El Ayuntamiento de Cádiz ha decidido reforzar el control del aforo de los mercados de abastos de la ciudad en coordinación con la Asodemer (la asociación de detallistas del mercado central de abastos y del mercado Virgen del Rosario), para procurar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social obligadas por el vigente estado de alarma ante la crisis sanitaria del coronavirus. Y es que en las últimas fechas se ha percibido un cierto relajamiento entre los clientes.
En este sentido, el concejal de Mercados, David Navarro, ha mantenido una reunión con un representante de Asodemer como es Francisco Álvarez, y el intendente mayor, jefe en funciones de la Policía Local, Pablo Rey; y se ha determinado la necesidad de aforar el espacio de la plaza en consonancia con las medidas para luchar contra la pandemia del Covid-19, “toda vez que la asistencia ha recuperado la normalidad de forma progresiva y la actividad cada vez se asemeja más a la de una jornada de las previas al estado de alarma”, se incide en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Las actividades comerciales y la apertura de establecimientos permitidos, como es el caso de los mercados municipales, deben someterse a unas medidas genéricas entre las que se encuentran evitar aglomeraciones, mantener una distancia de seguridad mínima de un metro aumentada a dos metros, la prohibición del consumo de los productos en el establecimiento y la estricta permanencia en su interior para adquirir los productos.
En concreto, Asodemer va a contar en el mercado central (donde se ha detectado principalmente este problema) con un refuerzo de cuatro vigilantes de seguridad privada los viernes y sábados en horario de mañana; los controles de aforo se realizarán en las puertas de Correos y Garaicoechea, así como en los dos accesos a la zona de venta de pescado.
El aforo máximo en este contexto del estado de alarma, teniendo en cuenta las recomendaciones y medidas referentes al distanciamiento social, se cifra en 466 personas. En concreto, se calcula un aforo máximo de 66 personas para la zona de venta de pescado –una persona por cada puesto- y otro de 400 personas para el resto del mercado, toda vez que son 133 puestos los que pueden dar suministro esencial (la zona del Rincón Gastronómico permanece cerrada) y se establece un máximo de tres personas por cada uno teniendo en cuenta que la anchura del pasillo ronda aproximadamente los cinco metros.
Asimismo, la Policía Local va a aportar vallas para la canalización del público y, por su parte, Asodemer va a proveer a los detallistas de unas credenciales o sistema que mejor considere de acceso a los mismos. La asociación de detallistas colocará también carteles en las vallas donde se indique ‘Ayuntamiento de Cádiz. Control de aforo sanitario’.
En el caso del mercado Virgen del Rosario, en extramuros, la actividad aún no precisa de un control de aforo, si bien la situación se irá analizando diariamente por si se estima conveniente implementar en él las medidas que adoptadas ya en el mercado central.
A finales de marzo, y teniendo en cuenta el confinamiento generalizado de la población, parte de los detallistas de los dos mercados municipales activaron asimismo un servicio de envío a domicilio, buscando facilitar las compras sobre todo a los colectivos más vulnerables al Covid-19, que no deberían salir de casa ni para proveerse de los productos básicos.