El Málaga levantó en la noche del sábado su primer Trofeo Carranza, el de la edición número 62 de este cuadrangular teñido de nostalgia, dominado por el levante, al ganarle al Cádiz (1-2) una final en la que los anfitriones mostraron su mejor cara durante la primera mitad, gozando de diversas ocasiones, pero se desinflaron tras el descanso. Hay que seguir madurando de cara al estreno liguero en Segunda en menos de una semana. Y por la tarde, el Atleti se imponía al Nigeria All Star (2-1) en una prescindible consolación. Otro Trofeo de los Trofeos más para la historia, sin excesiva historia; salvo el de ser el que vio ‘morir’ a sus barbacoas en la playa…
La LXII edición del Trofeo Ramón de Carranza, con el soporte de LaLiga World, puso el sábado su cierre con la consolación vespertina, en la que se imponía el Atlético de Madrid a los nigerianos en un choque prescindible, y la gran final andaluza por la noche, en la que se medían, como en 2011, Cádiz y Málaga, cuando los locales levantaron su última copa. Los anfitriones dieron la sorpresa en su semifinal y, vía penaltis, dejaban a los madrileños sin aspirar a la undécima; mientras los malagueños goleaban al All Star de Nigeria.
Como era previsible, Álvaro Cervera sacaba de inicio un once muy distinto al del viernes, dando minutos a todos, como durante toda la pretemporada ya liquidada: Jesús bajo palos; Carpio, Juanjo, Migue y Aridane en defensa; Garrido, Abel en el medio; y arriba Nico Hidalgo y Álvaro García por las bandas, Alberto Quintana de mediapunta y Ortuño de delantero. Aridane, Carpio y Nico, los únicos que repetían.
Sin dominador claro y mucho ímpetu por los dos bandos se iniciaba esta final ante algo más de 5.000 espectadores en la grada, quizá menos de los esperable teniendo en cuenta la presencia de los amarillos; y, como durante todo el torneo, el molesto viento de levante de invitado, que no se va…
Eso sí, prácticamente todas las ocasiones de peligro fueron cadistas en este primer tiempo en el que los de casa, más despiertos, pronto manejaron casi a su antojo, con velocidad, al conjunto de Primera: una de Álvaro García al poco de comenzar a rodar el balón; en el minuto 10, un centro semi perfecto de este no alcanzaba a aprovecharlo Nico Hidalgo; en el 15, era Ortuño el que probaba a Aarón con un disparo con intenciones, y más adelante en el 27, con un cabezazo muy forzado; y en la siguiente con una acción individual de Alvarito inspirado y en plena forma, por la izquierda, que fue medio gol.
La primera réplica de los de Juande Ramos no llegaría hasta pasada la media hora de juego, con un lanzamiento del excadista Duda desde lejos. Por entonces, el rival estaba ya más metido en el encuentro y encerraba, sin excesivo mordiente, al Cádiz.
Tras el descanso, el Málaga salía con más ambición, o los gaditanos (con Aitor y Gorka ya en el césped) dormidos, según se mire, y tras un primer aviso de Juankar, en el minuto 5 Carpio repelía un balón dentro del área con la mano, y el árbitro no dudaba. Desde los once metros, Charles ponía por delante a los suyos.
El equipo de Cervera fue centrándose y la superioridad del de superior categoría volvía a disimularse un poco, y el vasco Gorka Santamaría gozaba de dos ocasiones de cierto peligro. A veinte minutos del final, Salvi y Abdullah buscaban darle otro aire al choque, que había entrado en una fase anodina. Y al poco, en el 30, otro recién incorporado, En-Nesiry, sentenciaba la noche empujando un balón en el área chica, el 0-2.
Sin hacer nada del otro mundo, el club costasoleño no se dejó asustar en los minutos restantes, y aunque parecía más cerca el tercero que el gol del honor gaditano, este llegaría en el 43, tras una jugada personal de Aitor por la banda izquierda. Tanto que animaba a la grada, y que impulsaba a los suyos a darlo todo hasta el pitido final.
De este modo, el Málaga se lleva a sus vitrinas la primera copa de campeón del Trofeo Carranza (y su jugador Juanpi, el de jugador del torneo), y el Cádiz, que fue mejor que el contrincante durante bastantes minutos en el primer tiempo, se conforma con la copita de subcampeón tras un torneo decente, a secas. Y a pensar en el duelo del Almería del próximo viernes, el del ansiado regreso amarillo a Segunda. Ese es el que importa.
LA CONSOLACIÓN, PARA EL ATLETI
Por la tarde, y ante menos de 2.000 personas en las gradas de Carranza, Atlético de Madrid y Nigeria All Star cumplían la penitencia de caer en sus respectivas semifinales y se enfrentaban por el tercer y cuarto puesto en una consolación gris.
El partido sólo tuvo emoción en los compases finales, cuando los africanos empataban y los colchoneros, que no querían otra tanda de penaltis como contra el Cádiz, volvían a ponerse por delante casi con el tiempo cumplido.
El combinado nigeriano sorprendía en los primeros compases a base de velocidad. Pero la superioridad de los del Cholo Simeone se hizo patente con el paso de los minutos, y en el 33 abría el marcador Gaitán con un zurdazo. La segunda parte fue un poco más soporífera si cabe, hasta que el Atleti dio un paso adelante en el último tramo y se encontró con que a la contra Bashir se plantaba ante Oblak y lo batía por bajo para poner el empate a cinco minutos del final. No se conformaron los de la capital y casi en el último suspiro, Godín ponía el 2-1 definitivo rematando un saque de esquina. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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