eventual y sustituto durante todo el año, “por lo que, si en lugar de destinar esos 5,5 millones a incentivos, los dedicásemos a contrataciones, la plantilla de personal temporal aumentaría de forma notable, mejoraría la calidad de atención a los pacientes o no tendríamos, por ejemplo, que asistir al vergonzoso cierre de camas de todos los veranos”.
“BRUTAL DISPARIDAD EN LA DISTRIBUCIÓN DE LOS INCENTIVOS”
Pero, para esta secciones sindicales, si ya estos más de 5 millones resultan “escandalosos”, aún más lo es “la distribución específica” de este complemento entre los distintos colectivos de trabajadores del Hospital. Y se señala que en este centro estos incentivos llegan a un total de 3.110 personas, “pero no todas, obviamente, van a resultar retribuidas con la misma cantidad de incentivos”. De hecho, la persona que más cobra percibe casi 11.000 euros, mientras que la peor retribuida “percibirá tan sólo 0,77 euros”.
La causa de esta “brutal disparidad” reside en varios factores, pero el elemento determinante lo constituye la enorme diferencia que existe entre la cantidad que se paga por alcanzar el 100% de objetivos en las diferentes categorías laborales. “Así, por ejemplo, si has alcanzado una puntuación máxima de 10 y eres director de alguna Unidad de Gestión Clínica, recibirás una cantidad media de 10.831,84 euros, pero si eres un trabajador del Grupo E (celador, pinche, lavandero, etc.) la media a percibir se reduce brutalmente hasta los 484,25 euros”.
De este modo, exponen desde CGT y Autonomía Obrera, la diferencia entre los distintos grupos laborales “resulta tan abismal” que, en el reparto concreto que se ha hecho en el Puerta del Mar, aquellos que perciben más de 1.000 euros, que son justo el 50% de la plantilla (1.555 personas), van a concentrar en sus nóminas el 83% de los 5,5 millones de incentivos repartidos. En el otro lado de la balanza, los colectivos que van a cobrar menos de 1.000 euros, y que agrupan justamente al otro 50% de la plantilla (1.555 personas) percibirán ni el 17% de la cantidad total.
Pero es más, dentro del propio grupo de los que perciben más de 1.000 euros de incentivo por persona, cerca del 33% se queda con más del 50% de todo el dinero extra. Aquí entran, y siempre según lo denunciado por estos sindicatos, directores de las UGC (designados directamente por el gerente), el propio equipo directivo del centro, la gran mayoría del colectivo de facultativos especialistas y los cargos intermedios de la división de Enfermería. “Todos ellos son los que realmente tienen capacidad para determinar estancias medias, dictar altas, indicar unas u otras pruebas, contener el gasto farmacéutico, reducir contrataciones, etc., y es, en definitiva, el grupo para el que realmente se creó y estructuró el sistema de incentivos en el SAS y el modelo de las Unidades de Gestión Clínica”, se interpreta.
“Ellos -insisten desde AO y CGT- son los principales receptores de los beneficios de este lamentable invento de los incentivos, creado, por cierto, en el famoso acuerdo sobre política de personal que suscribieron, en el seno de la Mesa Sectorial de Sanidad el 21 de noviembre de 2002, el SAS y CCOO, UGT y CSIF”.
“Estas lamentables cifras no son sino otra prueba más de lo enormemente injusto de un concepto que, desde su creación hace ya 14 años sólo ha servido –para estas secciones sindicales del Puerta del Mar-, en lo retributivo, para agravar las diferencias salariales entre trabajadores, generando desánimo y desmotivación; en lo asistencial, para favorecer la reducción de costes, deteriorar la asistencia y obligarnos a todos a dedicar cada vez menos tiempo a los enfermos y más al registro burocrático de parámetros catalogados como objetivos; y en lo laboral, para potenciar la sumisión a los jefes y la marginación de los ‘díscolos’ que prefieren la atención digna a los pacientes sobre las diligencias burocráticas, las disminuciones forzosas de estancias o la reducción de las indicaciones”.
“UNA INMORALIDAD”
Con todo ello, y además, se sentencia, en la situación general de crisis-estafa, “donde más de 4 millones de ciudadanos no tienen siquiera un salario que llevar a sus casas y más de la mitad no recibe ya ningún tipo de prestación económica, el Complemento al Rendimiento Profesional es una inmoralidad absoluta. ¿Cómo podemos percibir más de 300 millones de euros adicionales en toda Andalucía mientras miles de compañeros aguardan desesperadamente en las listas de la nefasta bolsa de empleo temporal una oportunidad para trabajar, y mientras los ciudadanos sufren los recortes presupuestarios del SAS?”.
Autonomía Obrera y CGT consideran que se hace preciso “un cambio radical de filosofía en nuestras percepciones retributivas en concepto de productividad”. “Urge que desde los máximos responsables de la Junta se regule la eliminación urgente de este concepto retributivo (CRP), de tal modo que una pequeña parte del mismo se incorpore de forma estable a los salarios de las categorías más desfavorecidas y otra, la mayoría, se destine íntegramente a contrataciones. Es lo mínimo que entre todos debemos hacer para apoyar a quienes más padecen esta coyuntura; es nuestra obligación básica como trabajadores con un empleo seguro y nuestro principal deber moral como empleados de un servicio público”.
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