La ciudad deportiva del Sevilla recibía el domingo al Cádiz. Un encuentro matinal en lo más alto de la tabla en el que los de Claudio Barragán no pudieron traerse los tres puntos, pese a ponerse por delante del marcador en la primera mitad, con gol de Kike Márquez. Tras el descanso empataba el filial, y entonces era cuando más cerca estuvieron los visitantes de ganar, pero no hubo fortuna: el 1-1 ya no se movería del marcador. Lo mejor de este punto es que la imagen mejora algo con respecto a lo que se estaba ofreciendo últimamente.
La ciudad deportiva del Sevilla, el Viejo Nervión, recibía en la mañana del domingo al Cádiz, con unas 4.000 personas en las gradas, y entre ellos más de 200 cadistas. Un encuentro en lo más alto de la tabla en el que los de Claudio Barragán –con su tercera equipación, la morada-, no pudieron traerse los tres puntos en juego, pese a ponerse por delante del marcador en la primera mitad. Pasado el descanso empataba el filial, y entonces era cuando más cerca estuvieron los visitantes de ganar, pero no hubo fortuna: el 1-1 ya no se movería del marcador. Lo mejor de este punto es que la imagen mejora algo con respecto a lo que se estaba ofreciendo últimamente.
Tras una semana en la que en Cádiz se habló muy poco de fútbol y demasiado del lío institucional entre los máximos accionistas del club, que no se sabe bien cómo va a acabar, los de la Tacita visitaban al Sevilla Atlético con un objetivo a estas alturas casi obsesivo: no hacer el ridículo, en cuanto a juego, de las últimas jornadas. Para ello, el técnico valenciano confiaba de inicio en: Cifuentes, Juanjo, Aridane, Servando, Andrés, Quintana, Abel, Hugo, Fran Machado, Kike Márquez y Güiza.
Ambos conjuntos se mostraron bien plantados en el campo en la primera mitad, que empezaba con algunas acciones de peligro, sobre todo por parte local, pero que se luchó en el centro del campo. Así que era esperable que si había goles, tendrían que llegar a balón parado. En un saque de córner en el minuto 39, Hugo la enviaba con mucha intención al primer palo, y Kike Márquez cabeceaba el 0-1. Y el segundo para el Cádiz estuvo a punto de subir antes del descanso si Güiza hubiera tenido más acierto poco después.
Los sevillistas salieron con más ganas en el segundo periodo, buscando el empate. Y tras varios avisos, en el 17 Ivi desde la derecha con un potente disparo cruzado batía a Cifuentes y establecía ese 1-1.
Recibido el varapalo, Barragán apostaba por Garrido y Álvaro García, y daba resultado: el equipo se hacía con el balón y terminó metiendo en su campo al filial. En la recta final, un peligroso tiro del jerezano que se estrellaba en el palo, un disparo de Álvaro que sacaba Diego, y un cabezazo de Garrido fueron las más claras de los gaditanos que lo intentaron, pero se tuvieron que conformar con arañar un solo punto.
“En líneas generales hemos estado bien ordenados, pero el rival también juega. Estamos obligados a leer mejor los tiempos del partido y contemporizar un poco más, pero no tengo nada que reprochar al equipo y ésta es la línea que tenemos que seguir si queremos lograr el objetivo”, sentenciaba tras el pitido final el entrenador en sala de prensa.
Tras la disputa de la jornada, el Cádiz se mantiene tercero en la tabla a cuatro puntos del líder, el Real Murcia, que este domingo le ha ganado a domicilio al segundo clasificado, el UCAM Murcia. El próximo rival amarillo, en Carranza, otro filial, el del Almería.
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