“El concurso no hay que cambiarlo, hay que reventarlo”

DÍA 5 (5ª CLASIFICATORIA)

Subiela, pregonero del carnavá de Jeré. Paren las rotativas. ¿En Jeré hay carnavá? Calla, Carli, que te metes en un charco. Abre el portón a la quinta noche de preliminares del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024).

Sábado sabadete con una única chirigota en la función, una caliente pollería algecireña; hasta cuatro comparsas foráneas, de Barcelona, Vilches, Sevilla y Ceuta; y el coro añejo de Marchena-Mora. Y de cabeza de cartel, ‘Punk y circo, la lucha continúa’, el cuarteto cuarteto cuarteto del Gago pidiendo anarquía y carnaval.

Juan, siéntate y escucha: han descubierto un colosal anillo de galaxias que desafía a la ciencia. Habrá que esperar a que saquen la película. Maripili, dale a la palanca y que suelte amarras este cronicón off line, a dieta, la del cucurucho. Y si te sobra calderilla, páganos aquí la convía y media.

‘La dama de Cádiz’, feminazis con telarañas

Las 20.04 horas. Arriba telón. La dama de Cádiz con su mayordomo Sebastián adosado saluda ya desde las tablas, abanico en mano. La pitopausa, Juan. El coro homónimo, ‘La dama de Cádiz’, del tándem Pepe Marchena-Paco Mora, en la letra y la música, respectivamente, ambos regresando al Falla. “¿Quién le pone puertas a una dama”. Un piropo a Cádi con peros en ese primer tango, quejoso de una Historia siempre en masculino, “siento que nos queda mucho por recorrer… a la mujer se le olvida con lo importante que siempre fue… Cádiz fue cosa de hombres, femenino fue planchar”. Y toquesito al Antifaz de Oro, bañado igualmente de machismo, “le encuentro una pega, por qué en todo este tiempo, con enorme desprecio, sólo un antifaz de oro se ha entregado a una mujer, como Adela del Moral ha habido muchas otras…”. Tango tango tango, Juan. Los poblemas de los leggins y las piera barco, ejem; y las incidencias del tipo travestido, en esa tanda de cupleses. “No ponerse así, no enfadarse más, y venirse tos conmigo con esta dama, que es carnaval”. Un paseo en ese elegante popurrí por calles, rincones, barrios de Cádi y sus damas…, “el futuro es de la dama y de esta bella ciudad… y ahora que llegó febrero soy la dama y gritaré, cantando a los cuatro vientos, viva siempre la mujeeeeer”. Sonando a ayer.

‘Los lengüetas’, de tacón

¿Zapatero a tus zapatos? Se hace de rogar, pero ya suena ‘Los lengüetas’, comparsita de Ceuta. Se ve que la panadería del año pasado tuvo que cerrar por el tema de Ucrania y el precio de la harina y se han buscado un nuevo oficio. “Ya no me pienso callar, que no me pienso callar”, advierten en la presentación, dando a entender que nanai de “zapatero a tus zapatos”. Juan está flipando con ese sombrero, ¿la Ruperta del Un, Dos, Tres? Que antiguo eres, chiquillo. José Miguel Romero Martínez firma la letra, y se nota que sabe escribir, y Juan Antonio Sánchez Carrasco, la música. Cuántos secretos y lecciones guardan los zapatos de las abuelas, sospecha ese frenético original pasodoble, exponiendo todo un muestrario que ni en Payma. Y futbolero viene la segunda letra, con su niña jugando su primer partido…, “y si fallas no me llores, fallan hasta los mejores… hoy contra el machismo ha metido un gol, aunque no gane nunca un partido”. Todo envasado, todo, que “han sacado unos condones que vienen ya con la picha dentro” en uno de los cuplés; el otro, cocinado por la Inteligencia Artificial, malo. “Y si no, vengo otro día por un numerito más”. Poniéndole las tapas a un popurrí con hechuras, en el que “yo solamente tengo la lengüita pa largar”, y que acaba pisando firme, “que me voy descalzo por la Caleta… que ya me dice la gente, marinero a tus zapatos”. Gusto norteafricano, y olé.

‘No le doy más vueltas que me caliento’, no se venden medios pollos

“Lucifer hace los mejores pollos desde Algeciras a Vejer”, jejeje. En una infernal pollería se presenta ‘No le doy más vueltas que me caliento’, chirigota algecireña con José Rafael Castro, Agustín Carlos González y Álvaro Castro, en la autoría: “si no tienes ganas de hacerte de comer, vente, vente, vente”. Pasodoble con su formato jijijaja antes de ponerse intensito. Buscando empleado en el primero, contratan a una persona con discapacidad y “hasta puede que me lleve para el resto de mis días la mejor de las experiencias”. “Traductores aquí sobran, lo que falta es menos vergüenza y las ganas para entenderse”, opina el segundo, contradictorio y rancio, defendiendo que cada uno hable y se exprese en su lengua o dialecto, pero se ve que en el Congreso, no. Juan, ¡¡han dicho “vascuences”!! Un cuplé de “mierda”. Escatología rebañada en nocilla. Y retardando la eyaculación precoz en el otro de la tandita. Apunta el truco, Juan. “Me voy a jartá, me voy a jará, de pelá patatas y freí pimientos”. El pollo es saludable, “hola”. Sí, asín entra el simpático popu con sus peripecias de asador. En su salsa.

‘Los despojaos’, gris oscuro… negro negro

Entre la calle Calvario y la calle Esperanza se coloca para cantarnos sus verdades la comparsa de Sevilla ‘Los despojaos’. Sin miedo, sin nada que perder…, “que más da, como no nos despeinen, qué más puede pasar…”. Y como remedio, antes de tirarse por los bloques, a cantar carnaval. David Campano Gómez firma la letra, y Daniel Montiel Fernández la música. Desdicha-pasodoble para abrir boca, con esa mujer desesperaíta rechazada en todas las ofertas de Infojobs, “que en España ya no cuentas si eres una madre y encima pasas de los cuarenta”. Y queja-pasodoble, el siguiente: el chinorri pidiéndole a los Reyes una entrada de las “hechizantes” preliminares del COAC, pero sólo le traen carbón…, “no merecen sus butacas, si todas las noches la última canta sola en el Falla”. Que injusta es la vida en el primer mundo, Juan. No follan mucho, no, ni eso. “Si hay que llorar, que sean papelillos”, apostilla el estribillo autocrucificado. El pupurrí es desesperanzador, todo, todo chungo, desde lo particular a lo general, “¿¿qué nos esperaaaa??”. Ojo, pero en la cuarteta de despedida se ve luz al final del despojo. Seguro que tampoco tiene para pagar la luz, fijo que mañana se la cortan.

‘Punk y circo, la lucha continúa’, anarquía y karnaváaaa

“Anti-todo buenas noches”. Propuesta punk subversiva la del cuarteto del Gago, ‘Punk y circo, la lucha continúa’, con tres mu punk y un poli infiltrado. Los cuernos los ponen los rockeros…, “y los comparsistas”. A okupar un local, el de la peña el Karota. Buscando recuperar el carnaval irreverente, apuntándose al concurso…, “si le gusta a todo el mundo, seguramente es que no ha dicho nada… La mejor comparsa de los Carapapas, la del año pasao… El concurso no hay que cambiarlo, como los barrillos de los adolescentes, hay que reventarlo… Lo importante no es cantar bien aquí, lo importante es tener algo que decir…”. Y entre retorcimiento de palabra, ironía al cubo, mucho Cádi, carga y pullitas y metacarnaval, va avanzando la parodia del cuarteto firmado en solitario por Miguel Ángel Moreno Gómez, tras preferir Cossi ser casi alcalde pepero, quedando segundo en su lista, detrás del Bruno. “Que asco de sociedad”, y a los cuplés. “Otra vez gobierna el PP… las arcas municipales las dejan limpias en medio año”, con su obsesión por la limpieza. Y “cuando marca Maxi Gómez todavía nadie sabe qué hace”, jeje. “Pero sin el carnaval, a mí la vida no me gusta”, queda subrayado en el estribillo, antes de un estilo libre medio cantado, marca de la casa, encadenado cuartetas y alguna genialidad sacando punta al sarcasmo un tanto a voleo, “de Ramoni no, de los Ramones… Tranquilo Feijóo, conocemos esa sensación…”; hasta el colofón en defensa de la modalidad con voz y voto, “soportaré los palos y jamás me rendiré, y aunque me dejen otro año solo cantando, resistiré, resistiré”. Y eso que el Dúo Dinámico, mu punk mu punk, no sé, Juan. Cuarteto, cuarteto.

‘Los taquilleros’, F5 F5 F5 F5 F5 F5

Desde Vilches, con amor, ya están a la venta las entradas para esta noria de la vida ‘Los taquilleros’, comparsa jiennense con el sello de Daniel Heredia Lorente y Juan Francisco Fernández Segura. “Gira que te gira, rueda que te rueda, tus problemas son pequeños desde arriba… que cuando el motor se pare nos coja siempre cantando carnaval”. Juan tiene vértigo. Curioso primer pasodoble, extensible, que le da un girito al piropillo estándar, y es que esta ciudad es bonita, pero “aquí en Cádiz muchos meses también se pasa frío… sólo veo gente cantando qué bonita la Caleta… sólo en verano y febrero te salen amiguitos… apoyemos a esta tierra a la que amamos, pidiendo empleo y casa para el gaditano”. “Mi carnaval no sé qué haría sin tenerte”, reconoce la segunda letra, un diálogo-confesión con suspense hasta ese chimpón. Vamos a darle otra vueltecita a eso. “Tardo menos porque mi picha va a la privada”, afirma ese cuplé picantón crítico con las demoras en la sanidad pública. Hay que explicarlo tó, Juan. Pero ¿Melendi? “Y estaremos la vida entera pegando vueltas como una noria, como una noria”. No me lo esperaba, ni ná: popurrí evolutivo, nacer, crecer y reproducirse corriendo pa acá pa allá como otro borrego más de esta sociedad, envejecer y morir, y todo dando vueltas en esa rueda vital. “Sólo quería contarte que vivir merece la pena, y si algún día dudas del sentido de tu existencia, tan sólo vive el presente, que para un día que estamos, llorar no merece la penaaaaa”. Resumen de esta lección redonda, que sonar, no suena malamente.

‘El último gaditano’, no t’oblido, no

Y el último martillazo de la ya madrugada lo asesta desde Barcelona, és bona si la bossa sona, la comparsa ‘El último gaditano’. Asomaíto a una azotea, ya pregona su historia a los pies de una torre mirador estos alikindoi. La letra se la apuntamos a Débora Morón, Antonio Manuel de la Flor y Juan Carlos Cruz, y la música al mismo Juan Carlos, a Juan Pablo Gallardo y a Susana Sánchez. Lamento del emigrante, que se muere por Cádi en el destierro pero que cuando vuelve a casa “dos catetos puristas me hacen sentir de fuera”, para conformar el primer pasodoble. “Dónde se quedaron las medallas, aplausos y honores, que haga falta otra pandemia para que se nos valore”, remacha la otra letrilla con los sanitarios moscas. A los cuplés: hará falta que Arabia Saudí organice un concurso y se lleve a to los con-nombre para que pasen de preliminares; e invitando al Gago a cantar en Barna, o más o menos, Juan. “Mira que linda y guerrera se ve Cádiz desde el cielo, para gritarle a los vientos desde mi torre lo que te quiero”. Desde su atalaya divisan en el popurrí como Cádi es cada vez menos Cádi, y el mundo cada día es más facha. “No te olvido, no, por más lejos que me lleven, siempre serás mi bandera y mi musa pa cantarte, que no te olvido, no…”. Que no que no, Juan, mai la darrera, sempre la penúltima.

La 0.29 horas. Baixa el teló. Ya, ya paró, que me van a pegar los del asador de pollos. Juan, ve pasando la aspiradora. Y entretanto, la Inteligencia Artificial rebusca en su disco duro y nos torpedea con una frase célebre aleccionadora: “La anarquía es la realización más alta del orden”, dicen que dijo el francés, Pierre-Joseph Proudhon. Hubiera liado la pajarraca en un cuarteto junto a Bakunin, Kropotkin y Malatesta. Dany Rodway

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