El Olivillo como Centro de Transferencia Empresarial de la Universidad de Cádiz ya es una realidad, al menos lo que supone la rehabilitación de este edificio que llevaba unos treinta años abandonado en la capital gaditana, declarado en ruina desde 2014.
La UCA adjudicó a finales de julio de 2017 la obra por casi 4,6 millones de euros a la empresa Sando, que comenzaba los trabajos en septiembre; un proyecto financiado con fondos europeos gestionados por la Junta de Andalucía dentro de la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Cádiz. En concreto, se ha remodelado el edificio para albergar un espacio de confluencia entre empresas y universidad, cuyo objetivo, teórico, es el impulso de sectores industriales y empresariales desde la innovación, así como el apoyo a los emprendedores. A este presupuesto se le debe añadir la dotación para el equipamiento científico, todavía pendiente.
El edificio de El Olivillo ocupa una parcela de 1.551 metros cuadrados, con 4.150 m2 construidos y distribuidos en sótano y cinco plantas. El Centro de Transferencia Empresarial albergará: Servicios de apoyo y asesoramiento para la innovación y desarrollo territorial (asesoría legal en innovación para empresas, consultoría en I+D+i, gestión de proyectos de innovación y asesoramiento tecnológico, Oficina de Proyectos Europeos, Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación –OTRI-, Oficina de Prácticas de Empresas y Empleo, así como las cátedras externas UCA); Servicios de transferencia e innovación para las empresas (Fabricación Virtual. Ingeniería y Tecnologías de Diseño, Desarrollo y Simulación de Productos y Procesos Industriales, Ensayos no Destructivos, Instrumentación y Monitorización Inteligente, Ambiental y de Procesos Industriales, Fabricación Aditiva, Robótica Avanzada, Energías Renovables Marinas, Desarrollo y Diseño de Alimentos Agromarinos y Biotecnología de Algas); Servicios de apoyo a los emprendedores (vivero para Empresas de Base Tecnológica –EBT- y empresas innovadoras, servicio de apoyo a emprendedores y las dependencias del CADE de la Junta, así como la oficina de I+D+i de la Confederación de Empresarios de Cádiz); y servicios comunes (dependencias de apoyo administrativo y técnico y uso de equipamientos).
Proyectado en 1937 por el arquitecto Antonio Sánchez Esteve, la construcción del edificio finaliza en 1941. De indudable valor patrimonial, está incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz con un nivel de protección 3 y es considerado un ejemplo de arquitectura racionalista en Andalucía. Propiedad de la Junta, el edificio fue cedido a la Universidad en 1998 por 50 años, pero hasta 2017 no se le encontró un uso y dinero para su puesta en valor.
“CONTINENTE Y CONTENIDO DEBÍAN DARSE EJEMPLARMENTE LA MANO”
El todavía rector de la UCA, Eduardo González Mazo, ha presidido este martes la presentación de esta “transformación” del edificio acompañado de distintas autoridades, entre ellas, el delegado territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo y Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta, Alberto Cremades, así como los vicerrectores de Transferencia e Innovación Tecnológica y de Infraestructuras y Patrimonio de la UCA, Javier Pérez y José María Mariscal, respectivamente, y el diputado provincial Fran González.
“Hoy es un día importante para la ciudad y en la provincia”, puesto que “no teníamos centro de transferencia en la provincia para trabajar en innovación con distintas administraciones y empresas en la generación de desarrollo y empleo”; y “por recuperar un edificio singular que se ha mantenido entre algodones y ya está sólido y preparado” para convertirse “en epicentro de la innovación”, ha subrayado el rector.
De esta forma, ha recalcado, la UCA testimonia su “compromiso con el territorio” ya que “las universidades tenemos que ser instrumentos útiles para la transformación y crecimiento del territorio, especialmente con las ciudades donde se asientan nuestros campus”, por ejemplo, “con la rehabilitación, protección y revitalización de sus edificios patrimoniales”.
En su intervención, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, González Mazo ha agradecido el trabajo de la Junta, de la Agencia IDEA, de las empresas adjudicatarias (Sando y Planho Consulotores), de los vicerrectorados de Transferencia e Innovación Tecnológica y de Patrimonio e Infraestructuras, así como de todo el personal de la UCA implicado (Gerencia, Contrataciones, Gestión Económica y los Servicios Jurídicos).
Del mismo modo, ha apuntado que “convertir este edificio en un Centro de Transferencia Empresarial ha sido una operación tan compleja que sólo es viable cuando se unen compromisos, esfuerzos y recursos”. Una “labor intensa y rigurosa” de la comunidad universitaria para solventar las complejidades jurídicas, técnicas y económicas del proyecto” y para “el desarrollo de una obra que ha requerido de un exigente y laborioso proceso administrativo”.
En este sentido, ha querido poner en valor el trabajo desarrollado por los dos vicerrectorados implicados. En el caso del Vicerrectorado de Infraestructuras y Patrimonio, ha señalado que “han sido muchas horas de trabajo para sacar adelante los proyectos y para salvaguardar las exigencias de una intervención que exigía una compleja y costosa actuación arquitectónica para salvar el diseño y la volumetría de una fachada afectada por catalogación patrimonial”. Y porque, desde el Vicerrectorado de Transferencia e Innovación Tecnológica, “siempre tuvo claro que, en este proyecto, más que en ningún otro, continente y contenido debían darse ejemplarmente la mano, coexistir de forma armoniosa para disponer de un edificio único y funcional” por la rigurosa presentación del proyecto a la convocatoria de los fondos ITI.
Eduardo González Mazo ha precisado además se trata de “un edificio que mira al futuro y al pasado”, ya que albergará un centro de interpretación de los restos hallados del testaccio romano de Cádiz durante la obra del Olivillo y el Colegio Mayor. Un yacimiento que convivirá en un espacio “único en nuestra provincia” con una infraestructura para la transferencia, la innovación y el emprendimiento.