El mercadillo ambulante de Cádiz, popularmente conocido como ‘el Piojito’, regresa este lunes 15 de junio, tras tres meses suspendido por las restricciones del estado de alarma ante la crisis del coronavirus; y lo hará en su emplazamiento habitual en la Avenida de la Bahía, en la barriada de La Paz, pero con el 50% de los puestos para garantizar las medidas de prevención.
“Hemos estado buscando alternativas para cambiar la ubicación y facilitar así la colocación de todos los vendedores pero no ha sido posible”, reconoce el concejal de Consumo y Venta ambulante, David Navarro, que ha pedido tanto a las personas vendedoras como a la clientela que sean “responsables” y cumplan con las medidas de seguridad establecidas para evitar aglomeraciones y reducir así las posibilidades de que haya un rebrote de la pandemia.
La instalación de mercadillos al aire libre está permitida, con diferentes medidas de seguridad y prevención, desde la fase 2 de la llamada desescalada. En otras localidades vecinas, para permitir la instalación de todos los comerciantes habituales (guardando las distancias de seguridad) se han ampliado las zonas habituales o se han buscado otras ubicaciones; algo que finalmente no ocurrirá en la capital.
“Hemos acordado que se puedan volver a instalar los lunes los distintos puestos que conforman el Piojito siguiendo las recomendaciones dadas por las autoridades sanitarias y el personal técnico”, agrega Navarro en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, concretando que “solo se podrán instalar un 50% de los puestos autorizados que se irán alternando de semana en semana”.
Esta medida “se ha adoptado para reducir las aglomeraciones y facilitar el tránsito de las personas con las distancias de seguridad necesarias”. Los puestos se colocarán de forma líneal en las zonas habilitadas y demarcadas por el Ayuntamiento.
Durante la celebración del mercadillo se deberá mantener las distancias de seguridad y el tiempo de permanencia será el estrictamente necesario para que las personas consumidoras puedan realizar la compra. Se priorizará la atención a embarazadas, mayores de 65 años, personas dependientes y con movilidad reducida y padres con niños menores de 3 años.
Entre otras recomendaciones y directrices, en los puestos se deberán señalar de forma clara la distancia de seguridad de dos metros entre clientes con marcas en el suelo o mediante el uso de cartelería o señales. El vendedor deberá atender a la clientela de uno en uno y no podrá hacerlo de forma simultánea con varios.
De manera general no se podrá poner a disposición de los clientes productos de prueba y queda restringido su uso o manipulación del género únicamente a los comerciantes. Los puestos deberán facilitar el uso de gel hidroalcohólico o desinfectante con actividad virucida autorizados por el Ministerio de Sanidad.