El Ministerio de la Presidencia, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de incoar el procedimiento para declarar ‘lugar de memoria’ a una docena de inmuebles y monumentos “de nuestra historia común”, ubicados Asturias, Logroño, Sevilla, Málaga, Almería, Granada, y Cádiz, a partir de la nueva Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022.
Entre ellos, como elementos patrimoniales vinculados a la elaboración y proclamación de la primera Constitución española en el contexto de la Guerra de la Independencia, están el Oratorio de San Felipe Neri y el monumento a Las Cortes de 1812 en Cádiz, y la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo y el Teatro de Las Cortes en San Fernando.
Esta declaración de ‘lugar de memoria’ obliga al titular a garantizar su perdurabilidad, identificación, explicación y señalización adecuada. Implica también la adecuada difusión, señalización e interpretación de lo acaecido en el mismo. De acuerdo con la normativa urbanística, de patrimonio histórico y sectorial aplicable, la Administración General del Estado podrá promover la instalación de placas, paneles o distintivo memorial interpretativo, así como su geolocalización con fotografías y audiovisuales, sin perjuicio de los ya existentes.
En el caso de los cuatro elementos patrimoniales señalados en Cádiz y La Isla se integrarán en un futuro itinerario de memoria democrática que se denominará ‘Memoria Liberal de España’ ya que “la coincidencia de sus valores materiales e inmateriales y sus comunes criterios interpretativos le hacen merecedor de esta calificación”, se señala en el BOE, recogido por DIARIO Bahía de Cádiz.
EL ORATORIO
En el caso del Oratorio de San Felipe Neri (Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía con categoría de Monumento, propiedad del Obispado de Cádiz y Ceuta) se sobresale que fue escenario en 1812 de “uno de los mayores intentos de modernización de la España contemporánea”.
Las Cortes constituyentes que empezaron reuniéndose en 1810 en la vecina Isla de León, decidieron trasladar sus deliberaciones a Cádiz ante el avance de las tropas napoleónicas. En esta iglesia se acabó de debatir y se firmó aquella mitificada Carta Magna proclamadora de la soberanía de la nación española que, en el ejercicio de su libertad e independencia, ejercía el derecho a establecer sus leyes fundamentales. Fue además tajante con la separación de poderes, recogió expresamente del derecho de propiedad y la libertad personal, y dedicó un título exclusivamente a la educación, no solo como factor de progreso sino como elemento sobre el que se asentaba del nuevo régimen político.
La Constitución de Cádiz, pese a su escasa vigencia, se convirtió en un auténtico referente para las constituciones posteriores, y traspasó fronteras influyendo en las ideas constitucionales portuguesas, en el surgimiento del Estado italiano o en numerosos países americanos.
Por ello, se estima que “es deber inexcusable reconocer la singular relevancia en la historia democrática de España” del Oratorio de San Felipe Neri, y por tanto “queda justificada plenamente la declaración como lugar de memoria de este inmueble vinculado a su recuerdo”.
MONUMENTO A LAS CORTES
En cuanto al monumento en recuerdo de las Cortes de 1812, en la plaza de España de la capital gaditana (dependiente del Ayuntamiento) se recuerda que la idea de conmemorar en todas las plazas del país “la feliz época de la promulgación de la Constitución política de la monarquía” partió de un decreto de las propias Cortes doceañistas. Sin embargo, no fue hasta los festejos del centenario cuando se dieron los primeros pasos para la construcción del monumento a petición de la comisión provincial de Monumentos y la Real Academia Hispanoamericana de Cádiz.
El gobierno convocó en Madrid, en 1911, un certamen que ganó el joven arquitecto Modesto López Otero y el escultor Aniceto Marinas García. La construcción comenzó en 1912 y fue concluida en 1929 como reconocimiento al texto constitucional que había contribuido a la consagración de los principios liberales.
TEATRO DE LAS CORTES
Respecto al hoy Real Teatro de las Cortes de San Fernando (en su momento, Teatro Cómico; hoy Bien de Interés Cultural, propiedad del Ayuntamiento), el expediente señala que desde el 22 de septiembre de 1810 en que se traslada a la Isla de León el Consejo de Regencia, hasta el 20 de febrero de 1811 que vuelve a Cádiz, el Gobierno de la Nación residió en la actual ciudad de San Fernando.
Las Cortes fueron convocadas para iniciar sus sesiones el 24 de septiembre de 1810, a lo largo de las cuales fueron consagrándose los nuevos principios inspiradores de la futura Constitución de 1812. Después de la celebración de la misa el citado día 24 y tras el consiguiente juramento, la comitiva de diputados y autoridades desfilaron hacia el Teatro Cómico donde comenzaron ese mismo día las sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias.
El teniente general Pedro González de Llamas fue nombrado aposentador de Cortes, y el ingeniero de Marina Antonio Prat se encargó de los trabajos de adecentamiento y adecuación del coliseo para la ocasión. Quedó finalmente configurado en un patio con una mesa para el presidente y secretarios, mientras que los diputados se emplazaron en dos hileras de asientos a pie de los palcos ocupados por el cuerpo diplomático y autoridades; los pisos altos se reservaron para el público en general.
Declarado monumento histórico artístico en 1935, en 2001 le fue otorgado al teatro isleño el título de Real en atención a sus valores históricos y constitucionales. Rehabilitado en 1999, forma también parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
IGLESIA MAYOR
Y la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo y de los Desagravios, también en San Fernando (BIC, propiedad del Obispado de Cádiz y Ceuta), muy cercana al Teatro Cómico, fue escenario el 24 de septiembre de 1810 del juramento de cargos de los diputados constituyentes de las Cortes de Cádiz “y representa, por tanto, la defensa de los principios del liberalismo democrático que consagraba la Constitución de 1812, tales como a soberanía nacional y la separación de poderes”.
Esta iglesia en pleno centro de La Isla está asimismo inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en la categoría de monumento, y no sólo destaca por su valor histórico, sino también por su relevancia artística y arquitectónica por su estilo neoclásico al que se unen elementos tardobarrocos.
Desde el Ayuntamiento de San Fernando se ha valorado este reconocimiento con gran satisfacción: “es una muy buena noticia porque viene a refrendar algo que ya tenemos muy claro, que es que en esta ciudad nació el parlamentarismo moderno, los valores de la ciudadanía y la libertad de prensa que actualmente sustentan nuestra democracia”, resalta la concejala de Cultura, Pepa Pacheco, al tiempo que ha recordado que “el constitucionalismo impregna la ciudad y todo su patrimonio histórico y cultural”.