El deseado Museo del Carnaval de Cádiz contará en su día con siete salas de exposición permanente, otras para exposiciones temporales, una hemeroteca y mediateca, y una terraza mirador con unas magníficas vistas. Es parte de lo que plantea el proyecto básico de musealización del Palacio de los Marqueses de Recaño, edificio del siglo XVIII en pleno casco histórico elegido para acoger este equipamiento; y cuyas obras de rehabilitación y adaptación comenzaron el pasado verano.
Este jueves, el alcalde accidental, Demetrio Quirós; y la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, han esbozado el concepto de espacio expositivo que regirá el Museo. Así, han ofrecido detalles del proyecto básico para la instalación museográfica, que contempla un presupuesto de más 1,1 millones de euros para “un espacio innovador, vanguardista y experiencial” que contará con salas permanentes y temporales “en las que, con tecnología avanzada, se podrá profundizar en experiencias interactivas relacionadas con la fiesta gaditana”.
“Lo que se pretende con este proyecto es alumbrar un espacio donde se pueda descubrir, conocer y profundizar en el Carnaval, que allí se haga divulgación, difusión y promoción de la fiesta, que haya material suficiente para el estudio por parte de los expertos y que además de contribuir a un reconocimiento mayor del Carnaval, sea un motor de generación de empleo y dinamización de actividad en la ciudad”, ha subrayado Cazalilla.
En esta línea, detalla que el Ayuntamiento pretende que el Museo del Carnaval sea “innovador, vanguardista, experiencial e interactivo y un referente dentro de la oferta turística a nivel local, provincial, regional y nacional”, al tiempo que incide en que no se busca “un museo sólo para turistas”, sino que la idea es que se configure como “un espacio vivo para la gente que conforma el Carnaval de Cádiz”. “Atendiendo a esa premisa se ha redactado el proyecto, que define el qué y el cómo”, apunta la edil responsable.
Por su parte, el alcalde accidental ha concretado que el proyecto básico de instalación museográfica se aprobó el viernes pasado en la Junta de Gobierno Local y recoge un presupuesto de algo más de 1,1 millones de euros. Para su financiación, se cuenta con esos 1,1 millones que logró el Ayuntamiento de los fondos europeos de la ITI que gestiona la Junta de Andalucía, tras presentar meses atrás el proyecto a la convocatoria llamada ITI Cultural.
Demetrio Quirós considera que el Museo del Carnaval de Cádiz va a ser “una pieza clave” en la dinamización de la ciudad, y se ha mostrado “convencido” de que con este nuevo proyecto la industria del carnaval “se convertirá en un motor de futuro”. “Precisamente por eso es por lo que hemos estado trabajando sin descanso para conseguir que sea una realidad cuanto antes”, afirma.
Al hilo, expone que esta rehabilitación del Palacio de los Marqueses de Recaño va a permitir erigir un triángulo de referencia turística formado por el propio Museo, la Torre Tavira y el cercano Yacimiento Arqueológico Fenicio Gadir, además del mercado central de abastos.
Entiende Quirós que con el proyecto básico para la instalación museográfica se tiene “un buen punto de partida” para desarrollar sobre el terreno el concepto del Museo del Carnaval, y que “aporta un horizonte esperanzador para el trabajo que queda por completar del proyecto, que contará con una inversión ambiciosa”. “El Museo del Carnaval de Cádiz está hoy un poco más cerca de convertirse en realidad”, ha remarcado.
El Consistorio, se avanza en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, tomará “en breve” la decisión de si licitar el proyecto de redacción en solitario o hacerlo conjuntamente con la ejecución; actualmente se están “perfilando las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones para acertar”.
“LA CREATIVIDAD, DENOMINADOR COMÚN DEL MUSEO”
De este modo, el Museo del Carnaval de Cádiz contará con siete salas de exposición permanente, una sala para hemeroteca y mediateca, y una terraza mirador con unas magníficas vistas junto a la Torre Tavira.
Las temáticas de las salas permanente serán: ‘Carnavales del Mundo’, ‘Carnaval de los Sentidos’, ‘La Historia y el Carnaval de Cádiz’, ‘Todo el año es Carnaval’, ‘La copla y el tipo’, ‘El Gran Teatro Falla’ y ‘El Carnaval en la calle’. “Creemos que con estas visiones se completa bien el abanico creativo del que hace gala la fiesta, y los distintos puntos de vista que se integran en ella”, recalca la concejala de Cultura, quien destaca que en estas salas habrá tecnología 4D para involucrar al visitante en una experiencia “distinta y completa”, y que se contará con recursos interactivos para que la visita sea ágil, cuidándose también la tecnología lumínica. Además, habrá espacios para escuchar Carnaval y para verlo. “Todo se hará con un denominador común que es la creatividad, uno de los ejes fundamentales de la fiesta que también queremos aplicar al Museo”, expone.
En este sentido, Cazalilla insiste en que la intención municipal es que el Museo del Carnaval de Cádiz “no sea un museo al uso: queremos que tenga mucho dinamismo, que la visita sea ágil y la experiencia sea profunda, es decir, que realmente el visitante se llegue a sumergir en la realidad de la fiesta desde todos los sentidos”.
Las exposiciones permanentes se complementarían con otras exposiciones temporales que pueden tener lugar en el mismo Museo en otras salas preparadas para ello, donde cabrán las propuestas que sean más innovadoras, más jóvenes, que susciten debates intensos, investiguen en nuevos aspectos de la fiesta o se circunscriban con profundidad a alguno de ellos. Se prevén exposiciones de gran formato y pequeñas exposiciones que se harían en salas de la entreplanta.
Por ejemplo, en el proyecto de instalación museográfica se citan algunas posibilidades de exposiciones temporales para los dos primeros años de apertura. Entre ellas, una dedicada al carnaval callejero, otra al Tío de la Tiza y otra a Cañamaque, otra a la especial relación de los carnavales de Cádiz y Montevideo, una sobre la mujer en el carnaval, sobre el carnaval durante la guerra civil, sobre Antonio Accame y la historia de las carrozas en las cabalgatas, y otras sobre Paco Alba, Antonio Martín, Emilio Rosado o el Gómez.
Asimismo, este proyecto plantea jugar con lo que puede advertirse desde la calle en los huecos y ventanas del edificio que dan al exterior para que, quien dirija la vista hacia allí desde la calle, se haga una idea del colorido y el contenido expositivo que hay dentro. Igualmente, la apertura de la gran portada del edificio permitirá al visitante contemplar de un único vistazo la sucesión de espacios del vestíbulo principal y del patio que “contendrá toda la decoración y colorido que se le presuponen a un edificio dedicado al Carnaval”.
El vestíbulo será un espacio fundamentalmente orientativo e informativo, que en este caso se acompañará de paneles digitales y un muro audiovisual con pantallas de gran formato. En el centro del patio se ubicará una escultura “simbólica y potente” con colorido anunciador del motivo del edificio para que sea el foco seductor en el recorrido del desde el exterior y que el visitante, pasando primero por la portada principal, luego por el vestíbulo y finalmente, ya ubicado en el patio, contemple el resto del edificio. La idea es que el patio sea el nodo desde el que se podrá acceder a la escalera, a los ascensores, a la tienda y la cafetería, así como a un pequeño teatro y a los aseos de planta.
También se plantea un pequeño teatro con capacidad para 57 personas, y se configura como una sala de uso polivalente que albergará todo tipo de actuaciones y eventos programados. El escenario podrá usarse de forma alternativa para ensayos cotidianos o ensayos generales de agrupaciones, y junto a la puerta de este pequeño teatro se colocará un panel de gran formato que recordará a Antonio Rodríguez Martínez ‘El Tío de la Tiza’.
“Esta imagen estará configurada por la suma de pequeñas imágenes de personalidades y personajes conocidos del Carnaval, incidiendo en la idea de que el carnaval gaditano es fruto de una manifestación creativa colectiva que abandera la libertad y el espíritu crítico de toda una ciudad”, ha puntualizado Lola Cazalilla.
Para la gestión del futuro Museo, el proyecto contemplan cinco áreas: una administrativa, otra de comunicaciones, otra de actividades y exposiciones, el área de formación y un área también de investigación y publicación.
“AYUDAR A CRECER AL CARNAVAL, Y A MANTENER SU ESENCIA”
Finalmente, la edil de Fiestas ha valorado el “trabajo concienzudo” que hay tras el proyecto básico para la instalación museográfica, que “irá seguido de una inversión ambiciosa para un proyecto que queremos que sea un eje de dinamización de la ciudad, que ayude a crecer también al Carnaval y al mismo tiempo a mantener su esencia y su autenticidad”.
“No queremos un producto, ni mucho menos, ni reducir el Carnaval a clichés: eso está en las antípodas de lo que pretendemos. Queremos abrir una ventana para apreciar en profundidad y con un enfoque global y diverso esta fiesta que tiene tanta historia, un presente tan intenso y un futuro por el que avanzar y seguir abriéndose”, sentenciaba.
Mientras, tras años de promesas y burocracia, desde el pasado agosto la empresa Bauen, por más de 1,8 millones de euros (alrededor de un millón se sacan del 1,5% Cultural del antiguo Ministerio de Fomento), se encarga de los trabajos de adaptación y rehabilitación del Palacio de los Marqueses de Recaño, el lugar elegido para acoger este equipamiento centrado en la principal fiesta de la ciudad: un edificio Bien de Interés Cultural (BIC) con 2.000 metros cuadrados útiles, sin uso desde hace unos años. Se busca modificarlo lo menos posible y respetar su ornamentación. La idea es que cuando acaben las obras, se pueda seguir con la siguiente fase, esa musealización que todavía hay que licitar.
Abrir en la ciudad el Museo del Carnaval es una iniciativa en la que se trabajaba a varias bandas desde principios de siglo, de hecho se creó con dicho objetivo la Fundación 1884 Casa Museo del Carnaval de Cádiz, de la que ya poco se sabe.
Durante los mandatos del PP y Teófila Martínez como alcaldesa, se proyectó este equipamiento, reivindicado regularmente en las coplas por febrero, en la plaza de la Reina, en la Viña, para posteriormente prometerse en la plaza Guerra Jiménez junto al mercado central, y volver otra vez a la primera ubicación que se planteó. Incluso se convocó un concurso que ganó el arquitecto Rafael de Giles, y cuya propuesta luego se descartó. Ahora, reubicado en el Palacio de los Marqueses de Recaño (años atrás se organizaron visitas con colectivos implicados para obtener su visto bueno), el ilusionante proyecto es imparable.