JORNADA 34. El estadio municipal de Riazor (ahora Abanca-Riazor) acogía en la noche del domingo el duelo entre Dépor y Cádiz, equipos aparentemente en tierra de nadie, sin muchas posibilidades reales a estas alturas de luchar por la liguilla de ascenso a Primera ni tampoco de verse en la pugna agónica por evitar el descenso, salvo hecatombe en esta recta final del curso.
Aunque en la previa del choque, Gaizka Garitano, el entrenador cadista, no lo veía así: “faltando nueve jornadas nadie está en tierra de nadie. Tenemos las posibilidades intactas de llegar al playoff y de, si nos dormimos, caer. Faltan 27 puntos, todos nos jugamos muchísimo, nosotros no somos una excepción. El equipo está enchufadísimo, sabe que necesitamos ganar y que queremos ganar”.
Y para ¿ganar? en A Coruña, los amarillos saltaban al verde con pocas novedades: la vuelta De la Rosa, y un doble pivote formado por Diakité y Fede San Emeterio. Por lo demás, Iza, Climent, Chust y Kovacevic, en defensa; Chris Ramos, en la delantera, junto a Ontiveros liberado y Sobrino y el joven onubense en los extremos.
Con más presencia amarilla en campo gallego se fue desarrollando el primer tiempo, mostrándose el Cádiz como equipo serio y con cierta hambre ante un Deportivo agarrotado ante la presión visitante. La primera media ocasión la protagonizaba Chris en el 5, recogiendo un gran pase de Ontiveros; más adelante, a punto estaba Sobrino de llegar a un centro de De la Rosa; y ya en el minuto 27, Moussa Diakité la colocaba a la escuadra en un trallazo desde la frontal pero se encontraba al acertado Helton.
Pasada la media hora, el Dépor comenzaba a ganar confianza arriba con Yeremay entrando den faena, y en el 36 Chust sacaba bajo palos un disparo de Zakaria. Dos minutos antes era José Antonio de la Rosa el que desde lejos trataba de sorprender al ver fuera de la portería al meta, pero un defensa estaba atento.
En la recta final de la primera mitad, los gallegos mostraban su mejor cara y su calidad, el Cádiz se hacía de repente pequeñito, y David Gil salvaba el 1-0 en el 40 a disparo de Mario Soriano. Al menos se llegó al ecuador con la pelota merodeando el área blanquiazul.
Y LLEGÓ LA DEBACLE
El encuentro se reiniciaba con oportunidades en ambas porterías, por un lado Chris Ramos se topaba con el portero en un disparo en el interior del área tras centro de Climent, y por el otro, un lanzamiento lejano a las nubes, y un lanzamiento raso de Yeremay.
El Dépor manejaba ahora mejor la situación ante un Cádiz más contemplativo, y en el 59 volvía a generar otra ocasión de peligro aprovechando una defensa adormilada. Y llegaban los primeros cambios de Garitano: entraban Carlos Fernández, Melendo y Brian Ocampo por Sobrino, Ontiveros fundido y un De la Rosa cojeante.
Una buena contra de los gaditanos, en el minuto 68, acababa con Melendo probando desde la frontal; y respondían los de casa con un lanzamiento todavía más ajustado al palo de Mario Soriano. El partido se abría y podía ganar y perder cualquiera, en ese momento. Porque el panorama iba a cambiar.
Mfulu asustaba en el 75, aunque se decretaba fuera de juego. A partir de ahí, los coruñeses hacían recular al Cádiz, agobiaban y ponían en aprietos a una defensa caótica, y en una de esas acciones rocambolescas, Mario Soriano terminaba marcando el primero, en el minuto 81.
Con el 1-0 en el marcador, el técnico vasco retiraba a San Emeterio y metía en el campo a Álex Fernández, y a Chris por Roger. El Dépor pasaba a conservar la victoria con uñas y dientes y los de amarillo, al menos formalmente, parecían irse arriba a por el empate, contando con cuatro minutos de descuento. Pero nada de nada, estuvo más cerca el segundo tanto del rival en la propina en un resbalón de Víctor Chust que propiciaba una ocasión abortada por David Gil.
Una derrota en un partido de más a menos (de algo decente a la descomposición) de los gaditanos que acaban la jornada con esos 45 puntos en la tabla que ya tenían, viendo los playoffs ahora a nueve y la zona de descenso a seis, con ocho citas todavía por delante… Hay que dejar de auto-engañarse: los 50 puntos es el único objetivo de este equipo acabado, y que termine esta nefasta temporada cuanto antes. DIARIO Bahía de Cádiz