Tras más de dos años cerrado por la pandemia del coronavirus, el único “gran establecimiento romántico histórico” conservado en Andalucía, que data de 1912 y que se encuentra en la plaza de Candelaria de Cádiz, reabrirá sus puertas a finales de mes, el día 26. El Restaurante Café Royalty retomará su apuesta gastronómica caracterizada por “una carta confeccionada con productos gaditanos de calidad y proximidad, además del servicio cuidado que ya le hicieron conocido en su última etapa”.
El veterano establecimiento, que vuelve a la actividad con el mismo equipo con el que se vio obligado a cerrar y que durante estos dos años se ha mantenido en ERTE, recupera también sus conciertos de música clásica a piano y otros instrumentos esporádicos, durante los fines de semana.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la propia gerencia del restaurante repasa que lleva cerrado desde mediados de marzo de 2020, momento en el que el estado de alarma decretado por el coronavirus obligó a suspender la actividad. Una vez superadas la mayoría de las restricciones sanitarias y recuperada “en buena medida” la actividad económica y turística de la capital, el establecimiento ha decidido retomar su habitual actividad justo en las vísperas del atípico Carnaval de este año, a principios de junio.
Aunque en estos más de dos años cerrado el mantenimiento “ha sido constante”, en estos últimos días el equipo de conservación del establecimiento está terminando de poner a punto las instalaciones para la reapertura. Con esta nueva etapa, espera poder volver a convertirse “en punto de encuentro de gaditanos y foráneos” que, afirma, “ya le brindaron su confianza en los últimos años al escogerle como escenario de almuerzos, cenas y diversas celebraciones”.
MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
El Restaurante Royalty data de 1912, momento en el que la familia Gómez Doreé decide abrir un café en Candelaria. El establecimiento seguía el gusto europeo de la época con una cuidada decoración romántica que pronto le hizo famoso, también como punto de encuentro de las tertulias culturales que la ciudad ya practicaba con profusión desde los tiempos de las Cortes de Cádiz, un siglo antes. Literatos, intelectuales, políticos, músicos y artistas hicieron del café un espacio con un ambiente variopinto y único. Pero en los años 30 y ante el golpe de Estado franquista y la Guerra Civil, el local cierra.
Tras varias décadas dedicado a otros usos, la familia De la Serna Martín decide adquirir el local justo cuando estaba a punto de destruirse los restos de la decoración que se conservaban y deciden rehabilitarlo. La restauración precisó de una cuidadosa investigación y restauración en la que participaron restauradores, pintores y doradores durante más de dos años. Su trabajo hizo posible recuperar la decoración neobarroca realizada a base de espejos, yeserías y pinturas murales en los techos, una de ellas atribuida al pintor Felipe Abárzuza, autor de la decoración pictórica del Gran Teatro Falla.
Además, de la decoración ya existente, los actuales gestores completaron el programa decorativo perdido del local histórico con antigüedades de la misma época, como puertas modernistas con cristales al ácido, tiradores de bronce del mismo periodo artístico, la caja registradora centenaria, el mostrador adquirido y restaurado de un antiguo establecimiento de Cádiz y con mobiliario creado y diseñado expresamente para el lugar, como es el caso de las mesas, sillas, sillones o las paredes enteladas en seda.
Fue en 2012, en plenos fastos del Bicentenario de la Constitución de 1812, cuando el Royalty inició su nueva andadura, que tras el parón del Covid-19, se retoma.