El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acaba de aprobar la inscripción del Carnaval de Cádiz en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Actividad de Interés Etnológico. Un trámite que se culmina ahora, con Gobierno de derechas, pero cuyo expediente iniciaba hace alrededor de un año el anterior Ejecutivo autonómico del PSOE.
Con la inclusión del Carnaval de Cádiz en este Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz se persigue la “salvaguarda y conservación” de “una seña de identidad del pueblo gaditano y una muestra de la creación y del talento e ingenio que cada año despliegan quienes participan en él”.
El Carnaval de Cádiz, se afirma desde la Junta en la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, “constituye una expresión del patrimonio cultural de Andalucía y ejemplifica la diversidad de manifestaciones socioculturales andaluzas, resultado contemporáneo de complejos procesos históricos que han contribuido a configurar nuestra identidad cultural en el tiempo presente”.
La “celebración carnavalesca” de Cádiz es “una expresión sociocultural urbana, un ritual festivo que constituye un bien del patrimonio cultural andaluz”. Se trata de una actividad de interés etnológico que condensa un amplio y diverso conjunto de manifestaciones de identidad local, “con formas particulares de hablar, declamar y cantar, y con componentes de sátira social y crítica política, muy arraigada en la ciudad con relevante proyección fuera del municipio”.
Apunta este expediente que el Carnaval “se desarrolla en el casco histórico de Cádiz, ya sea por concurrencia de actos o recorridos programados o, sobre todo, por las concentraciones festivas generadas en sus proximidades, destacando como los espacios del Gran Teatro Falla (donde se celebra el concurso de agrupaciones) y los barrios de la Viña y del Pópulo, los alrededores del mercado central, calle Libertad, plaza de Libertad y plaza de las Flores, así como la plaza de la Candelaria, de Mina y de San Antonio”.
Esta declaración como BIC debería ayudar (aunque no es una condición) a la aspiración de la candidatura del Carnaval de Cádiz como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, impulsada por el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz y apoyada desde sus inicios por el anterior Gobierno andaluz. De hecho, la Junta ya lo incluyó en 2013 en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, requisito previo establecido por la Unesco.
“MERECE EL RECONOCIMIENTO ANDALUZ, Y DE LOS ÁMBITOS NACIONAL E INTERNACIONAL”
El alcalde, José María González ‘Kichi’, ha saludado que el Carnaval de Cádiz, “impulsado por la propia sociedad gaditana, vaya dando pasos para su conocimiento y reconocimiento internacional”, y ha mostrado su satisfacción por la inscripción de esta manifestación popular como BIC.
En esta línea, ha reiterado que el Carnaval es “una manifestación popular de primer nivel, que está arraigadísima en la ciudad y en la que confluyen, de hecho, varias características que esbozan uno de sus grandes rasgos identitarios”.
“Si a ello le unimos el talento que hay detrás para alumbrar una gran diversidad de creaciones musicales y de piezas escritas desde la originalidad, la ironía, el sentido del humor y la crítica, es evidente que el Carnaval de Cádiz merece el reconocimiento no sólo de la comunidad andaluza, sino de los ámbitos nacional e internacional”, ha aseverado el primer edil de Adelante.
“NO HAY OTRA FIESTA IGUAL EN EL MUNDO”
Por su lado, desde Ciudadanos, la diputada andaluza por Cádiz, Ángela Rodríguez, considera que “el Carnaval se merece la declaración como Bien de Interés Cultural porque no existe otra fiesta igual en el mundo”,
“El Carnaval es una expresión sociocultural, una actividad de interés etnológico que es seña de identidad del pueblo gaditano, en donde el ingenio y la creatividad son los protagonistas”, ha incidido la diputada de la franquicia naranja (que cogobierna en la Junta con el PP y el aliento de Vox); era “una deuda pendiente”, sentencia, otorgar esta denominación al Carnaval para garantizar su conservación y proteger una fiesta que forma parte del patrimonio cultural andaluz.