Desde el 22 de octubre está en vigor en la ciudad de Cádiz la nueva ordenanza de estacionamiento regulado, aprobada meses atrás por el pleno municipal tras no recibir alegaciones, tampoco del PP. Sin embargo, ahora que está en marcha, ha decidido ponerle pegas a lo que llega a llamar como “tasas parafiscales”, y anuncia una propuesta para el pleno ordinario de este mes en la que pide que se aplique una moratoria de un año en su aplicación.
El argumento que defiende el principal partido de la oposición es que, con la pandemia del coronavirus encima y sus consecuencias socio-económicas, no es momento de “dar la puntilla al centro y al comercio de toda la ciudad en general”.
De este modo, plantea dicha moratoria “como medida Covid, haciendo una campaña informativa constante de adaptación y para testar su funcionamiento sin aplicar las tasas de las zonas verdes y naranja, sin que tenga repercusión en los bolsillos de los gaditanos, en un momento en el que, aunque el alcalde no se haya enterado y Vila no tenga la más mínima sensibilidad al respecto, la gente lo está pasando realmente mal”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el concejal de esta formación de derechas, Juan José Ortiz, considera que su medida busca apoyar al comercio: “cuando más cierres hay, cuando más restricciones parece que llegan y cuando peor lo pasan nuestros vecinos, ponemos a todo el mundo a pagar por aparcar y lanzamos al resto de la Bahía y de la provincia el mensaje de que no puedes venir a Cádiz porque no vas a aparcar ni pagando”. Parece obviar que en la capital siempre ha sido una odisea dejar el coche (con su Teófila Martínez, como alcaldesa, también), y que precisamente fueron los anteriores Ejecutivos del PP los que continuaron sembraron la capital de aparcamientos subterráneos.
Insiste Ortiz en que “estamos obligados a competir con centros comerciales de la Bahía en igualdad de condiciones y esta fórmula de aparcamiento es tirar la toalla. La facilidad de acceso y la disponibilidad de aparcamiento gratuito es un elemento diferencial para atraer o no a clientes y visitantes a nuestra ciudad”. No debe conocer que la asociación Cádiz Centro Comercial Abierto (lo ha recordado estos días) ya ofrece descuentos a sus clientes en diferentes parkings a través del Club Cádiz Centro.
TRES PROPUESTAS
De los tres puntos que conlleva la propuesta a pleno de los conservadores, el primero hace referencia a la citada moratoria para las zonas verde y naranja, interpretando que “obligan a los gaditanos a pagar por aparcar en su ciudad sin que se habilite una sola plaza de estacionamiento libre de tasas en toda la ciudad, y castiga a los profesionales que trabajan a diario en Cádiz penalizando el uso de las mismas”.
Las dos puntos restantes plantean la creación de bolsas de zona azul en el entorno de la plaza de Sevilla, la zona del cementerio y de Asdrúbal que, unidas a las plaza existentes, contemplen la posibilidad de aparcamiento gratuito para los clientes del comercio de la ciudad, “bonificando el importe total de esa zona azul por la presentación del tickets de compra de manera regulada y a tenor de determinados importes”.
Del mismo modo, e independientemente del consumo, el PP solicita aplicar una bonificación del 50% de la nueva tasa de zona azul (pasando de 1 euro a 0,50 céntimos, la hora) durante esta pretendida moratoria.
El principal partido de la oposición espera contar con el respaldo de todos los grupos, “incluidos los concejales que aún estando en el equipo de Gobierno están preocupados por el impacto de unas medidas que son evidentemente perjudiciales para sectores principales de la ciudad y para el gaditano en general”.
“Sabemos que equilibrar la calidad de vida de los vecinos con las propias necesidades de la actividad diaria de la ciudad es complejo, pero no es admisible que todas las medidas que se tomen vayan en la misma dirección errónea: eliminar plazas de aparcamiento gratuitas y sustituirlas por otras de pago, penalizar a quien usa el vehículo incluso para trabajar porque no puede hacerlo de otro modo, y lanza mensajes de que Cádiz no es una ciudad amable para venir a disfrutar de sus compras, su hostelería, sus atractivos”, insiste Ortiz.
Este edil no ve nada bueno en la nueva ordenanza que llama “multicolor” (en sus tiempos en el Gobierno local, antes de 2015, ya existían la zona azul y la naranja…), porque “es evidente que afecta a todos: a los vecinos, a los profesionales que trabajan en nuestra ciudad, repartidores de mercancías, dependientes, camareros… a los trabajadores y funcionarios que tienen su puesto de trabajo en Cádiz. Todos ellos se ven obligados a dedicar una parte de su renta disponible a pagar por trabajar o por vivir en Cádiz. Y realmente los gaditanos no pueden sufrir más castigos de este Ayuntamiento que ni hace nada para reactivar el comercio ni ofrece alternativa alguna”.
MÁS DE 3.100 PLAZAS REGULADAS
En total, la ordenanza ya en vigor ha creado 696 plazas de zona verde exclusiva para residentes en toda la ciudad, de las que 593 se sitúan en el casco histórico, con el objetivo principal de mejorar la movilidad y facilitar a los vecinos la posibilidad de encontrar aparcamiento en la vía pública. Estas mejoras se ven reforzadas también con la ampliación y adaptación de algunos puntos de las zonas naranja y azul.
A esas casi 700 plazas de zona verde para residentes, se suman 1.202 de zona naranja (con un uso mixto que implica también la posibilidad de que los residentes aparquen en ella) y 1.105 de zona azul. Así, son casi 2.000 plazas (la suma de las zonas verde y naranja) en las que podrán aparcar los residentes que se saquen la pertinente tarjeta (de 50 euros al año).
Entre otras medidas, la flamante normativa, por otro lado, recoge una bajada de la tarifa por hora de 1,80 a 1,20 euros en zona naranja, y a su vez, una subida de 0,90 a 1 euro en zona azul; así como la creación de una tarjeta (a 90 euros el mes) para no residentes trabajadores que compartan vehículo, equiparándose en este caso a los residentes.