El prometido Museo del Carnaval de Cádiz comienza a hacerse realidad esta semana. “De los papeles, de los trámites burocráticos, pasamos a la obra”, ha saludado el alcalde, José María González ‘Kichi’. Este lunes se prevé el inicio de los trabajos de adaptación y rehabilitación del Palacio de los Marqueses de Recaño, el lugar elegido para acoger este equipamiento centrado en la principal fiesta de la ciudad: un edificio en pleno casco histórico con 2.000 metros cuadrados útiles del siglo XVIII, sin uso desde hace unos años. La intención es modificarlo lo menos posible y respetar su ornamentación. Tras esta primera fase se llevará a cabo la correspondiente musealización.
La empresa Bauen se ha adjudicado esta primera intervención en la que el Ayuntamiento invierte más de 1,8 millones de euros (las obras salieron a licitación por 2,4 millones). Del presupuesto, alrededor de un millón se sacan del 1,5% Cultural del antiguo Ministerio de Fomento, aprobados en el marco de la convocatoria publicada en junio de 2018, y el resto lo pone la propia administración municipal.
En su momento, el Ejecutivo local aseguraba que en paralelo a la contratación de estos trabajos se iba a ir avanzando en el proyecto y la licitación de musealización “para que, en cuanto esté culminada la rehabilitación, se pueda seguir con la siguiente fase”. Para el museo en sí, se cuentan “de momento” con 1,1 millones de euros que logró el Ayuntamiento de los fondos europeos de la ITI que gestiona la Junta de Andalucía, tras presentar el proyecto a la convocatoria llamada ITI Cultural.
PUESTA EN VALOR Y REDISTRIBUCIÓN DE ESPACIOS
Según se concreta en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la rehabilitación de este Palacio declarado Bien de Interés Cultural (BIC) contempla la intervención sobre las cubiertas y la fachada, acometiéndose también una renovación de los acabados generales del edificio y una redistribución de los espacios del interior para adaptarlo funcionalmente al proyecto de centro de interpretación.
La obra removerá los elementos de circulación de personas que se colocaron en la última intervención sobre la finca a partir de la tercera planta, rampas y escaleras, así como el salón de actos en la medianera del edificio en planta baja, entreplanta y planta primera, y modificará también la configuración del anexo de nueva construcción a calle Sacramento.
Tanto para el ascensor como para el núcleo principal de comunicaciones verticales se buscará una nueva ubicación que resolverá los condicionantes a la circulación de personas y a la accesibilidad, en general, que había en la finca hasta ahora. De hecho, se recompondrán en un solo núcleo las comunicaciones verticales ahora resueltas con hasta cuatro escaleras distintas que van a desaparecer, fundiéndose en una sola.
El proyecto contempla además que, desde la misma fachada, el Museo del Carnaval de Cádiz evoque a la gran fiesta de la ciudad. De hecho, una gran escultura dinámica y envolvente presidirá el patio central y se extenderá a la fachada, “en un elemento que recuerda a las serpentinas, y tratará de recordar el dinamismo, creatividad y colorido que tiene el Carnaval”. La composición escultórica servirá también de soporte para la exposición de piezas audiovisuales.
El Palacio de Recaño se sitúa en el número 10 de la calle Marqués del Real Tesoro y se encuentra a 400 metros de la plaza del Corralón, en el barrio de La Viña, y a la misma distancia del Gran Teatro Falla; además de a unos 70 metros de la casa natal de Antonio Rodríguez, el Tío de la Tiza, en la calle Rosario Cepeda. Su último uso fue el de sede del Conservatorio de Música Manuel de Falla. Fue devuelto por parte de la Junta al Ayuntamiento tras la puesta en marcha de la Casa de las Artes en el barrio de Astilleros.
LA MUSEALIZACIÓN, A LICITACIÓN PRONTO
Al hilo, la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, remarca que este museo “va a ser una realidad potente, una apuesta ambiciosa” y expone que el Ayuntamiento está “abierto a la colaboración de más instituciones, organismos y entidades que quieran contribuir, que quieran formar parte activa de él y sentirse partícipes de este gran proyecto”. De hecho, en función de estas aportaciones, entrarían a formar parte de Patronato del Museo del Carnaval, que formarían administraciones públicas y entidades financieras y privadas que tendrían una representación en el mismo proporcional a su aportación.
Por otro lado, avanza que el pliego de condiciones para sacar a licitación la musealización del espacio “está ya en la recta final”. Según recoge el proyecto, en la planta baja, junto a la tienda, la cafetería, la recepción y distintas estancias propias de la administración y oficinas, estará lo que debe ser el corazón del Museo: el auditorio. Este espacio será utilizado para ensayos y actuaciones, pero también para presentaciones, ponencias, congresos, etc. Tendrá una pantalla semicircular, ofrecerá escenografías virtuales y proyecciones de lo que es el carnaval y cómo se vive en la ciudad.
También habrá una zona de exposiciones temporales y salas para reuniones de colectivos. La primera planta será para exposiciones permanentes, la segunda se dedicará a los talleres, y la tercera planta será una zona polivalente, con zonas para el trabajo de los administradores, y también para la administración y la dirección del propio museo.
En este punto, ya hay exposiciones temporales previstas como la dedicada al carnaval callejero, al Tío de la Tiza, Cañamaque, Paco Alba, Fletilla o Antonio Martín, y a la figura de la mujer en el Carnaval. Junto a estas, se podrán visitar exposiciones permanentes: Carnavales del Mundo, El Carnaval de los sentidos, Historia del Carnaval de Cádiz, 365 días de Carnaval, La copla y el tipo, Nuestro Teatro Falla, La calle, Galería de personalidades y personajes del Carnaval.
“Como colofón a la visita, una torre mirador que nos permitirá disfrutar de la obra de arte que es Cádiz casi en 360 grados a los pies de otro referente turístico como es la Torre Tavira. Una vista espectacular para contemplar Cádiz al natural tras haber conocido uno de sus referentes culturales, antropológicos y sociales”, subraya Cazalilla.
“ESTE MUSEO HABLARÁ DE LO MÁS HONDO DE CÁDIZ”
“El lunes se dará un paso muy simbólico, ya sobre el terreno, para que empiece a ser una realidad tangible este proyecto en el que tantas esperanzas tiene puesta la ciudad y que el Carnaval de Cádiz merece”, sentencia a su vez el alcalde, recordando que “no ha sido un camino fácil” el que ha precedido a este momento, “y menos aún con el parón obligado por el coronavirus”.
González Santos, que además es un reconocido carnavalero, incide en que la idea es que el futuro Museo del Carnaval de Cádiz sea “un dinamizador de la economía, un generador de empleo y uno de los grandes atractivos para adentrarse en una fiesta tan enraizada en la ciudad como es el Carnaval”.
En este sentido, sostiene que este nuevo equipamiento “hablará de lo más hondo de Cádiz, de un rasgo tan marcado en su identidad y su personalidad como es el Carnaval, y de todo lo que late en torno a esta fiesta que la ciudad vive, que la ciudad siente como ninguna otra”.
“Con el inicio de las obras se inicia una nueva fase dentro del mismo camino que llevará, en un futuro cada vez más próximo, a disfrutar de este nuevo equipamiento para contar, relatar y sentir la fiesta más importante de la ciudad y que constituye ya un rasgo identitario inequívoco, y muy importante, de Cádiz”, reitera el primer edil de Adelante.
La idea de abrir en la ciudad el Museo del Carnaval es una iniciativa en la que se trabajaba a varias bandas desde principios de siglo, de hecho se creó con dicho objetivo la Fundación 1884 Casa Museo del Carnaval de Cádiz, de la que ya poco se sabe. Durante los mandatos del PP y Teófila Martínez como alcaldesa, se proyectó este equipamiento, reivindicado regularmente en las coplas por febrero, en la plaza de la Reina, en la Viña, para posteriormente prometerse en la plaza Guerra Jiménez junto al mercado central, y volver otra vez a la primera ubicación que se planteó. Incluso se convocó un concurso que ganó el arquitecto Rafael de Giles, y cuya propuesta luego se descartó. Ahora, reubicado en el Palacio de los Marqueses de Recaño (años atrás se organizaron visitas con colectivos implicados para obtener su visto bueno), parece que el ilusionante proyecto es imparable.