CRÓNICA COPA. Jueves festivo y partido copero, de propina, en el Ramón de Carranza. El Cádiz, ya con mejor pinta y más confianza (dentro del vestuario y entre los aficionados), sobre todo vista la última victoria en liga remontando en el campo del Lugo, recibía en dieciseisavos de final del torneo del KO a doble partido, tras dejar semanas atrás en el camino de esta competición secundaria a Tenerife y Zaragoza, a un Primera de los que está sorprendiendo a este tramo inicial de competición, al RCD Espanyol de Barcelona, hoy día quinto clasificado.
Con el objetivo sobre todo de disfrutar sin presión, y foguear a jugadores con menos minutos (el domingo a mediodía toca el choque importante frente al Elche), y si hay suerte pasar una ronda más (¿y por qué no?), Álvaro Cervera sacaba un once formado por: David Gil, bajo palos; Marcos Mauro, Edu Ramos, Matos y Carmona, en defensa; Karim, José Mari y Perea, en el medio del campo; y arriba, Agra, Salvi y Lekic.
Con unas 10.000 personas en la grada, el encuentro estuvo protagonizado nada más empezar por el emotivo homenaje desde fondo sur al aficionado de Brigadas fallecido recientemente (que se extendió durante el descanso), con un ‘Eterno Baguetina. Vivir cada paso, que estamos de paso’ de mosaico. Y todavía estaba retirándose el pancartón y sentándose el público, cuando Lekic marcaba el 1-0, sorprendiendo a todos, aprovechándose de un error visitante. No se había cumplido ni el minuto 1. Es más, en la siguiente jugada, en un centro desde la derecha, el espanyolista Rosales a punto hace el segundo en propia meta.
El vendaval inicial amarillo lo trató de calmar el rival con un cabezazo de Javi Puado, que se iba por encima del larguero. A medida que fue avanzando el cronómetro, los periquitos fueron centrándose y dominando la situación. En el 23, otro remate de cabeza, ahora de Duarte en un saque de esquina, se perdía por el lateral. Y como respuesta, una rápida contra en la que Salvador Agra, tras regatearse a si mismo, centraba y el delantero no llegaba por centímetros cuando solo tenía que empujarla para marcar en el segundo palo. Y de nuevo el balón viajaba al área cadista, y David Gil abortaba in extremis una ocasión más que clara de Baptistao.
El choque, tras varias embestidas, entraba en una fase anodina. Precisamente, en medio de la nada, en el 35, empataban los catalanes con un gol de Puado, al quedarse solo ante el portero en una ocasión aislada y batirlo por alto, demostrando clase y calidad. No obstante, el Cádiz no bajó los brazos, y en la primera oportunidad que volvía a tener, en el minuto 40, se ponía de nuevo por delante en el marcador, gracias a un bonito tanto de Karim Azamoum por la escuadra, y después de que en esa misma jugada Lekic hubiera pecado de individualista y no pasara la pelota a Salvi, en posición para enchufarla sin oposición. El sanluqueño, al borde del descanso, probada desde lejos y hacía trabajar a Roberto.
La segunda mitad se puso en marcha sin tensión alguna, y pese a ello, se concretaron dos serias oportunidades de gol en cada lado. Un tiro ajustado de Víctor que se iba fuera pegado a la madera, y consecutivamente, una asistencia de Salvi que Lekic bajaba bien con el pecho en el centro del área pero remataba a las nubes.
Jairo por Agra era el primer cambio de Cervera en un momento del choque en el que los hombres de Rubí querían dominar, sin lograrlo del todo, ante el temor de los contragolpes de los de casa, que a ratos pasaban a estar a gusto con el balón. Y en el 62, Lekic tuvo el 3-1: lo hizo todo bien, salvo echársela al portero a las manos.
Con el Espanyol aumentando su presión, aunque sin saber qué hacer, cómo meterle el diente a este Cádiz serio y maduro atrás, entraba al campo el canterano Sergio González por Karim, y Carrillo por Perea. En el 81, Puado con todo a favor, remataba alto, levantando el ‘uyy’ en la grada. Y poco más, ofensivamente, mostró el conjunto de superior categoría, que no lo fue ante un equipo amarillo sin complejos. Y tras cuatro de descuento, se confirmó el 2-1.
Una pena que haya partido de vuelta. La eliminatoria, abierta, se decidirá en el Estadi Cornellà-El Prat dentro de un mes, en la primera semana de diciembre. Hasta entonces, y tras el gustazo de ganarle a un Primera y la correspondiente inyección de moral, toca volver a poner los pies en la tierra, y centrarse en la liga y en escapar de abajo cuanto antes. Con estas hechuras y actitud, debe ser un poco menos difícil. DIARIO Bahía de Cádiz