La nueva ordenanza de estacionamiento regulado en Cádiz entra en vigor ya mismo, el día 22; implica básicamente una redistribución de las plazas de aparcamiento en superficie en la ciudad (donde aparcar sin recurrir a un parking suele ser misión imposible) con la creación de la llamada zona verde para residentes, que afecta (o beneficia, según se mire) principalmente al interior del casco antiguo.
Al respecto, el Ayuntamiento ha iniciado las labores de pintado de las nuevas zonas de aparcamiento en sus tres modalidades, esto es, azul, naranja y verde. En concreto, se ha comenzado delimitando esa zona verde, la exclusiva para residentes, en las calles interiores del barrio de La Viña, y posteriormente se continuará por las vías de los barrios Mentidero y San Carlos, una zona de las Tres Carabelas y en varias calles perpendiculares al paseo marítimo desde la glorieta Ingeniero La Cierva hasta Cortadura.
La implantación de la zona verde en intramuros conlleva desplazar los aparcamientos de motos a la circunvalación (Campo del Sur, Duque de Nájera, Gómez Ulla, Alameda…) “sin que se pierda ni un solo metro lineal de aparcamiento destinado a estos vehículos”; y posibilita en paralelo “un calmado de tráfico” en el interior de diferentes barrios señeros, así como mayor seguridad y menos ruido al disuadir a conductores no residentes de entrar a estas calles interiores para buscar aparcamiento.
En total, se van a crear 696 plazas de zona verde en toda la ciudad, de las que 593 se situarán en el casco histórico. Y ello, con el objetivo principal de mejorar la movilidad y facilitar a los vecinos la posibilidad de encontrar aparcamiento en superficie en la vía pública: eso sí, pagando. Estas mejoras se ven reforzadas también con la ampliación y adaptación de algunos puntos de las zonas naranja y azul. Estas labores se realizarán en los próximos días, de forma paralela a los trabajos de pintado de la zona verde, se señala en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
A esas casi 700 plazas de zona verde exclusivas para residentes, con la nueva ordenanza se suman 1.202 de zona naranja (con un uso mixto que implica también la posibilidad de que los residentes aparquen en ella) y 1.105 de zona azul. Así, son casi 2.000 plazas (la suma de las zonas verde y naranja) en las que podrán aparcar los residentes que se saquen la pertinente tarjeta.
De este modo, los vecinos que así lo deseen y vivan en las zonas donde se va a implantar la zona verde podrán sacar la tarjeta de residente para aparcar en ellas (los del centro no podrán hacerlo en Puertatierra, y viceversa) por 50 euros al año, importe al que hay que sumar los 20,40 euros que cuesta emitir la tarjeta.
Para poder obtener la tarjeta que acredite a personas usuarias de las zona verde (residentes), la empresa municipal de aparcamientos, Emasa (que hace unas semanas abría otra oficina en el casco histórico, en el Palacio de Congresos) requiere la siguiente documentación: DNI, copia de certificado de empadronamiento, copia del permiso de circulación, copia de pago del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) en Cádiz y el abono de las tasas.
La flamante normativa, por otro lado, recoge una bajada de la tarifa por hora de 1,80 a 1,20 euros en zona naranja, y a su vez, una subida de 0,90 a 1 euro en zona azul; así como la creación de una tarjeta (a 90 euros el mes) para no residentes trabajadores que compartan vehículo, equiparándose en este caso a los residentes, “de modo que fomente el uso de vehículos compartido y reduzca a su vez el número de coches que entran a diario en la ciudad”.