El astillero de Navantia en Cádiz ha recibido al portaaviones Juan Carlos I, el buque más moderno de la Armada española, para ser sometido a su primera revisión general. Estos trabajos a los que será sometido este buque –construido igualmente por los astilleros públicos, de donde salía a finales de 2010- se acometerán en el dique cuatro. Requerirán unos dos meses de faena y ocuparán a alrededor de 200 operarios.
El astillero de Navantia en Cádiz ha recibido en la mañana del lunes día 12 al portaaviones Juan Carlos I, el buque más moderno de la Armada española, para ser sometido a su primera revisión general.
Estos trabajos a los que será sometido este buque –construido igualmente por los astilleros públicos, aunque en Ferrol, de donde salía a finales de 2010- se acometerán en el dique cuatro, que es el más grande del astillero gaditano. Requerirán unos dos meses de faena y ocupará a alrededor de 200 operarios.
Una vez se marche del dique cuatro el Juan Carlos I en marzo, está prevista la entrada de dos cruceros, con lo que hay carga prevista en la factoría de Cádiz como mínimo hasta mayo.
La entrada de este imponente buque de guerra ha obligado a Navantia a derivar carga de trabajo de la capital a la planta de Puerto Real. El buque sísmico Ramform Explorer ya está siendo sometido a diversos trabajos de reparación en Matagorda, que ocuparán a alrededor de 150 operarios durante cerca de 50 días.
CONSTRUÍDO POR NAVANTIA
El LHD Juan Carlos I es un Buque de Proyección Estratégica que puede ser utilizado como plataforma para aeronaves (portaaviones alternativo), como buque anfibio para Infantería de Marina o como buque de proyección de fuerzas del Ejército de Tierra y en misiones de apoyo humanitario. Tiene 230 metros de eslora y 32 metros de manga, una dotación de 243 marineros y capacidad para el transporte de tropas, lanchas, vehículos de desembarco y una plataforma con capacidad para 30 aeronaves.
En su construcción, a cargo de Navantia –en los astilleros de Galicia-, se invirtieron 360 millones de euros, ni más ni menos. El buque, que tiene su base en Rota, dispone de hospital, quirófano adaptado a la telemedicina, farmacia y gimnasio a bordo, y es capaz de alojar a población civil, potabilizar agua y con sus motores (34.000 megavatios) generar la electricidad suficiente para suministrar energía a 10.000 hogares. En su cubierta de vuelo, de unos 200 metros de longitud, pueden despegar y aterrizar aviones de despegue vertical Harrier y alojar al menos cuatro helicópteros Chinook o seis aparatos tipo SH-3D o NH-90.
Los entonces príncipes de Asturias asistieron a la botadura del navío, que tuvo lugar en Ferrol el 10 de marzo de 2008. Su entrega a la Armada tuvo lugar el 30 de septiembre de 2010. DIARIO Bahía de Cádiz