En recuerdo y homenaje al querido farmacéutico del barrio de Guillén Moreno fallecido por Covid-19 en los primeros meses de la pandemia, y tras la “pelea” de meses de quienes fueron sus vecinos, el Ayuntamiento ha rebautizado la calle Pleamar como Alfredo Díaz Delgado, justo frente a la farmacia en la que trabajaba.
La calle de Guillén Moreno, en Cádiz, hasta ahora conocida como Pleamar ha pasado a llamarse Alfredo Díaz Delgado, en recuerdo al querido farmacéutico del barrio fallecido en los primeros meses de la pandemia del Covid-19.
El Ayuntamiento ha procedido al fin a este cambio de denominación que los vecinos llevan reclamando desde hace meses. Tras pasar por la Comisión de Nomenclátor, el cambio de denominación fue aprobada por el pleno en noviembre de 2021.
La flamante calle Alfredo Díaz Delgado se sitúa precisamente frente a la farmacia en la que trabajó durante toda su vida, destacando su trato cercano y afectuoso con la clientela y usuarios. De hecho, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos le otorgó, a título póstumo, una medalla para reconocer su dedicación y entrega profesional en los momentos más difíciles del coronavirus.
Al acto en el que se ha desvelado el rótulo de la vía han asistido el primer teniente de alcalde, Demetrio Quirós, la concejala de Participación Ciudadana, Rocío Sáez, y la concejala de Salud, Eva Tubío, junto a otros miembros de la Corporación municipal. Además, han estado también presentes Josefa Díaz Delgado, hermana de Alfredo; su viuda, Marián Gómez; Ernesto Cervilla, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz; y Francisca Illesca, de la asociación de vecinos Fermín Salvochea; además de familiares y amigos.
“Guillén Moreno quiere a Alfredo, en presente, le quiere por lo que fue, pero también le quiere por lo que aún es”
En su intervención, Quirós ha resaltado el vínculo de Alfredo Díaz con su barrio, asegurando que “era Guillén Moreno y Guillén Moreno también es él porque bebe de sus recuerdos, de su hospitalidad, de su entrega y de tanto tiempo como le dedicó. Porque le quiere. Porque Guillén Moreno quiere a Alfredo, en presente, le quiere por lo que fue, pero también le quiere por lo que aún es. Por lo que representa y por lo que representó. Porque dio lo mejor de sí a su barrio. Y su barrio se le devuelve no sólo con el nombre de una calle, que es lo de menos, sino con todo su amor, su cariño y reconocimiento”.
También ha puesto en valor el primer teniente de alcalde la “pelea” del barrio para conseguir una calle para su farmacéutico, demostrando que “lo simbólico es importante, que los nombres de las calles por supuesto son importantes. Porque los nombres nos representan y hablan de nosotros y nosotras. Porque nos identifican. Porque tenemos derecho a que quienes hicieron el bien, a quienes repartieron cuidados y cariño sean grabados en nuestras paredes y queden para siempre en la historia”.
En este perfil encaja Alfredo, “que en lo peor de la pandemia, en el momento más duro, estuvo en primera línea, fue escudo y también consuelo”. Y es, por tanto, ha insistido Quirós, “de esas personas que se merece el callejero de la ciudad y de esas personas que dotan de identidad y de alma al barrio. Este nombre, Alfredo Díaz, nuestro farmacéutico, es el nombre que representa e identifica a un barrio obrero, trabajador y honesto como Guillén Moreno. Y queda grabado para siempre en el corazón de su barrio”.
Su viuda Marián Gómez, por su parte, ha dado las gracias a todos los que han hecho posible que Alfredo sea recordado “para siempre” en su barrio. “Él los ha querido mucho y tanto mis hijos como yo estamos muy agradecidos por este reconocimiento”, ha resaltado.