El estadio municipal Ramón de Carranza, el ‘templo’ del Cádiz CF, ahora en Primera división quince temporadas después, comienza su proceso de cambio de denominación, o no: existe una corriente que reclama que se quede como ‘Carranza’, ya que la mayoría no sabe ni quién fue esta persona…; y otra que no tardará en argumentar que la ciudad tiene problemas más urgentes.
El Ayuntamiento abre hasta el próximo 10 de agosto un plazo de recepción de propuestas para rebautizar esta instalación, atendiendo a las leyes de memoria histórica. Un debate, no sin controversias, que se retomaba semanas atrás, a raíz del fallecimiento de Michael Robison y de diferentes propuestas para dedicarle el estadio.
De este modo, se ha habilitado el email nombre.estadio@cadiz.es (para enviar las propuestas de nombres para el Carranza) y, en paralelo, se ha definido ya la composición de la comisión de trabajo que seleccionará de tres a cinco nombres de entre todas las alternativas que se presenten, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
Esta comisión, según recoge un decreto firmado por el concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, analizará y valorará todas las alternativas, debiendo elevar a la comisión para la retirada de la simbología franquista una propuesta que recoja de tres a cinco nombres.
Tras ello, se podrá articular por los cauces oportunos un proceso participativo y abierto en el que los gaditanos, en última instancia, voten cómo quieren que se llame su estadio. En dicho decreto, se considera “oportuno” que la nueva denominación para el estadio municipal surja con la participación de la sociedad civil organizada y no organizada.
COMISIÓN DE TRABAJO
Para ello, estima conveniente la constitución de esta comisión de trabajo que recabe las propuestas, dictamine acerca de la idoneidad de las mismas garantizando que ninguna incumple ni con las normas memorialistas ni supongan una vulneración de los derechos humanos, y que tenga como cometido principal plantear un número de tres a cinco alternativas posibles.
Dicha comisión estará conformada por el alcalde, José María González ‘Kichi’; los concejales de Participación Ciudadana, Deportes, Feminismos y Memoria Democrática; un técnico de la concejalía de Memoria Democrática, del Instituto Municipal de Deportes (IMD) y de la Fundación Municipal de la Mujer; una persona en representación de la Plataforma para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cádiz; otra en representación del Departamento de Historia Contemporánea de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA; una persona en representación del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Cádiz; representación del Cádiz Club de Fútbol; de la Federación de Peñas Cadistas; del colectivo Brigadas Amarillas (principal grupo de animación cadista y entidad no federada); una persona en representación de la Asociación de Vecinos La Laguna-Manuel de Falla (zona donde se ubica el estadio); y representación de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha).
RAMÓN DE CARRANZA, UN ALCALDE FRANQUISTA
El decreto rubricado por Vila recuerda que Ramón de Carranza participó en el golpe de Estado de 1936 (que truncó la legalidad de la Segunda República y dio inicio a la Guerra Civil y a la posterior dictadura franquista), y fue colocado, tras ello, a la Alcaldía de la ciudad, participando en la represión a gaditanos con simpatías al Frente Popular o afiliados a organizaciones afines al gobierno republicano legítimo. Por todo ello, ya el Ayuntamiento aprobó en pleno en 2017 la retirada del nombre de una avenida de la ciudad a Ramón de Carranza (actual avenida 4 de diciembre de 1977).
Ahora, en esa misma línea y también en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, el Consistorio gaditano va a proceder a renombrar el estadio municipal.
Las citadas leyes recogen que las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura, y que tienen la obligación retirar cualquier simbología franquista existente en el espacio público y equipamientos oficiales.
Igualmente, en el Catálogo para la retirada de la simbología de la ciudad, aprobado en Junta de Gobierno Local en abril de 2019, se dictaminó la retirada de simbología franquista existente y vinculada a dicho alcalde franquista.