La Zona Franca de Cádiz ha contratado la instalación de electrolineras en su recinto fiscal, tres puntos para recargar las baterías de vehículos eléctricos con dos tomas en cada uno, por lo que podrán dar servicio simultáneo a seis vehículos en total. Asegura que es parte de su apuesta “por la implantación progresiva de la energía verde en sus instalaciones”.
De este modo, ha adjudicado esta nueva infraestructura a la empresa Moneleg por unos 16.300 euros y un plazo estimado de ejecución de dos meses. Los trabajos incluyen todo el material necesario, la obra civil, el proyecto y dirección técnica, la inspección por el organismo de control y la certificación.
Concretamente, uno de los puntos de carga –exterior y de tipo pedestal- será de uso público y se ubicará en la zona de carga y descarga frente al edificio Melkart, pudiendo dar cobertura a las empresas instaladas, clientes y a sus plantillas. Además, se afirma, “se favorece el impulso a la competitividad de las empresas y autónomos a partir del ahorro en combustible”.
Los otros dos puntos de carga están orientados a cubrir la demanda interna de la flota de automoción del Consorcio y de su personal. Así, uno se instalará en el aparcamiento trasero del edificio Sede Social y otro en los talleres.
SE RENOVARÁ PARTE DE LA FLOTA DEL CONSORCIO
Estas dos instalaciones de carga para uso interno, se apunta en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, se hacen necesarios y se justifican ya que, en paralelo a su implantación, la Zona Franca está renovando su flota de vehículos dentro del Plan de Impulso a la cadena de valor de la industria de la automoción presentado este verano por el Gobierno central dentro de la Agenda 2030 y que tiene por objetivo “impulsar una movilidad segura y sostenible en un contexto de cambios asociados a la descarbonización, la transición ecológica y la transformación digital”.
Por ello, el Consorcio gaditano pretende sustituir por vehículos 100% eléctricos una furgoneta de taller, dos vehículos usados actualmente por la Guardia Civil que ofrece los servicios de vigilancia en el recinto fiscal y una motocicleta. En total, el 75% de la flota va a ser renovado siguiendo los parámetros del citado plan.
Con este nuevo paso “para ir trabajando hacia la implantación de una zona industrial autosuficiente y comprometida con el futuro en la ciudad”, la Zona Franca sentencia que va sentando las bases de su “apuesta firme por liderar la transformación hacia un nuevo modelo económico basado en la economía circular y en la apuesta por las energías renovables, desde una perspectiva más sostenible, responsable y comprometida con el futuro y que a su vez genere nuevas oportunidades de negocio para las futuras generaciones en una zona como Cádiz con un enorme potencial por sus recursos naturales y el talento de su tejido productivo”.