JORNADA 9. Segundo etapón de esta semana con tres picos en la Segunda división para el Cádiz CF. Superada la primera cumbre en casa del Almería y recuperado el ‘maillot’ de líder, este miércoles visitaba el Ramón de Carranza un recién descendido con poder económico para aspirar a regresar por la vía rápida a Primera, la SD Huesca; y para el domingo queda medirse ante un Real Zaragoza también en forma en La Romareda.
Álvaro Cervera, sancionado con un partido por la expulsión de la última jornada, avisaba de que con tantos choques seguidos habría que recurrir a las rotaciones, aunque finalmente se lo pensaba mejor y para este encuentro entre semana volvía a confeccionar un once muy esperable (nada comparable con lo de Alcorcón), dando respiro a José Mari y Perea: Cifuentes, en portería; Iza, Espino, Fali y Cala, en defensa; Garrido y Bodiger en el centro del campo con Álex Fernández adelantado; y arriba, Salvi, Alejo y Choco Lozano.
Paco Baena, como máximo goleador todavía de la historia del club, realizaba el saque de honor, antes del pitido inicial, a esas alturas con unas 12.000 personas en las gradas (durante el choque se alcanzarían los 15.000), pese al horario complicado para una jornada laborable.
En el minuto 3, el delantero hondureño arrancaba ya el primer uuyy del cadismo, revolviéndose dentro del área pequeña, pero disparando fuera de los tres palos. Y en el 11 era Salvi Sánchez el que probaba, muy forzado, tras una galopada por la izquierda.
Los hombres de Míchel acaparaban la pelota y los de Cervera presionaban y agobiaban desde muy arriba, tratando de robar y correr, y en el primer tramo de encuentro eran los únicos que merodeaban de vez en cuando la portería rival. Aunque con el paso del crono, se fue equilibrando la partida, y el Huesca parecía, por rachas, encerrar a los de casa en su campo, sin llegar a rematar casi nunca. El primer y único lanzamiento con veneno llegaría en el minuto 36, un trallazo de Mikel Rico solo desde la frontal.
La grada salía al rescate de los suyos, alentando. Había que salir de atrás y desperezarse del medio acoso y la calidad de los aragoneses, y volver a controlar algo la situación, sin o con balón. Con una peligrosa falta botada por Fali desde la frontal del área, que se iba arriba, se ponía el punto y aparte. Con la camiseta bien sudada.
Continuó el Huesca llevando la iniciativa tras el descanso, ante un Cádiz bien plantado y siempre a la espera de la contra letal. Tarde o temprano, llegaría. Y fue más temprano que tarde, en el 56: una pérdida, el balón acababa pasado el medio campo en los pies de Choco Lozano, a correr, a encarar, y el primero del líder, el 1-0.
Con el resultado a favor, se movía el banquillo local, entrando Nano Mesa por Bodiger, retrasando Álex su posición para acompañar a Garrido en la contención. Poco después era Alejo el que dejaba su sitio a Perea; y Choco a José Mari.
El esférico era del Huesca, junto a las urgencias, y el control, autocontrol y acercamientos eléctricos, de los de Cervera, ya en su salsa. En una de las contras participativas, en el 83, Perea se encontraba con en el poste. Eso sí, en la siguiente era Ivi el que ponía en aprietos a Cifu desde lejos.
Con espacios, el rival a la desesperada sin saber como meterle mano al muro cadista, y los de casa asustando en cada carrerón, en el descuento estaba a punto de hacer el segundo Alberto Perea, otra vez. Y ya sólo hubo tiempo para celebrar con ganas una nueva victoria, tres puntos más y ante otro gallito. A seguir una jornada más aferrado al liderato ¿circunstancial?, y ganándose el respeto de la categoría. DIARIO Bahía de Cádiz