Tanto lío alrededor de la carpa del Carnaval de Cádiz de este 2022, por su ubicación al otro lado de la estación de trenes, en la bolsa de aparcamientos donde se proyecta el Parque de la Muralla, y al final la licitación abierta por el Ayuntamiento ha quedado desierta.
El equipo de Gobierno lo tiene claro: “la presión de un determinado sector vecinal, de la oposición municipal e incluso mediática han provocado que ningún empresario se haya atrevido a presentarse”; pese a que “en el pliego se cumplían todos los parámetros y requisitos en cuanto sonido y seguridad, al tiempo que garantizaba la convivencia con la ciudad”. En este sentido se lamenta que no se pueda contar este junio con este elemento “propio de la fiesta”.
Como es habitual, la instalación de este espacio se sacó a licitación (por un mínimo de 90.000 euros) para contar en estas fechas de masificación con una zona de ocio alternativa a las ya existentes, evitando así la saturación de los locales de ocio establecidos de forma permanente.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazaliza, lamenta “la pérdida que supone en términos de empleo que no pueda instalarse este año la carpa, que no hay que olvidar que es también motor económico”. Todo ello, en su opinión, porque “se ha creado una alarma sin fundamento con críticas basadas principalmente en el nivel de decibelios antes de que el empresario haya presentado el estudio acústico y que éste haya sido evaluado por el propio Ayuntamiento”.
“Esta presión ejercida por un determinado sector vecinal, por un determinado sector mediático y por la oposición municipal ha provocado que las personas que estaban interesadas en el pliego de la carpa hayan dado un paso atrás para no soportar unas críticas que no tienen ningún tipo de fundamento”, repite la edil de Adelante Cádiz.
Pese a este contratiempo, la responsable de Fiestas no duda de que la programación del atípico Carnaval 2022 “seguirá siendo muy completa y habrá ocio para todos los gustos”; no obstante, entiende que lo sucedido con la licitación de la carpa “debería hacer reflexionar a la oposición, la ciudad y algunos medios de comunicación”, ya que han provocado que “tengamos que prescindir de elementos que son necesarios para la ciudad, que generan empleo y que pueden convivir perfectamente. Porque el Carnaval es una fiesta de convivencia, como se ha demostrado en febrero”.
“LA CONVIVENCIA TIENE QUE SER EN TODAS LAS DIRECCIONES”
Cazalilla vuelve a defender en cuanto a la ubicación planteada en esta ocasión que era “la única viable”. El caso de la Punta de San Felipe quedó descartada por situarse en las inmediaciones el IES Cornelio Balbo y la necesidad de evitar la coincidencia del público de la carpa con los niños que acuden al centro escolar, provocando dicha ubicación también la pérdida de más aparcamientos, fundamentalmente de residentes. Por otra parte, en los terrenos de Adif (al otro lado de la estación, como en los últimos carnavales) tampoco era viable ya debido a que ha cambiado las condiciones de cesión y no se permite que una actividad como la carpa pueda desarrollarse en sus terrenos, a lo que se suma que tiene previsto el comienzo de una obra en dicho espacio.
Igualmente, ha recordado que el pliego solicitaba al empresario un estudio acústico y también que la carpa iba a ser techada en su mayor parte, con las salidas orientadas en la zona contraria a la muralla, igual que la terraza necesaria para garantizar la ventilación en una situación que sigue siendo de pandemia. Igualmente, los altavoces estarían orientados al mar y no hacia la ciudad.
“En ningún caso se trata de una instalación o actividad que incumpla la legalidad, ya que durante la semana de Carnaval se suspenden los criterios de calidad acústica desde tiempos inmemoriales, como ocurre en todas las fiestas de este tipo en absolutamente todos los municipios”, apostilla la concejala de Fiestas.
Además, ante las quejas concretas de vecinos del barrio de Santa María, sostiene que “no es el único que conviviría con la celebración del Carnaval ni con el sonido durante la noche”, citando otros ejemplos como el del barrio de La Viña, que celebra su concurso durante la semana hasta altas horas de la noche, o los vecinos de San Antonio durante los días de los conciertos programados cada año.
“Se trata, por tanto, de una semana en la que la ciudad debe convivir con el Carnaval, y la convivencia tiene que ser en todas las direcciones”. Al hilo de ello, Lola Cazalilla ha incidido una vez más en que la carpa “no es una instalación permanente, sino una instalación necesaria en una semana de fiesta”, y el pliego “recogía todas las cautelas posibles en cuanto al sonido que se habían previsto, precisamente, para garantizar la convivencia en una zona residencial”.
“NO RESPONSABILICE DE SU MALA GESTIÓN A NINGUNA ASOCIACIÓN DE VECINOS”
Y no ha tardado en replicar al Ayuntamiento la federación Vecinos de Cádiz – 5 de abril, molesta con esa referencia a “la presión de un determinado sector vecinal” como uno de los factores que van a dejar a la capital gaditana sin su carpa de carnaval.
Dice esta federación vecinal que “no puede consentir tales acusaciones”, considerando “que todo el foco de atención sobre lo sucedido debe recaer en el Ayuntamiento, que de motu propio decidió realizar cambios en la licitación de la carpa, sin ni siquiera contar con las entidades vecinales hacer un ejercicio de eso que cuando interesa llaman ‘participación ciudadana’ para cursar opinión sobre este equipamiento de ocio”.
Así, para la presidenta de 5 de Abril, Pilar García, “toda la responsabilidad es del Ayuntamiento de Cádiz, con la concejala de Fiestas al frente, Lola Cazalilla”; “es muy fácil echar balones fuera o apuntar a direcciones externas si no hay un trabajo bien hecho”, agrega.
García termina pidiendo abiertamente a la edil que “no responsabilice de su mala gestión a ninguna asociación de vecinos. Sea valiente y llame las cosas por su nombre. Diga quiénes tienen la culpa, si es que puede decirlo, pero en ningún momento señale al movimiento vecinal como culpable, porque -a su entender- ha sido el que siempre ha estado ahí para sacar las castañas del fuego a este Ayuntamiento en beneficio de los vecinos”.
LA OPOSICIÓN RECLAMA “PARTICIPACIÓN CIUDADANA”
Los tres partidos de la oposición han salido en bloque cuestionando este contratiempo y culpando de todo al Gobierno local; PP y Cs con su agresividad habitual, y el PSOE con más tacto, recomendando a Cazalilla a hacer autocrítica y también a buscar alternativas para el público que ahora se quedará sin carpa.
Por un lado, el concejal del PP José Manuel Cossi cuestiona al alcalde directamente, aunque no se ha pronunciado al respecto, del “reparto de culpas a diestro y siniestro de su enésimo fracaso de gestión a la hora de tramitar un expediente”. “Que lo primero que se le venga a la cabeza a concejala y alcalde sea culpar a unos vecinos que lo único que han hecho es defender la participación que ellos abanderaban tanto hace unos años. ¿Qué había de malo en consensuar con la federación de vecinos la ubicación, explorar alternativas o pedir opinión? Por supuesto que había alternativas, pero había que buscarlas con tiempo, negociar con otras administraciones y prever, con meses de anticipación, este y otros problemas que han surgido y van a surgir, pero están empeñados en demostrar que a flojos no les gana nadie”, opina este edil de derechas aferrado al mantra habitual.
Así, Cossi sentencia que “el único responsable de que no haya carpa es Kichi y su equipo que podían y debían haber sacado los pliegos de la carpa y de seguridad del Falla en diciembre, y hubieran tenido tiempo para volver a sacarlo, para buscar nuevas ubicaciones, para dialogar, etcétera, pero claro, para eso hay que trabajar”.
La otra derecha minoritaria, la de Ciudadanos, ha pedido por su parte al Ejecutivo local que “deje de atacar” a las asociaciones de vecinos “para intentar ocultar su fracaso”. En este punto, la concejala Carmen Fidalgo, ha afeado a Cazalilla que “no se le puede estar echando constantemente la culpa a los demás para tapar su incompetencia, por lo que le aconsejamos que asuma su responsabilidad y se dedique a trabajar para buscar soluciones que contenten a todas las partes en vez de funcionar a base de imposiciones”.
Además, para la franquicia naranja “con la carpa se confirma uno de los problemas que suponía cambiar de fecha el Carnaval, ya que la importancia que tiene la fiesta gaditana hace que no tenga competencia con el resto de carnavales. Sin embargo, ahora nos encontramos en un periodo de ferias en muchas localidades andaluzas, por lo que Cádiz no goza del privilegio que tiene frente al resto en el mes de febrero”.
Mientras, desde el PSOE su portavoz municipal Óscar Torres ha sugerido a la concejala de Fiestas que “haga más autocrítica” para no volver a cometer los mismos errores en el futuro. “Las zonas de ocio durante el Carnaval son una de las demandas de la población más joven pero debe existir una convivencia y, ya que se ha dado esta circunstancia y no habrá carpa, buscar alternativas para que el ocio sea mucho más que facilitar el consumo de alcohol hasta altas horas de la madrugada”, aprovecha para plantear.
“Si el equipo de Gobierno trabajase con más transparencia y con mayor participación ciudadana -reflexiona este socialista- posiblemente se solventarían muchos de los problemas que surgen en el día a día de la ciudad porque no olvidemos que, la administración local, debe ser escudo de los vecinos y no enemigo”.