JORNADA 34. Enésima final para el Cádiz, peleando por la salvación. Tras el “accidente” de la primera mitad frente al Athletic Club y el vendaval de la segunda, insuficiente para puntuar, los amarillos se plantaban en la noche del viernes en el Sánchez Pizjuán arropados por más de mil cadistas con el complicado reto de dar la sorpresa ante el mejor local de LaLiga, un Sevilla FC que además lucha por la segunda plaza de la tabla.
“El día de Barcelona se demostró que todos están disponibles y capacitados para enfrentarnos a un gran equipo como es el Sevilla”, apuntaba en la previa de este derbi andaluz Sergio González. Palabras que anticipaban el once titular marcado por la ausencia de una pieza clave como Rubén Alcaraz, recuperándose de su lesión: Ledesma, en portería; Luis Hernández, Fali, Akapo y Espino, en defensa; Jonsson y José Mari, en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantando; Sobrino y Alejo como extremos y Lucas arriba.
Y el encuentro no pudo empezar peor para los gaditanos, empequeñecidos y desnortados ante un monólogo de los sevillistas, que en el minuto 6 marcaban el 1-0, gol del marroquí En-Nesyri, el más avispado en un saque de esquina.
El Cádiz, incómodo, apenas olía la pelota. Aunque prácticamente en su primer acercamiento, en el 13, un remate de Jonsson desde la frontal la repelía Rakitic con el cuerpo. Seguía bastante desequilibrado el asunto, pero al menos de tanto en tanto los amarillos cruzaban ya el centro del campo. Y en el minuto 22, José Mari se encontraba un rechace y probaba desde el borde del área y si no la llega a desviar Koundé, hubiera significado el empate. Eso sí, en la acción anterior, Lamela tenía también cerca el segundo para los suyos, mas se topó con un Conan con reflejos.
Al fin se iba igualando la partida, ya parecían dos equipos de la misma categoría; los visitantes ganaban en intensidad (¡qué menos!) y Lucas Pérez remataba con hechuras en el 27 tras una buena jugada, pero Bono intervenía de forma espectacular. Diez minutos después, en la otra área, era Ledesma el que sacaba una gran mano ante un fuerte disparo del Papu. La primera mitad iba consumiéndose con un equipo local reservón y un Cádiz lavando su mala imagen del tramo inicial, con juego, ocasiones y gratas sensaciones.
Salían tras el descanso los de la Tacita igual de enchufados, superando a un Sevilla con dudas, y la grada empezaba a pitar a los suyos. Y en el 65 se hacía justicia en el marcador: Lucas Pérez establecía el 1-1 aprovechando una falta directa peligrosa en la frontal, una barbaridad de golazo por toda la escuadra.
Sergio González movía banquillo, sacando a Fede San Emeterio por el roteño, y en el 70 se pedía un posible penalti por manos en el área hispalense, que ni el árbitro ni el VAR (ni casi nadie) vio. Los gaditanos seguían ofreciendo mejores sensaciones, sin recular, ante un Sevilla descompuesto dentro de su propia ansiedad.
Ya para la recta final, Negredo entraba por Jonsson, y Ledesma le paraba bien un lanzamiento acrobático a Diego Carlos. Y en el 84 se incorporaban también Salvi, Arzamendia y Tomi Alarcón, por Alejo, Sobrino y Lucas. Ahora los de Lopetegui sí trataban de irse arriba con cierta desesperación, y el meta argentino salvaba el segundo en un córner defendido de aquella manera. Tocaba sufrir (algo), con cuatro de añadido por delante, para poder disfrutar del puntazo arañado en el templo palangana.
“El equipo se ha rehecho muy bien de ese inicio, ha mostrado personalidad, entereza, hemos tenido ocasiones. Y en la segunda parte, aunque hemos tenido fases de buen juego, al final hemos tirado de una genialidad para empatar”, resumía Sergio González tras el partido, dejando claro que “hay que ganar en casa el próximo sábado al Elche, allí hay que hacer bueno este punto”. DIARIO Bahía de Cádiz